Hace cuarenta años, el 26 de junio de 1975, dos agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) -Jack Coler y Ron Williams- entraron en la propiedad privada de la reserva india de Pine Ridge, Dakota del Sur. Condujeron vehículos sin identificación, vestían ropas de civil, y descuidadamente no se identificaron como agentes de la ley. Al parecer, tratarían de arrestar a un joven indio por el supuesto robo de un par de botas de vaquero.
En ese momento, miembros del Movimiento Indio Americano (AIM) estaban acampando en la propiedad (les habían pedido proteger a los ancianos de la violencia extrema en la reserva).
Por razones desconocidas, se desató un tiroteo. Una familia con niños pequeños quedó atrapada en el fuego cruzado. A lo largo de la estancia, la gente gritaba que estaban bajo ataque y muchos de los hombres presentes se apresuraron a devolver el fuego. Cuando terminó la escaramuza, los dos agentes del FBI estaban muertos. Un joven nativo americano, Joe Stuntz, también yacía muerto, a causa del disparo en la cabeza de un francotirador.
El activista Leonard Peltier fue condenado injustamente en 1977, a propósito de la muerte a tiros de los dos agentes del FBI. Encarcelado durante casi 40 años, actualmente en la prisión federal de Coleman, Florida, Peltier ha sido reconocido como un preso político por Amnistía Internacional. Nelson Mandela, Desmond Tutu, 55 miembros del Congreso de EEUU y otras personalidades, incluyendo un juez que integró la Corte en dos de las apelaciones de Peltier, todos han pedido su liberación inmediata. Ampliamente reconocido por sus obras humanitarias y seis veces candidato al Premio Nobel, Peltier también es un escritor y pintor consumado.
Durante dos años antes de la balacera, los residentes de la reserva fueron víctimas de palizas, tiroteos y apuñalamientos llevados a cabo por los vigilantes locales que colaboraban con el FBI. Los activistas de AIM fueron forzados a una postura defensiva para proteger no sólo sus vidas, sino las vidas de los demás, ancianos, mujeres y niños. De hecho, los coacusados del Sr. Peltier fueron absueltos por razones de defensa propia. Si hubiera sido juzgado con sus coacusados, Peltier también habría sido absuelto.
La evidencia demuestra la intención del gobierno de Estados Unidos de lograr la condena del Sr. Peltier, por cualquier medio, incluyendo la falsificación de documentos de extradición y el fraude intencional ante un tribunal canadiense, así como obligar a los testigos para que ofrecieran falsos testimonios, y la supresión de pruebas de la inocencia del Sr. Peltier durante su juicio. El propia gobierno admitió años después que había falsificado las pruebas de balística, la parte más crítica de la acusación contra el Sr. Peltier. Aunque los tribunales han reconocido la evidencia de mala conducta del gobierno, Peltier se le ha negado un nuevo juicio.*
El caso de Peltier ha sido examinado por el reconocido autor Peter Matthiessen (“In the Spirit of Crazy Horse”) y por una película documental producida y narrada por Robert Redford (“Incident at Oglala”). La falta de equidad en todas las etapas del caso de Peltier, preocupa a muchas personas de todo el mundo y ha conducido a gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales de derechos humanos a cuestionar el encarcelamiento continuo de Peltier.
La facultad de conmutar dos cadenas perpetuas de Peltier ahora recae en el presidente Barack Obama.
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* Estados Unidos Versus Leonard Peltier: Evidencia de una condena injusta. De los archivos de la Oficina Federal de Investigaciones en http://goo.gl/ZbP45h
(Con información de Who is Leonard Peltier)
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