Por Página12 / Resumen Latinoaericano / 8 de Enero 2016.-
La Asamblea Jáchal No Se Toca presentó a la Corte Suprema una
investigación encargada por la minera canadiense, y nunca difundida por el
Estado sanjuanino, que confirma el daño ambiental infligido por el proyecto
minero en la cuenca del Río las Taguas.
Trasnacional Barrick Gold sigue causando daños
ambientales en Chile y Argentina, confirma estudio
La empresa Barrick Gold sigue
causando daño ambiental en San Juan según aseguró Diego Seguí, abogado de la
Asamblea “Jáchal No Se Toca”, quien amplió la demanda contra la multinacional
canadiense por contaminación en la cuenca del Río las Taguas en el fallido
proyecto binacional de Pascua Lama. La presentación ante la Corte Suprema de la
Nación incluyó un informe realizado para la minera por la consultora Knight
Piésold, al que accedió PáginaI12, y que confirma la afectación severa en la
vegetación y la acidificación de las aguas por metales pesados.
“Están causando daño sin haber iniciado la actividad”, aseguró el
abogado demandante tras analizar el informe de la consultora, y agregó “que el
ministerio de Minería de la provincia nunca difundió el estudio”.
Los análisis realizados por Knight Piésold de la vegetación en las vegas
–el terreno bajo que puede ser inundado– localizadas en el río de Las Taguas,
principal afluente del río Jáchal, muestran una “afectación severa de las
plantas” y que eso “modifica sustancialmente las condiciones fisicoquímicas
bajo las cuales se desarrolla la vega”. Sobre las aguas, el informe dice que
“la acidificación se traduce en un aumento en la disponibilidad de algunos
metales, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y zinc”.
Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional (argentino-chileno)
del mundo. Emplazado a 4500 metros sobre el nivel del mar, del lado chileno
está radicado en la comuna de Alto del Carmen en la Provincia de Huasco,
mientras que en la Argentina se ubica en el departamento Iglesia en San Juan.
Como la mayor cantidad de mineral está del lado chileno (70 por ciento),
el emprendimiento contemplaba trasladar lo extraído hasta el lado argentino
para procesarlo. Para eso, se construyó un túnel de seis kilómetros de largo,
que vincula ambos lados de la cordillera.
Pero en 2013 la justicia chilena paralizó las obras en ese país por la
destrucción de glaciares (el Toro 1 y 2) y la contaminación de recursos
hídricos.
Seguí explicó a PáginaI12 que del lado argentino “cuando abren el túnel
se encuentran con que tienen que administrar un flujo de agua que drena e
inunda permanentemente”. Esto era “obvio para nosotros que iba a pasar porque
taladraron una zona periglaciar”, añadió.
“Por el drenaje continuo desarrollaron piletas de decantación, y tienen
que calcificar (agregar cal) para bajarle el pH (medida de alcalinidad) al
agua. Pero aún con las piletas y la cal no pudieron bajar el flujo de agua y
esta contaminando el río Jáchal”, aseguró Seguí.
Ricardo Vargas, referente de la asamblea y demandante en la causa,
explicó a este diario que “del túnel que tiene unos seis metros de diámetro, el
agua cae por la paredes a razón de unos 79 litros por segundo, desde el año
2009. Sale la tierra color naranja y tiene un tratamiento, y ese barro es
declarado residuo peligroso por la provincia de San Juan. Al agua se le echa
cal porque el pH bajo quema la vida de los ríos, y desde desde 2009 gastan
fortunas en echar cal al desagüe porque no lo pueden parar. Son cinco millones
de litros de agua sumamente ácida por día, y ocurre porque rompieron un
ambiente periglaciar que esta protegido por ley”.
“Es todo tan impune que el túnel se llama Marcelo, por Marcelo
Ghiglione, el secretario de Control Minero de San Juan,al que echaron después
del último derrame de cianuro, y las piletas llevan los nombres de sus hijas”,
aseguró Vargas.
De acuerdo con Seguí, los datos de la consultora de la Barrick concuerdan
con los últimos análisis de control de aguas en el río Las Taguas realizados en
octubre y diciembre pasados la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo), y que
advertían por el aumento de metales pesados en los siete puntos en los que se
recogen muestras. “Esos niveles serían explicables por estos derrames que están
agregando metales”, estimó Seguí.
“Esta es la segunda cautelar que presentamos, la primera fue hace como
tres años. En Chile, con mucho menos que lo que presentamos nosotros, el mismo
tribunal, la Corte Suprema vecina, suspendió las obras por haber afectado un
glaciar binacional. Y mientras nosotros pedimos el cierre definitivo, la
empresa está pensando en reformular el emprendimiento con naturaleza nacional,
lo que en caso de prosperar requeriría un nuevo análisis de impacto ambiental”,
sostuvo el abogado.
En relación a la demanda sobre Pascua Lama que se tramita ante el máximo
tribunal argentino, Vargas sostuvo que “el proceso viene siendo demorado desde
hace años”, y remarcó que los jachalenses tienen puestas sus expectativas en la
causa paralela sobre la violación a la ley de glaciares que lleva el juez
Sebastián Casanello, quien tiene pendiente un dictamen.
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