RESUMEN LATINOAMERICANO: ¿Cómo estarían funcionando lo electoral en cuanto a la correlación de fuerzas y como puede incidir en los resultados electorales y en el desarrollo del día de votación y las elecciones en general?
SILVIA CARTAJENA: Ha habido toda una agenda política desde el año 2009 por parte de la oligarquía a fin de cambiar las reglas electorales y ponerlas a su favor nuevamente. Ha tomado medidas drásticas a través de la Sala de lo Constitucional que se ha situado como un suprapoder, por encima del soberano que es el Pueblo y por encima de la autoridad, que es el Tribunal Supremo Electoral.
¿Qué se espera? Nada bueno, en el sentido de que estaría la sala tentada a intentar cambiar los resultados si estos no les favorecen a quienes les financian. ¿Qué esperamos nosotros? Que el Pueblo va a defender sus resultados. Nosotros tenemos una larga experiencia de lucha. Este día, el 28 de febrero, cumplimos 41 años de que en el centro de la capital el Ejército masacrara a miles de personas que protestaban por el fraude electoral. Entonces hubo un quiebre, se partieron aguas y no nos quedó otra opción que seguir luchando por la vía armada. Hoy estamos ante el reto de desafiar a la Sala de lo Constitucional si pretende modificar los resultados.
Muestra de la boleta electoral para diputados de la Asamblea Legislativa por San Salvador.
RL: ¿Se tiene estimado a qué hora se conocerán los resultados?
SC: Eso es complejo, porque el sistema de votación que nos ha impuesto la sala, las Juntas Receptoras de Votos (JRV) necesitan suficiente tiempo para ir clasificando los votos válidos, las marcas y los fragmentos. Por la experiencia del año 2015, nosotros hemos insistido en que hay que dejar tranquilos a los integrantes a trabajar en el tiempo que sea necesario y segundo, estamos llamando a marcar únicamente por banderas para facilitar el trabajo de los integrantes de la JRV.
De todas maneras, la ley lo que establece es que el resultado se cuenta a partir del escrutinio final. Lo que hace la JRV es un escrutinio provisional. Sí puede haber tendencias en la medianoche, en la madrugada, pero lo definitivo lo establece el escrutinio final, que se inicia de acuerdo a la ley 48 horas después de pasadas las elecciones.
RL: ¿Podrías comentarnos cómo es el sistema electoral salvadoreño y qué consecuencias tiene en la actualidad?
SC: En el año 1991 cuando se reformó la Constitución de la República se estableció que el Tribunal Supremo era la máxima autoridad. Se constituía con las principales fuerzas políticas que obtenían la mayoría de votos en cada elección presidencial y los partidos políticos –la ley lo estableció- tendrían derecho a la vigilancia del proceso electoral. Varios de estos elementos han sido trastocados por la Sala de lo Constitucional que, por un lado, declaró inconstitucional en el año 2014 a quien presidía el Tribunal Supremo en ese entonces y que el año pasado inhabilitó a otro Magistrado, que justamente la Corte Suprema lo había propuesto. Esto lo que hace es construirle una correlación favorable a la derecha porque los Magistrados que quedan representando, en su mayoría son gente que abiertamente han dicho que simpatizan con las fuerzas de derecha.
Entonces ¿qué puede ocurrir? Que se les antoje cambiar la manera de hacer el escrutinio. La ley establece cómo se hace el escrutinio final… Se hace verificando acta por acta, el acta física que se generó en cada Junta de Votos. Esto lo hemos estado peleando para instalar 65 mesas que van a desarrollar el escrutinio final y ha habido una fuerte presión por querer modificar esto con los cuatro votos del Tribunal Supremo Electoral (1).
Justamente este día el Tribunal se va a reunir con todos los partidos políticos contendientes para explicar cómo se realizara el escrutinio final. Hemos logrado que al menos en el reglamento quede establecido que se hace tal como lo dice la Ley Electoral, con base a los artículos 214, 214ª y 215, de manera que no se puede abrir paquetes electorales porque a alguien se le antojó, sino que tiene que dársele cumplimiento a lo que ya dice el Código sobre en qué circunstancias se puede abrir y hacer un recuento papeleta por papeleta. Por lo pronto, lo que queda establecido es que se hace acta por acta, primero de Asamblea Legislativa y luego de Consejo Municipal (2).
RL: ¿Cuáles serían las circunstancias en las cuales deberían abrirse las urnas?
Cuando los votos impugnados son superiores a la diferencia entre uno y otro contendiente, esa es la única razón, eso lo dice el Artículo 200 del Código Electoral. Ya tuvimos en el año 2015 que, declarados en firmes los resultados conforme a la ley y el día que se estaba acreditando a los electos, la Sala de lo Constitucional desconoció los resultados y ordenó un recuento pese a que no se cumplía este mínimo de requisitos. Posteriormente, la Sala destituyó al 100% de los diputados suplentes, dejando incompleto el Parlamento. Son cosas que ya realizó la Sala y son los riesgos que se tienen hoy en día. Tal es así que un grupo de congresistas norteamericanos ha advertido que de continuar con esta postura injerencista y violatoria de la Constitución se atenta contra el sistema político-electoral en El Salvador.
RL: Parece ser como el tema de no poder pasarse de los límites del cuadrado asignado tiende a que haya muchos votos nulos si no se marca correctamente. Hemos visto que el Frente lo marca dentro, pero por ejemplo Alianza Republicana Nacional (ARENA) en las propagandas políticas lo hace hasta el final, entonces tiende a que el ciudadano que no esté tan informado se pase de la casilla y ese voto sea considerado nulo.
SC: Es que ese era el propósito cuando la Sala de lo Constitucional nos impuso el “voto preferente” (3). La gente no sabe exactamente cuántos escaños tienen derecho a elegir su departamento. Por ejemplo, los de San Salvador eligen 24; pero eso lo sabemos unos cuantos, el resto, a inmensa ciudadanía no sabe cuánto se eligen en su departamento, ni los que eligen 3, ni los que eligen 24. Entonces la gente puede ver los primeras imágenes colocadas bajo la bandera y decir “estos me gustan”; igual puede trazar una línea recta desde la bandera hasta la última fotografía, pero con esto del voto fragmentado (4) la gente se confunde y marca más de la cuenta, entonces inmediatamente está anulando su voto. Esto lo que ha generado es una confusión que ya la vivimos tanto en el año 2002 como en el 2015. La Sala -con un grupo de activistas de la oligarquía- terminó culpando de este desorden al Tribunal, cuando el autor de esta locura ha sido la Sala de lo Constitucional.
RL: ¿Cómo han venido contrarrestando esto desde el Frente en cuánto a la información y que faltaría o se podría hacer para que el sistema electoral funcione?
SC: Nosotros hacemos un especial llamado a que marquemos sobre la bandera (del partido). Primero, la gente no corre el riesgo de que le anulen porque se pasó de la casilla; segundo, le facilitamos con eso el trabajo a los integrantes de las mesas, que eso es caótico, la gente madruga, sobre las tres de la mañana llega a su centro…
RL: Si existe gran cantidad de voto cruzado…
SC: En el año 2015, en el desorden que hubo, la gente no entendía cómo debía hacer el escrutinio…llegaron hasta horas del mediodía del día siguiente. Hubo gente que se enfermó, colapsó. Cómo había una agenda política, estos mismos autores del desorden acusaron al Tribunal Supremo. Entonces, el llamado que nosotros hemos hecho como partido es, primero, orientar el voto sobre la bandera, la marca sobre la bandera y segundo, orientar a nuestros integrantes de JRV a que se capaciten fundamentalmente en la clasificación de los votos y en el diseño del acta de escrutinio; pues es ahí donde viene la complejidad.
También hemos denunciado que no existe el repartir el voto. El voto es uno, es único, es universal. Cuando la gente lo que hace es fragmentar, no le está dando el voto a nadie. Eso lo hemos denunciado porque a la gente se le mintió: se le hizo creer que podía multiplicar su voto repartiéndolo entre varios partidos.
RL: ¿Podrías explicarnos un poco más esto de la fragmentación del voto?
SC: Esto es el voto fragmentado. La gente –e incluso algunos candidatos- creyó que si marcaban entre distintos partidos estaba dando un voto a cada partido y lo que se hace es repartir la unidad. Por ejemplo, en el caso de San Salvador que elige 24 escaños, si alguien vota por dos o más partidos, lo que hace es partir en tres pedazos su voto y no le está dando el voto a nadie. ¿Qué necesita un candidato que le ha dado un fragmento para ser un voto entero? Que 23 personas más le den una marca, de lo contrario no tiene voto alguno. Entonces, alguna gente no entiende que a la hora de sumar esto es imposible que le vaya a dar un voto entero.
RL: Eso beneficiaría entonces a ciertos sectores…
SC: La fragmentación del voto y el voto sobre los llamados “candidatos no partidarios” (que no existen, no son apartidarios sino que responden a los intereses de la oligarquía) lo que buscan con eso es reducirle el residuo a los partidos políticos, porque nuestro sistema a base de cociente y residuos, así se reparten los escaños. Entonces ellos quieren que por la vía de la fragmentación y el voto a los no partidarios, restarle el residuo sobre todo a aquellos partidos pequeños que, en el marco de la democracia, se someten a la contienda y logran un par de escaños. Hoy le quieren quitar el residuo y luego estos supuestos “no partidarios” se van a alinear con ellos y en su plan aumentar por esa vía el número de su bancada.
RL: ¿Desde qué año es así la forma de voto?
SC: (risas) El “voto loco” lo tenemos desde el año 2015…es el “voto mentiroso”…
RL: ¿Hay algún proyecto o idea de intentar volver a reformar el sistema electoral?
SC: Ese es el peso de esta elección, con una Asamblea Legislativa dispuesta a reivindicarse y a pelear por su dignidad y autoestima política, de manera que se recupere la función constitucional de que quien legisla es el Parlamento y no la Sala, entonces esa es la posibilidad que tenemos de revertir esas locuras…
Notas
(1) El Tribunal Supremo Electoral está compuesto por cinco integrantes, perteneciendo sólo uno de ellos al FMLN.
(2) El domingo 4 de marzo se eligen en El Salvador Diputaciones a la Asamblea Legislativa y Consejos Municipales.
(3) El 29 de julio del año 2010, la Sala de lo Constitucional de El Salvador conoció un recurso de inconstitucionalidad cuyo fallo cambiaría el sistema político y la forma en que la población había ejercido el sufragio hasta entonces, mediante la implementación por vía jurisprudencial del voto preferente o el “voto por rostro”. Esto implica que cada ciudadano emitirá su voto haciendo cualquier marca, en el espacio (casillero) asignado al partido político o coalición de preferencia, evidenciando su intención de voto.
(4) Refiere a que es posible votar por lista completa (o sea por partido) o a distintos candidatos de diferentes partidos políticos, incluso los candidatos independientes.
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