La señora Mitzy de Ledezma, esposa del torturador de abuelitos y abuelitas, Antonio Ledezma, pretendió derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro con un análisis político, aunque para su pesar el tiro le salió por la culata.
Textualmente escribió que el Gobierno “se sostiene en el poder para asombro del mundo”. Así lo expresó en su trabajo titulado El festín del BCV con Pdvsa.
Resulta lógico que esta dama admita su sorpresa, pues, ella se encuentra entre quienes conocen de cerca la millonada mundial invertida para arrasar de la faz de la tierra a la Revolución Bolivariana; tiene conciencia plena del laboratorio infernal que desde todo punto de vista se arma diariamente con el objetivo de fulminar la voluntad del pueblo venezolano que para su molestia, no se rinde y no se rendirá como lo dicen los números.
La esposa del torturador se encuentra entre quienes esperaban saqueos, asalto a Miraflores, quema de autobuses, destrucción de establecimientos, toma de medios, rebelión de pensionados y una serie de reacciones populares que para su despecho, no llegaron nunca. Todo lo contrario, son sus compinches quienes no han vacilado en continuar sembrando terror, especulación, ataques a la divisa, economía inducida, guerra mediática, sabotaje eléctrico y hasta asesinatos selectivos.
Semejante “inversión” ha ido al bote de la basura luego de estrellarse con la férrea voluntad del soberano que decidió conducir su destino por el camino del socialismo chavista.
Lo bueno de todo es que en doña Mitzy operó el milagro del entendimiento. Tal vez sea fruto del paseo que dio al Vaticano en diciembre de 2016.
Quien no debe estar muy alegre es su esposo Toño, el mismo que ordenaba reprimir a abuelos y abuelas que reclamaban su pensión cuando él fue un infausto gobernador del entonces Distrito Capital.
¡Milagro en Mitzy! La esposa del torturador de abuelos admitió que a Maduro no lo tumba nadie
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