Comité Internacional por la Libertad de los Cinco
Un dolor profundo nos atravesó a todos aquella mañana cuando supimos que Carmen había muerto sin recibir el beso y la ternura de su Gerardo, el único varón de los tres hijos de Carmen.
Un dolor lacerante por Gerardo al que EE.UU. le impidió el consuelo que todo ser necesita cuando se pierde a la madre. Meses antes de la injusta detención de Gerardo y sus cuatro compañeros de causa, hace ya 12 años, su hermana mayor moría en un trágico accidente. Años atrás había muerto su padre, Gerardo Hernández Martí.
El arbitrario arresto de Gerardo, que en aquel momento era un joven de 33 años, afectó profundamente la vida de su familia y en especial la salud de Carmen. Su niño, como ella le decía, era víctima de una colosal injusticia y se lo condenaba sin pruebas a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión. Sobre él recayó todo el odio de la mafia terrorista de Miami y la perversidad de un sistema.
Por su heroísmo, al igual que las madres de Antonio, Fernando y René, se le otorgó la Orden Mariana Grajales. A pesar de todos los golpes que recibió en la vida, Carmen participó activamente en la campaña por llevar al mundo la verdad y exigir justicia y libertad para su hijo y sus cuatro hermanos de causa, condenados brutalmente en EE.UU. por evitar atentados terroristas contra Cuba.
"Si algo hay en mí de nobleza y bondad, sin duda alguna lo heredé de ella." decía Gerardo en su libro El Amor y el Humor todo lo pueden. "A mamucha, de su nene" pidió Gerardo que se pusiera en las cintas del corazón de flores que cubrieron el cuerpo de su madre.
En mayo, meses antes de la muerte de Carmen fuimos a visitarla, ya no hablaba y a penas se movía, pero cuando le dijimos que éramos amigas de Gerardo, una lágrima rodó por su rostro.
Durante todos estos años, por la manipulación perversa de las visas y su delicado estado de salud, Carmen pudo hacer muy pocas visitas a Gerardo. Una de las primeras que realizó, luego de ser condenado relató: "Cuando nos vimos (...) yo no sé de dónde saqué fuerzas. Me dijo: 'Mami, estoy orgulloso de ti'. Eso lo estimuló, pues en las condiciones en que está si me ve llorando se afligiría más...En todas sus cartas se preocupa porque me cuide, al igual que con su papá cuando estaba vivo...Él es muy cariñoso con todo el mundo. Y conmigo más...constantemente me dice mami, tú cuídate, que lo más malo que a mi me pueda suceder aquí es enterarme que a ti te pase algo." *
En esa ocasión, abril del 2002, de 10 días que estuvo en EE.UU., pudo hacer solo 5 visitas, la última de 3 horas con una hora adicional. "Cuando él entró al salón, vestido con el uniforme de color beige, me levanté y lo abracé con todas mis fuerzas. Le tomé sus manos en la mesa, se las acariciaba con cariño cuando me hicieron señas de que se las soltara".
Se acercaba el día las Madres, el periodista le preguntó a Carmen qué les diría a las madres de EE.UU. si tuviera la oportunidad de que la gran prensa norteamericana publicara su mensaje: "Primero felicitarlas por tan bonito día, al igual que a todas las madres cubanas. Les pediría a ellas que cooperaran en que se actúe con justicia".
Carmen murió sin ver a su hijo y sin que se hiciera justicia. La gran prensa norteamericana nunca la entrevistó ni se hizo eco de su ruego, ni le dio la posibilidad de hacer llegar su pequeño mensaje a las madres de EE.UU. Gerardo recibió la peor noticia de su vida absolutamente solo en una prisión de máxima seguridad y un año después aún no ha podido llevar flores a la tumba de su madre.
Las familiares de los Cinco siguen sin recibir visas regulares para visitar a sus hijos y esposos en prisión. Las visas de Adriana y Olga, esposas de Gerardo y René han sido denegadas por más de una década, tal como ha denunciado Amnistía Internacional en su carta al Fiscal General el 4 de octubre reciente.
El mundo se pregunta hasta cuándo habrá que soportar semejante violación al derecho de los prisioneros, el derecho de familia y los derechos humanos. Hasta cuándo habrá que soportar el doble rasero de un país que mantiene en prisión a Cinco inocentes mientras ampara, protege, financia y permite homenajes a terroristas confesos como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles?
"... No se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo." dijo el Comandante Fidel Castro el 3 de noviembre de 2009, y agregó: "No sólo depositaremos flores sobre la tumba de Carmen Nordelo. ¡Proseguiremos la lucha sin descanso por la libertad de Gerardo, Antonio, Fernando, Ramón y René, desenmascarando la infinita hipocresía y el cinismo del imperio, defendiendo la verdad!"
"Sólo así honraremos la memoria de la legión de madres y mujeres como ella, que en Cuba han sacrificado lo mejor y más preciado de su vida por la Revolución y el Socialismo"
Por la memoria de Carmen y todas las madres cubanas, exigimos a Obama: Fin a la Injusticia, Libertad Ahora!
*Entrevista a Carmen, 12 de mayo de 2002, Juventud Rebelde.
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