Sus piecitos soportan su andar,
de norte a sur y de este a oeste,
ese que sabe anidar
el coraje contra el funesto presente.
Lento caminar, pero sin dudar;
voz pausada, pero doliente
y habla de frente para desnudar
esa impunidad impertinente.
Piecitos inquietos que no paran y que soportan vientos para desen
fundar
esa verdad que se oculta y no casualmente,
en el torbellino gris de ese turbio ahondar
cualquier injusticia en el pasado y en el presente.
Son esos piecitos que rondan la Plaza para refundar,
cada jueves, la lucha creciente
por la memoria para no olvidar
y por la verdad y la justicia, para hacerla potente.
Dedicado a Nora Morales de Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo -
Línea Fundadora.
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