El Duende 5 de julio, 2016
Traducido desde el Más allá por Max Lesnik
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Tanto en Cuba como en Miami se está desarrollando una
ola de predicciones fatalistas según la cual están dadas las
condiciones, para que en la isla se produzca un estallido
social de gran envergadura que haría descalabrar la paz y la gobernabilidad que
existe hoy en la nación cubana.
Se
dice entre otras cosas, que volverán los “apagones” de
cuando el denominado “Periodo Especial” de los
años noventa del pasado siglo XX, algo que para el decir
de algunos haría incontable la situación, dando al traste con
la convivencia pacífica entre los cubanos de la
isla y en con secuencia, de esas protestas callejeras
incontrolables, podría producirse un nuevo éxodo masivo de cubanos
como la crísis de los “balseros” de 1994 de imprevisibles
consecuencias para las nuevas relaciones diplomáticas que
existen entre Washington y La Habana.
En
fin, una total debacle que echaría por
tierra todos los logros de desarrollo económico y de cambios
positivos que se han obtenido en los años más
recientes.
Los
rumores son rumores pero como se dice que cuando
el rio suena es porque piedras trae, no creo que sea
una buena política del gobierno cubano dejar que los
rumores tomen cuerpo en la calle, como consecuencia entre
otras cosas, por causa del silencio que se hace por
parte de los organismos del Estado y sus funcionarios sobre
asuntos que afectan el vivir normal de los cubanos.
Frente
a estos agoreros del desastre se impone una respuesta firme
con la verdad en la mano que sirva de freno a las
versiones catastróficas que andan circulando
dentro y fuera de Cuba. Se debe tomar el toro por los
cuernos, diciendo de manera clara y precisa cuál es la
situación real por la que atraviesa el país, de
manera que el pueblo cubano afronte la realidad de los
hechos, sin temor ni vacilaciones, como se ha hecho en
anteriores ocasiones, aún más difíciles, por las que ha
atravesado la Revolución cubana.
Estamos
frente a una nueva ola peligrosa de rumores,
“dimes y diretes” sobre la situación cubana-
reflejados principalmente en la Internet- que está
siendo desatada por estos agoreros del desastre que
nada tienen de cubanos bien intencionados. Frente a ellos y a los
que están detrás de ellos, solo la verdad de los hechos
cabe como adecuada respuesta. Porque el silencio nunca
ha sido respuesta.
Y
hasta mañana miércoles amigos de El Duende que con mi gallo me
voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
No olvidemos lo que dijo Sócrates
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