René González Sehwerert: Que cada uno exprese su iniciativa
Que cada uno exprese su iniciativa pide René González Serhwerert, en relación con la demanda de libertad para sus compañeros aún presos en cárceles de Estados por luchar contra el terrorismo.
Por Víctor Hugo Purón Fonseca
Fotos: Leonel Escalona Furones
“Me voy satisfecho”, declara con seguridad René González Sehwerert, al término de uno los varios encuentros del luchador anterrorista cubano, y de su esposa Olga Salanueva Arango, con estudiantes y trabajadores guantanameros, a quienes califica como el recurso más importante con que cuenta el territorio.
“La gente es muy cariñosa, nos dan muchas muestras de afecto y de identificación con la causa de la libertad de mis hermanos Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez”, dice el Héroe de la República de Cuba en diálogo con este periodista.
“Sostener estos contactos con el pueblo forma parte de mi compromiso con Cuba, cuyo pueblo hizo suya desde el principio la causa de la libertad de los Cinco, y en estos encuentros se fortalece mi certeza de la justicia de ese empeño, de ahí que esté satisfecho de sus resultados”.
La participación de la gente común
Advierte René, de 58 años, que con este tipo de actividades “he estado tratando de darle aire a lo que considero mi deber, a generar iniciativas diversas que rompan moldes, porque el tiempo transcurre y podemos caer en la rutina”.
Por eso, dice, siempre está concentrado en generar nuevos proyectos que contribuyan a romper el muro de silencio con que los grandes medios de difusión tratan de mantener invisible para las mayorías la injusticia que se sigue cometiendo en el caso.
“Con acciones como la del lazo amarillo, que tuvo tan generosa acogida entre nuestro pueblo, intentamos estimular la participación popular, porque son acciones que involucran a la gente, al cubano común, que se hace protagonista de un hecho creativo.
“Lo otro es llevar esta lucha al escenario de los Estados Unidos, a la Casa Blanca, a los Departamentos de Estado y de Justicia, al Capitolio, y que los decidores de la política sientan el peso de la vergüenza mundial, por la injusticia que se comete al castigar a quienes luchan contra el terrorismo, y tomen la decisión más inteligente que es liberarlos ya”, dice, enfático.
Resalta que este elemento implica diversas variables en el trabajo, que ha empezado a tener mayor peso en cuanto a transmitir allí el reclamo mundial de libertad para Gerardo, Ramón y Tony.
“Al respecto, ya se han realizado tres jornadas de solidaridad en Washington, los empeños se han hecho más participativos, y ojalá no hagan falta más, pero en caso necesario se continuarán multiplicando, se está preparando bien y tratando de que no se quede nada para favorecer el proceso de decisión favorable a nuestros hermanos”.
Para René ha sido impresionante la expresión del cariño de la gente hacia él y sus compañeros desde la primera vez que salió a la calle tras su regreso a la Patria, lo cual ejemplifica con anécdotas.
“Muestra de esa diversidad y de la expresión de la individualidad, de las cosas que me hacen pensar en cómo estimular esas formas de participación, fue lo que nos sucedió en Candelaria, Pinar del Río, donde una señora se quitó los zapatos porque había hecho una promesa de andar descalza por nuestra libertad.
“También una vez en Santa Cruz de los Pinos una viejita me hizo besar la cruz que colgaba en su pecho, y otra, en La Habana Vieja, en plena calle un borrachito viene y me planta un beso y le dice a la mujer que iba con él: ¡Bésalo, anda, bésalo!”, sonríe.
Revela que ese tipo de cosas le han llegado hondo, pues muestran el sentimiento de la gente con espontaneidad, dando cariño e identificación. “Hay que promover esa actitud, porque es importante la libertad de iniciativas y la uniformidad espanta”.
Siempre me dedico al trabajo de los Cinco
Explica que en todo momento se dedica al trabajo relacionado con la causa de los Cinco, incluso en el frente legal, con diferentes instituciones internacionales, en aspectos de la ciencia legal para la solución del caso, y sostiene entrevistas al respecto con personalidades políticas de diferentes ámbitos.
“Por otra parte, y tomando en cuenta que soy un individuo analógico y de cuerda, como los comunes relojes de otra época, es decir, no soy de la generación digital, no se me da mucho el empleo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la electrónica, para la información de la causa.
“Pero recientemente los jóvenes me han convencido de la utilidad de incursionar en las redes sociales de Internet, estoy en Twitter, y voy a abrir próximamente un blog dedicado a la Libertad de los Cinco”.
No obstante, este nativo del pueblo habanero de San Nicolás de Bari, asegura que, dedicado plenamente a conseguir que sean liberados sus hermanos, también disfruta de su vida en libertad, que es feliz, en unión de su esposa y sus hijas Ivette e Irma.
Igualmente asegura que le gusta la música buena (“incluso la llamada urbana, si es buena, repito, como la de Calle 13”) y sigue sintiendo pasión por los deportes aéreos, que siempre practicó, como el paracaidismo (“salté por última vez en 1985”) y las acrobacias como piloto, y los deportes acuáticos, como el buceo.
Por Víctor Hugo Purón Fonseca
Fotos: Leonel Escalona Furones
“Me voy satisfecho”, declara con seguridad René González Sehwerert, al término de uno los varios encuentros del luchador anterrorista cubano, y de su esposa Olga Salanueva Arango, con estudiantes y trabajadores guantanameros, a quienes califica como el recurso más importante con que cuenta el territorio.
“La gente es muy cariñosa, nos dan muchas muestras de afecto y de identificación con la causa de la libertad de mis hermanos Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez”, dice el Héroe de la República de Cuba en diálogo con este periodista.
“Sostener estos contactos con el pueblo forma parte de mi compromiso con Cuba, cuyo pueblo hizo suya desde el principio la causa de la libertad de los Cinco, y en estos encuentros se fortalece mi certeza de la justicia de ese empeño, de ahí que esté satisfecho de sus resultados”.
La participación de la gente común
Advierte René, de 58 años, que con este tipo de actividades “he estado tratando de darle aire a lo que considero mi deber, a generar iniciativas diversas que rompan moldes, porque el tiempo transcurre y podemos caer en la rutina”.
Por eso, dice, siempre está concentrado en generar nuevos proyectos que contribuyan a romper el muro de silencio con que los grandes medios de difusión tratan de mantener invisible para las mayorías la injusticia que se sigue cometiendo en el caso.
“Con acciones como la del lazo amarillo, que tuvo tan generosa acogida entre nuestro pueblo, intentamos estimular la participación popular, porque son acciones que involucran a la gente, al cubano común, que se hace protagonista de un hecho creativo.
“Lo otro es llevar esta lucha al escenario de los Estados Unidos, a la Casa Blanca, a los Departamentos de Estado y de Justicia, al Capitolio, y que los decidores de la política sientan el peso de la vergüenza mundial, por la injusticia que se comete al castigar a quienes luchan contra el terrorismo, y tomen la decisión más inteligente que es liberarlos ya”, dice, enfático.
Resalta que este elemento implica diversas variables en el trabajo, que ha empezado a tener mayor peso en cuanto a transmitir allí el reclamo mundial de libertad para Gerardo, Ramón y Tony.
“Al respecto, ya se han realizado tres jornadas de solidaridad en Washington, los empeños se han hecho más participativos, y ojalá no hagan falta más, pero en caso necesario se continuarán multiplicando, se está preparando bien y tratando de que no se quede nada para favorecer el proceso de decisión favorable a nuestros hermanos”.
Para René ha sido impresionante la expresión del cariño de la gente hacia él y sus compañeros desde la primera vez que salió a la calle tras su regreso a la Patria, lo cual ejemplifica con anécdotas.
“Muestra de esa diversidad y de la expresión de la individualidad, de las cosas que me hacen pensar en cómo estimular esas formas de participación, fue lo que nos sucedió en Candelaria, Pinar del Río, donde una señora se quitó los zapatos porque había hecho una promesa de andar descalza por nuestra libertad.
“También una vez en Santa Cruz de los Pinos una viejita me hizo besar la cruz que colgaba en su pecho, y otra, en La Habana Vieja, en plena calle un borrachito viene y me planta un beso y le dice a la mujer que iba con él: ¡Bésalo, anda, bésalo!”, sonríe.
Revela que ese tipo de cosas le han llegado hondo, pues muestran el sentimiento de la gente con espontaneidad, dando cariño e identificación. “Hay que promover esa actitud, porque es importante la libertad de iniciativas y la uniformidad espanta”.
Siempre me dedico al trabajo de los Cinco
Explica que en todo momento se dedica al trabajo relacionado con la causa de los Cinco, incluso en el frente legal, con diferentes instituciones internacionales, en aspectos de la ciencia legal para la solución del caso, y sostiene entrevistas al respecto con personalidades políticas de diferentes ámbitos.
“Por otra parte, y tomando en cuenta que soy un individuo analógico y de cuerda, como los comunes relojes de otra época, es decir, no soy de la generación digital, no se me da mucho el empleo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la electrónica, para la información de la causa.
“Pero recientemente los jóvenes me han convencido de la utilidad de incursionar en las redes sociales de Internet, estoy en Twitter, y voy a abrir próximamente un blog dedicado a la Libertad de los Cinco”.
No obstante, este nativo del pueblo habanero de San Nicolás de Bari, asegura que, dedicado plenamente a conseguir que sean liberados sus hermanos, también disfruta de su vida en libertad, que es feliz, en unión de su esposa y sus hijas Ivette e Irma.
Igualmente asegura que le gusta la música buena (“incluso la llamada urbana, si es buena, repito, como la de Calle 13”) y sigue sintiendo pasión por los deportes aéreos, que siempre practicó, como el paracaidismo (“salté por última vez en 1985”) y las acrobacias como piloto, y los deportes acuáticos, como el buceo.
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