Resumen Latinoamericano (Texto y fotos), 24 de febrero de 2016 – Ni los 34 grados que partían el asfalto de Buenos Aires, ni el “protocolo de seguridad” dictado por el gobierno argentino impidieron que miles de personas se movilizaran hoy en Buenos Aires, convocadas por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Sindicatos, movimientos sociales, partidos políticos de izquierda y colectivos LGTB coparon el centro de la capital levantando consignas concretas: aumento de salarios, reincorporación de los miles de despedidos en los últimos meses, la finalización de la precarización laboral, en defensa del sistema provisional y en rechazo a la judicialización de la protesta.
Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a concentrarse gremios y organizaciones en diferentes puntos de Buenos Aires para converger, después de varias horas de marcha, en Plaza de Mayo, en donde se calcula transitaron más de 20 mil personas.
Con un fuerte contingente policial cerrando el paso hacia la Casa Rosada, la movilización tuvo en el batir de bombos y redoblantes, y en las voces que cantaron su repudio al actual gobierno, una respuesta contundente a las medidas tomadas por el Ejecutivo.
Resumen Latinoamericano dialogó con varios participantes en la marcha, que coincidieron en rechazar las políticas aplicadas por la administración Macri.
“Vuelven las viejas recetas”
Para Julio Fuentes, titular de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE), el paro nacional es en repudio al gobierno nacional, pero también contra “los gobernadores e intendentes que se han sumado” a las políticas del Ejecutivo. Fuentes explicó que los trabajadores y las trabajadoras del país “ya vivimos esto que nos venden como ‘modernidad’, pero son viejas recetas de la década del noventa, que pusieron al pueblo argentino al borde de una guerra civil”. El dirigente de CLATE señaló que el gobierno de Macri “va a tener que reflexionar porque somos muchos movilizándonos”.
Olivia Ruíz, jubilada e integrante de ATE, remarcó que el paro “se debe a la quita del 82% móvil en Córdoba y Tierra del Fuego, a las reformas previsionales que nos van a dejar en la ruina y para acompañar a nuestros compañeros activos, porque todo lo que ellos consigan va a favorecer a los jubilados”. Al ser consultada por las posibles respuestas del presidente Macri a esta medida de fuerza, Ruiz aseguró que “no nos importa porque nosotros vamos por todo”.
“Macri banaliza el genocidio”
Mientras la movilización avanzaba hacia Plaza de Mayo bajo un sol abrasador, también hubo tiempo para las críticas hacia la peligrosa política de derechos humanos de Mauricio Macri. Así lo alertó Enrique Fukman, de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos: “Macri está intentando reinstalar la teoría de los dos demonios, banalizando al genocidio (realizado por las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983) y los lugares de la memoria, reuniéndose con los familiares de los genocidas en la propia ESMA, planteando al pueblo argentino que se terminaron, en forma definitiva, las reivindicaciones de juicio y castigo a todos los culpables”.
Fukman advirtió también la violación de los derechos básicos actuales: “Desde el primer día, el gobierno empezó a vulnerar los derechos de todo el pueblo argentino. Hizo una transferencia inmensa de riquezas de los sectores populares a los grandes grupos concentrados a través de la devaluación y del retiro de las retenciones a las patronales del campo, industriales y mineras. Por otro lado, hubo aumentos de precios, que en la canasta familiar, en algunos casos, llega al 100%. Y también quiere limitar los salarios y las paritarias, por lo cual está vulnerando el derecho a una vida justa a los argentinos. Para garantizar esto empezó reprimiendo y después sancionó el protocolo de seguridad con el cual quiere impedir los reclamos por nuestros derechos”.
“Queremos un pueblo libre”
Incansable y siempre sonriente, quien también se sumó a la marcha fue Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo –Línea Fundadora-. Detrás de una bandera que denunciaba a las transnacionales mineras en la zona de Andalgalá, Nora se solidarizó con todos los trabajadores y las trabajadoras despedidas y criticó a Macri por “herir al pueblo”. “No queremos protocolo de seguridad, ni más represión y mucho menos judicialización y criminalización de la protesta. Queremos que este pueblo sea libre para expresarse”, afirmó Cortiñas.
Al ser consultada por el arribo del presidente estadounidense Barack Obama a Argentina el 24 de marzo (fecha del golpe de Estado de 1976), la Madre de Plaza de Mayo aseveró que “es un despropósito y menos aún llevarlo a la ESMA”, donde funcionó el centro clandestino de detención más grande de Argentina. La llegada de Obama “es una provocación al pueblo” y un intento de “querer borrar nuestra historia de lucha” con la presencia del mandatario norteamericano.
“Luchar por una Argentina más justa”
En declaración a BarricadaTV, Nicolás Villarreal, integrante de la CTEP de Florencio Varela, expresó que ya pasaron 60 días del gobierno de Macri y “vemos que, hasta el momento, no se ha tomado ninguna medida para los sectores populares y humildes”. Por el contrario, Villarreal aseguró que la actual política oficial genera “despidos, inflación, aumentos en la tarifa de luz, gas y electricidad, y lo que viene adelante es un panorama profundamente complejo para los sectores populares”.
En esta movilización, destacó el miembro de la CTEP, “estamos un conjunto de organizaciones de distintas ideologías políticas que buscan la unidad de los trabajadores, de los estudiantes, y de todos los sectores que quieren luchar por una Argentina más justa”.
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