Debemos recordar que antes de aquel 29 de mayo de 1969, ya el movimiento estudiantil se movilizaba en todo el país por sus reclamos y también, contra la dictadura de Onganía. Así fue que se produjo el Correntinazo, donde el aparato represivo se llevó la vida del compañero estudiante Cabral; y luego el Rosariazo, donde se nos llevan también la vida de Bello, otro estudiante…
Con esa bronca contra el régimen, con esa rebeldía que se iba organizando – entre trabajadores y estudiantes- se llega a las huelgas en Córdoba en mayo del ´69.
Con esa bronca contra el régimen, con esa rebeldía que se iba organizando – entre trabajadores y estudiantes- se llega a las huelgas en Córdoba en mayo del ´69.
Hoy, ante las dificultades de enfrentar un gobierno oligarca conservador, capitalista y proimperialista, que nos ha dejado el desastre oportunista y colaboracionista de la década pasada, es que estos ejemplos de nuestros antecesores, son imprescindibles en pos de recuperar sus enseñanzas.
Allí estaban coordinando el clasismo de René Salamanca, el peronista incorregible de Atilio López, y el combativo de Agustín Tosco. Para esa altura ya se había desarrollado hacia el seno del Movimiento más grande de masas de nuestra historia, la tendencia que denunciaba claramente el descreimiento y se evidenciaba el fracaso de intentar una conciliación de clases en una “Comunidad Organizada”. Cuba era el faro de la disputa entre dos propuestas de sistemas claros. Y el Nacionalismo Popular Revolucionario en nuestro país había iniciado – en el despertar de las conciencias populares y trabajadoras- el camino hacia la conquista de la PATRIA SOCIALISTA. Los dirigentes sindicales, sabían que no alcanzaba con la lucha reivindicativa por mayor salario y mejores condiciones laborales, era impensada la lucha sindical sin la formación y organización política para tomar postura en la disputa de poder. Esos dirigentes sindicales no dudaron en ser voceros de sus asambleas, de sus compañeros trabajadores, y desobedecieron a las cúpulas burocráticas de las Centrales y sus propios Sindicatos madre. Se lanzaron a la construcción de las Coordinadoras y la unidad con los que luchan. Traían el mandato de la proclama de 1968 de la histórica CGT de los Argentinos: “Unirse desde abajo, Organizarse combatiendo”.
Por eso hoy, cuando nos vienen a convidar de falsas propuestas combativas, con discursos de barricada sin poder resistir un archivo, ya que fueron parte del colaboracionismo mientras otros eran perseguidos, encarcelados, desaparecidos y hasta muertos en plena democracia, no podemos olvidar estos ejemplos de vida. No nos interesa la Unidad que nos proponen las cúpulas de las Centrales Sindicales; la mayoría de las y los trabajadores no le creemos a aquellos que solo buscan su interés personal. Queremos los ejemplos de las Coordinadoras Sindicales en Lucha, queremos seguir a las y los referentes que disputan la conducción de sus sindicatos para ponerlos al servicio de la voluntad del Pueblo. Nos enorgullece ser continuidad, y obstinada coherencia en la construcción de un sindicalismo de liberación que tenga como principal objetivo elevar los niveles de conciencia de clase, organizar el odio por la opresión y la injusticia capitalista combatiendo cotidianamente contra el espontaneísmo, y proponiendo a cada trabajador y trabajadora -que se decide por emanciparse – formar parte de una organización política que nos brinde las herramientas para la concreta y real lucha de poder para arrebatar de las manos de los dueños de todo y de siempre el futuro de próximas generaciones.
Ese es el mejor homenaje que hacemos todos los días a nuestras y nuestros compañeros del Cordobazo y de tantas batallas libradas en la historia popular Argentina, por la emancipación del Pueblo Trabajador y la definitiva Independencia de la Nación.
Por ello es que, como continuidad y consecuencia de dicho proceso histórico del Pueblo argentino, ligamos al Cordobazo otro hecho significativo en la lucha contra el régimen, y lo entendemos como un salto más en el nivel de conciencia en la escalada de intensidad en los enfrentamientos que elevaban las condiciones subjetivas, y de organización política del Pueblo Trabajador. Fue de su seno, que emergían los jóvenes que comenzaban a sumarse a las organizaciones políticas revolucionarias. Hablo de aquellos jóvenes que ante la ferocidad aniquiladora del régimen de Onganía, ante los intentos de que se extendiera en el tiempo la tiranía de la dictadura cipaya, con la injusticia de haber quedado impunes los responsables del bombardeo de la Plaza de Mayo en el ´55, o de los fusilamientos de 27 compañeros en el ´56, del secuestro del cuerpo de la compañera Evita, de la proscripción y del desmantelamiento de toda la Constitución Nacional del ´49, incluso asumiendo la disputa ideológica y la lucha de clases dentro del propio Movimiento peronista; no se tentaron con atajos oportunistas, no se confundieron con los cantos de sirenas desafinadas proponiéndoles victorias rápidas, con engorde de masas amontonadas, para después ser entregadas y conducidas por los partidos del sistema.
Esos jóvenes, un año después del Cordobazo, un 29 de mayo de 1970, también trascendieron su historia y provocaron el Aramburazo. Un hecho que volvió a poner en escena el odio de clase, que reivindicó la organización por sobre los espontaneísmos como indicaba Lenin, un cimbronazo y sacudón para la represión, las buenas costumbres y los buenos modales de la “correcta” y parlamentarista política de la democracia burguesa.
Y sobre todo lo resaltamos al mismo nivel que las puebladas obreras y estudiantiles de un año atrás, porque entendemos que fue el Pueblo Trabajador que ha parido a esos jóvenes, y que jamás debe olvidar ni abandonarlos a merced de la pluma enemiga; y debe mantenerlos como parte de su fuego sagrado para próximas batallas por la demostración de coraje, de entrega y amor a su clase de tantas hijas e hijos del Pueblo, que dieron hasta la propia vida por el proyecto revolucionario socialista.
Y sobre todo lo resaltamos al mismo nivel que las puebladas obreras y estudiantiles de un año atrás, porque entendemos que fue el Pueblo Trabajador que ha parido a esos jóvenes, y que jamás debe olvidar ni abandonarlos a merced de la pluma enemiga; y debe mantenerlos como parte de su fuego sagrado para próximas batallas por la demostración de coraje, de entrega y amor a su clase de tantas hijas e hijos del Pueblo, que dieron hasta la propia vida por el proyecto revolucionario socialista.
Esos jóvenes organizados políticamente, llevaron por la fuerza al banquillo de los acusados a uno de los mentores y conductores de todos esos 18 años de represión, persecución, atropello y muerte a la voluntad del Pueblo; y en un juicio revolucionario dieron sentencia de muerte al propio régimen.
Por todo ello, es que no estamos permitidos a desviar el camino, no podemos dar un paso atrás con semejantes ejemplos de vida. Nuestro mejor homenaje, así como ellos lo hicieron ayer, es no claudicar hoy. Así como ellos enfrentaron al Gran Acuerdo Nacional que terminó por fagocitarse y conseguir luego de nuestra derrota, que el Partido Justicialista hoy sea el mayor exponente del sistema liberal capitalista atado a los intereses foráneos, que hoy la mayoría de los partidos respondan con discursos más de derecha o de izquierda al proyecto liberal del enemigo; nosotros también estamos mandatados a rebelarnos contra las burocracias de las cúpulas sindicales, a construir nuestras organizaciones revolucionarias y a dar hasta la vida si es necesario para no hipotecar otra generación de militantes en manos de farsantes oportunistas del sistema.
Lo seguiremos intentando una y otra vez, junto a aquellas organizaciones que también hoy siguen de pie sin desviar el rumbo; allí nos iremos encontrando, con hechos concretos como aquel puño en el colchón que unificó a los marxistas-leninistas, y definió a muchos peronistas, a maoístas, y a toda la militancia que tiene necesidad de formarse y ser revolucionarias. Ni un paso al costado, ni un paso atrás. Sin atajos de efímeras victorias que se convierten luego rápidamente en derrotas. Un camino digno, de lucha, hacia la PATRIA SOCIALISTA. Con menos no nos conformamos.
¡¡¡ACÁ NO SE RINDE NADIE!!!
Y TODO ELLO, ¡¡¡HASTA QUE, CONSCIENTE DE SU ANSIA DE LIBERTAD, IRRUMPAN LAS ORGANIZACIONES REVOLUCION ARIAS, Y EL PUEBLO MANDE!!!
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