Un nudo en la garganta, los ojos se me aguaron y quedé tranquilo largo rato.
Una incansable luchadora, martiana, latinoamericana, internacionalista, REVOLUCIONARIA, partía.
Trabajamos al principio con sus correos que por acá distribuíamos y luego en las redes. La diferencia horaria nunca fue un problema, ella no dormía, siempre trataba de ser la primera. Escribía, seleccionaba, editaba, agregaba sus fotos u otras bien seleccionadas, publicaba, distribuía, era incansable y difícil de igualar.
A todos los proyectos ella se sumaba y siempre lo hacía con calidad.
Discutimos, nos peleamos, siempre por hacerlo mejor, terminábamos protestando pero tratando de complacernos; Rosa es un gran ejemplo.
Donde esté, ya La Polilla estará organizando un nueva red, estará tratando de romper el bloqueo mediático, llevando la verdad, luchando siempre por la Cuba Socialista, por la América Bolivariana, por los saharaui, por la libertad de Ana Belén,… por todas las causas que la necesiten; Rosa, La Polilla no ha muerto, no morirá, hay mucho aun por hacer y ella está en todos los proyectos por la justicia, por la paz.
¡Hasta la Victoria Siempre Polilla!
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