Por: Antonio Guerrero
Querida AG:
Ayer en la noche cuando le dijiste aRené: Ya nos quedan pocos minutos para que termine el programa, me dije: ¡¡Que rápido ha pasado la hora y media!! Ni cuenta me di que ya se aproximaban las 11 de aquí que son las 12 de allá.
No sé si te he contado que durante mis años de trabajo en el aeropuerto de Santiago viajé no pocas veces a Baracoa e incluso llegue hasta Maisí.
Las memorias son tantas que no es fácil decidir por cual empezar a contar. Eso lo hare un día cuando conversemos frente a frente. Me llamó la atención que no hablaron del río Miel, del que se dice que quien se baña en el regresará siempre a Baracoa. Lo hice; así que no tengo dudas de que estaré por esa encantadora ciudad otras veces más.
Tampoco se dijo nada de La Farola, una vía que tiene tanto de encanto como de peligro. Tuve la ocasión de recorrer las calles de Baracoa como uno más, interactuando con su pueblo. No pudieron faltar historias de amor inolvidables y toda esa magia de cubanía que me hace llevar esos parajes de nuestra isla en el corazón.
Del tema sobre La Habana me uno a la opinión de Guille, primero que todo somos cubanos y esa es nuestra capital y como tal todos debemos amarla y contribuir a que se solucionen sus problemas, que son más complejos que lo que a simple vista pudieran verse. Una de las diferencias que estimo hay entre una provincia y un municipio habanero es que las provincias tienen a su cargo importantes planes de producción que involucran a todos los que allí viven y de ahí que se sientan más comprometido con su desarrollo.
En los municipios capitalinos ni existe esa producción, quizás exceptuando algunos donde hay alguna industria, y como sea se mezclan en ese proceso productivo o de servicio pobladores de muchos otros municipios.
Bueno, ya casi te hago unas líneas de “mesa redonda”, cuando todo lo que quería era decirles que disfruté muchísimo el programa y que una vez más los visité y estaba allí en el estudio.
Ya veo que mi hermano me sigue “tirando”. Ahora dijo que “hablo mucho”, pero ya le comente que cuando estuviera allá entonces me tocaría hacer los cuentos a mí.
Seguimos siguiendo y venciendo.
Mi abraSón más grande.
Tu AG
Nota: AG – alma gemela. Así es como Tony llama a la periodista y conductora de la Mesa Redonda, Arleen Rodríguez.
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