LUGO
Mirta cumplió el deseo que pidió ante la casa
del padre de Fidel
«Mi tiempo acaba y no podré abrazar a mi hijo en Cuba», dijo en el 2012
«Mi tiempo se acaba y no podré abrazar a mi hijo en Cuba», fue la frase que Mirta Rodríguez, madre de Antonio Guerrero, uno de los denominados cinco héroes cubanos que estaban encarcelados desde 1998 en Estados Unidos, pronunció el 27 de junio del año 2012 en Láncara en su primera visita a España y única que hizo a Galicia para pedir la excarcelación de estas personas. «No sería lo mismo abrazarlo en otro lugar que no fuera su patria», repetía sin descanso la anciana para tratar de explicar lo que para ello supondría tener a su vástago de regreso en la isla.,
El deseo de Mirta Rodríguez se convirtió en realidad cuando el pasado 17 de diciembre su hijo llegaba a La Habana y, dieciséis años después se fundía con su madre en un interminable abrazo que ambos pensaron que tardó demasiado en producirse.
La odisea de esta familia comenzó el 12 de septiembre de 1998 cuando las autoridades de los Estados Unidos detenían y encarcelaban a cinco cubanos: René González, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labariño y Antonio Guerrero, bajo la acusación de espionaje.
El juicio, en el que intervinieron decenas de testigos, no reunió las condiciones necesarias para que los cinco acusados pudieran demostrar un inocencia que defendieron desde el primer momento y todos fueron condenados a severas penas de cárcel, que en el caso de Toni Guerrero fue de 21 años y 10 meses, a lo que sumaron 5 años más en libertad vigilada. En el caso del hijo de Mirta Rodríguez, le correspondería salir de su cautiverio el 18 de septiembre del 2017. «Es algo increíble en un caso en el que el tribunal no logró probar ninguna de las acusaciones. La segunda vez solo le pedimos a la jueza que juzgara a una persona no una nación», explicó Mirta cuando hace dos años visitó Láncara.
En este largo proceso el primero en lograr la libertad fue René González, quien abandonó su largo cautiverio en octubre del 2011. El segundo en salir en libertad fue Fernando González en febrero del pasado año. Toni Guerrero, Gerardo Hernández y Ramón Labariño tenían condenas de mayor duración y tuvieron que aguardar al acercamiento diplomático que se produjo entre Cuba y Estados Unidos a finales del pasado año para ser liberados.
Sueño cumplido
Los tres llegaron a La Habana el pasado 17 de diciembre, día en el que, por fin, Mirta Rodríguez pudo estrechar entre sus brazos a su hijo y cumplir el sueño que expresó en Láncara hace algo más de dos años.
Es posible que una de las frases que siempre recordaba la nonagenaria, con una salud bastante delicada tras ser sometida a varias operaciones, entre ellas dos prótesis de cadera, tuviera mucho que ver en el desenlace feliz de la historia. «La única esperanza que tengo es dirigirme al presidente Barack Obama y recordarle su papel como padre y como hijo y decirle: Obama devuélveme a los cinco». Tenga o no que ver en el desenlace de la historia, la realidad es que Mirta ya tiene en casa a su hijo.
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