26 DE OCTUBRE 2015
ELECCIONES ARGENTINA 2015
El candidato del Frente para la Victoria y el de Cambiemos competirán por la presidencia el 22 de noviembre
Scioli ganó por poco y va a un difícil ballottage con Macri
EL ABISMO DE ANÍBAL FERNÁNDEZ Y MARTIN SABBATELLA: AMBOS PROVOCARON QUE EL MACRISMO SE INSTALE COMO GANADOR EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
LA OTRA GRAN DERROTA: LA DE LOS ENCUESTADORES.
En un lento recuento, Daniel Scioli se imponía en la madrugada por menos de dos puntos a Mauricio Macri y definirán en segunda vuelta. María Eugenia Vidal dio el batacazo en la provincia de Buenos Aires ante Aníbal Fernández.
Por Fernando Cibeira
Daniel Scioli fue el primero en hablar en el Luna Park. Mauricio Macri y María Eugenia Vidal bailaron en Costa Salguero.
En un lento y apretado escrutinio, el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, se imponía al cierre de esta edición por una diferencia de casi dos puntos al postulante de Cambiemos, Mauricio Macri, con lo que por primera vez en la historia la presidencia se definirá en un ballottage, fijado para el 22 de noviembre. A las 3, Scioli obtenía el 36,85 por ciento contra el 34,34 de Macri, una diferencia mucho menor que la de las PASO y de la que pronosticaban todas las encuestas. Para el resultado nacional fue clave lo sucedido en la provincia de Buenos Aires, donde Cambiemos hizo una gran elección y María Eugenia Vidal rompió todos los pronósticos al derrotar por más de cuatro puntos a Aníbal Fernández en la competencia por la gobernación. El candidato de UNA, Sergio Massa, conservó la tercera ubicación con el 21,2 por ciento, y Nicolás del Caño, del FIT, le ganó la pulseada por el cuarto puesto a Margarita Stolbizer, de Progresistas, por el 3,3 por ciento a 2,6.
Es de imaginar que a partir de hoy el Frente para la Victoria deberá comenzar un profundo análisis de la elección, en la que Scioli no sólo no superó su cosecha en las primarias de agosto para ganar en primera vuelta, como se había planteado, sino que retrocedió dos puntos. En dos distritos que se había propuesto mejorar, como Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, la suba fue casi imperceptible, mientras que la provincia de Buenos Aires sacó alrededor de 3 puntos menos.
Todo lo contrario sucedió con Macri, de quien en algún momento incluso se dudó de que pudiera retener lo que Cambiemos había sacado en las primarias en las que compitió contra Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Sacó 5 puntos más. En la provincia de Buenos Aires sumó un 4 por ciento mientras que en Córdoba ganó con el 53 por ciento, quedándose con buena parte de los votos de José Manuel de la Sota.
En rigor, si se hacía la comparación en votos, Scioli conseguía una cosecha muy parecida a la de las PASO, de alrededor de 8.500.000 votantes. Con lo cual podía deducirse que la gran mayoría de quienes no fueron a votar en las primarias y lo hicieron ayer –votó más del 80 por ciento del padrón– lo hicieron por Macri.
“Existen dos visiones diferentes sobre la Argentina”, dijo, en la que “nuestra prioridad son los humildes, los trabajadores y la clase media”. Reivindicó el gobierno de Cristina Kirchner, la defensa de los derechos humanos y la defensa de “nuestra independencia económica”. No muy común en él, hizo una alusión directa a su rival. “Si fuera por Macri no tendríamos Asignación Universal por Hijo, Aerolíneas Argentinas, Anses y le hubiéramos ido a pagar sin condicionamientos lo que decía el juez Griesa”, lanzó un enfático Scioli, que se presentó como el más experimentado para hacerse cargo del país. Saludó junto a su mujer, Karina Rabolini, y aseguró que “en una hora nos vemos”, pero no volvió a aparecer.
“Hoy cambia la política de este país”, afirmó el candidato presidencial. Macri se esforzó en enviar buenas ondas a quienes ayer no lo votaron a quienes agradeció casi más que a quienes sí lo hicieron. “Voy a trabajar mañana, tarde y noche para ganarme su confianza”, aseguró. Toda la dirigencia de la alianza se encontraba sobre el escenario, incluyendo a los felices Sanz y Carrió. “Si crece cada uno de los argentinos, construimos la Argentina que soñamos”, cerró Macri antes de arrancar el consabido baile con su hija Antonia sobre los hombros. Los globos amarillos fueron reemplazados por los celestes y blancos. Los festejos se prolongaron hasta la madrugada.
Las denuncias de fraude, que al comienzo del escrutinio amagaron con reaparecer –Carrió ya había avisado– enseguida quedaron en el olvido con las buenas noticias.
El director electoral, Alejandro Tullio, prometió entonces que los primeros resultados estarían tarde, “para las 23”, con la idea de hacer “una carga homogénea de todas las provincias”. Pero el margen se estiró mucho más allá e, insólitamente, hasta la medianoche no había cargado un solo dato. Alak y Tullio hicieron a esa hora una nueva aparición y lo prometieron “en minutos”, justificando la demora en que faltaban los números de la mayoría de la provincia de Buenos Aires. Para entonces ya habían hablado todos los candidatos. En la primera carga, Macri aventajaba a Scioli y Vidal a Fernández, con lo que se entendió porqué la excesiva prudencia para dar a conocer números.
También se eligió gobernador en otras diez provincias. La oposición unida celebró el amplio triunfo del radical Gerardo Morales en Jujuy ante el justicialista Eduardo Fellner. En Santa Cruz, en un lento recuento, Alicia Kirchner se imponía en la pulseada por la gobernación y Máximo Kirchner resultaba electo diputado. En Chubut, el peronista opositor Mario Das Neves se imponía por muy poco al gobernador Martín Buzzi. El justicialismo y aliados ratificaban su condición de favorito en Formosa, Misiones, Catamarca, La Pampa y San Juan, lo mismo que Alberto Rodríguez Saá en San Luis. En Entre Ríos, el kirchnerista Gustavo Bordet también se imponía por poco ante el ruralista Alfredo De Angeli.
En cuanto a la elección para el Congreso, el Frente para la Victoria conservó la mayoría propia en el Senado y la primera minoría en Diputados. El macrismo también mostraba crecimiento en este rubro.
Es de imaginar que a partir de hoy el Frente para la Victoria deberá comenzar un profundo análisis de la elección, en la que Scioli no sólo no superó su cosecha en las primarias de agosto para ganar en primera vuelta, como se había planteado, sino que retrocedió dos puntos. En dos distritos que se había propuesto mejorar, como Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, la suba fue casi imperceptible, mientras que la provincia de Buenos Aires sacó alrededor de 3 puntos menos.
Todo lo contrario sucedió con Macri, de quien en algún momento incluso se dudó de que pudiera retener lo que Cambiemos había sacado en las primarias en las que compitió contra Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Sacó 5 puntos más. En la provincia de Buenos Aires sumó un 4 por ciento mientras que en Córdoba ganó con el 53 por ciento, quedándose con buena parte de los votos de José Manuel de la Sota.
En rigor, si se hacía la comparación en votos, Scioli conseguía una cosecha muy parecida a la de las PASO, de alrededor de 8.500.000 votantes. Con lo cual podía deducirse que la gran mayoría de quienes no fueron a votar en las primarias y lo hicieron ayer –votó más del 80 por ciento del padrón– lo hicieron por Macri.
En el Luna
Mucho antes de que la Dirección Electoral diera el primer resultado oficial, la certeza del ballottage quedó reflejado en el discurso de Scioli en el Luna Park agradeciendo por “la nueva muestra de confianza”. “Convoco a los indecisos y a los independientes”, dijo el candidato del Frente para la Victoria desde el atril junto a su compañero de fórmula, Carlos Zannini, poco antes de las 22. A su derecha sus colaboradores más cercanos, y a la izquierda su familia y funcionarios. Fue el virtual inicio de su campaña para la segunda vuelta.“Existen dos visiones diferentes sobre la Argentina”, dijo, en la que “nuestra prioridad son los humildes, los trabajadores y la clase media”. Reivindicó el gobierno de Cristina Kirchner, la defensa de los derechos humanos y la defensa de “nuestra independencia económica”. No muy común en él, hizo una alusión directa a su rival. “Si fuera por Macri no tendríamos Asignación Universal por Hijo, Aerolíneas Argentinas, Anses y le hubiéramos ido a pagar sin condicionamientos lo que decía el juez Griesa”, lanzó un enfático Scioli, que se presentó como el más experimentado para hacerse cargo del país. Saludó junto a su mujer, Karina Rabolini, y aseguró que “en una hora nos vemos”, pero no volvió a aparecer.
En la Costa
Desde que cerró el comicio, el bunker de Cambiemos en Costa Salguero fue un jolgorio, con un gran cartel que atravesaba el escenario dando por hecho el ballottage. La candidata a vicepresidente, Gabriela Michetti, y, principalmente, María Eugenia Vidal, fueron las animadoras sobre el escenario con la serie de frases o slogans de campaña encadenados con la que arman sus discursos. “Estar cerca”, “vamos a estar con vos”, “ustedes nos ayudaron”. A eso de las 23 anunciaron la aparición de Macri.“Hoy cambia la política de este país”, afirmó el candidato presidencial. Macri se esforzó en enviar buenas ondas a quienes ayer no lo votaron a quienes agradeció casi más que a quienes sí lo hicieron. “Voy a trabajar mañana, tarde y noche para ganarme su confianza”, aseguró. Toda la dirigencia de la alianza se encontraba sobre el escenario, incluyendo a los felices Sanz y Carrió. “Si crece cada uno de los argentinos, construimos la Argentina que soñamos”, cerró Macri antes de arrancar el consabido baile con su hija Antonia sobre los hombros. Los globos amarillos fueron reemplazados por los celestes y blancos. Los festejos se prolongaron hasta la madrugada.
Las denuncias de fraude, que al comienzo del escrutinio amagaron con reaparecer –Carrió ya había avisado– enseguida quedaron en el olvido con las buenas noticias.
A dato lento
La jornada electoral se presentó mansa y tranquila, incluso más de lo que fueron las primarias de agosto. El ministro de Justicia, Julio Alak, las evaluó como “las elecciones más controladas y fiscalizadas de la historia”. En su balance, apenas cerrado el comicio, anunció que había votado el 79 por ciento del padrón –luego se comprobaba que era más del 80–, lo que representaba “un 5 por ciento de gente más que los que participaron en las primarias abiertas”.El director electoral, Alejandro Tullio, prometió entonces que los primeros resultados estarían tarde, “para las 23”, con la idea de hacer “una carga homogénea de todas las provincias”. Pero el margen se estiró mucho más allá e, insólitamente, hasta la medianoche no había cargado un solo dato. Alak y Tullio hicieron a esa hora una nueva aparición y lo prometieron “en minutos”, justificando la demora en que faltaban los números de la mayoría de la provincia de Buenos Aires. Para entonces ya habían hablado todos los candidatos. En la primera carga, Macri aventajaba a Scioli y Vidal a Fernández, con lo que se entendió porqué la excesiva prudencia para dar a conocer números.
Buenos Aires y el resto
El impactante triunfo de María Eugenia Vidal en Buenos Aires marca el fin de la hegemonía del peronismo en el distrito más importante del país desde hace 28 años. El macrismo arrasó en el interior provincial mientras que se quedó con varias intendencias del conurbano. Un dato ilustrativo fue que Aníbal Fernández y su compañero de fórmula, Martín Sabbatella, perdieron en sus respectivos distritos, Quilmes y Morón. Fue significativo el corte de boleta: Scioli consiguió en la provincia 300 mil votos más que la fórmula para la gobernación.También se eligió gobernador en otras diez provincias. La oposición unida celebró el amplio triunfo del radical Gerardo Morales en Jujuy ante el justicialista Eduardo Fellner. En Santa Cruz, en un lento recuento, Alicia Kirchner se imponía en la pulseada por la gobernación y Máximo Kirchner resultaba electo diputado. En Chubut, el peronista opositor Mario Das Neves se imponía por muy poco al gobernador Martín Buzzi. El justicialismo y aliados ratificaban su condición de favorito en Formosa, Misiones, Catamarca, La Pampa y San Juan, lo mismo que Alberto Rodríguez Saá en San Luis. En Entre Ríos, el kirchnerista Gustavo Bordet también se imponía por poco ante el ruralista Alfredo De Angeli.
En cuanto a la elección para el Congreso, el Frente para la Victoria conservó la mayoría propia en el Senado y la primera minoría en Diputados. El macrismo también mostraba crecimiento en este rubro.
La candidata de Cambiemos ganó las elecciones bonaerenses y será la próxima gobernadora
Una provincia que le dio el triunfo a la candidata de Macri y la espalda a Aníbal Fernández
La candidata de Cambiemos sacó casi el 40 por ciento de los votos y aventajó al oficialista Aníbal Fernández por unos cinco puntos. Tercero terminó Felipe Solá, con poco más del 19 por ciento. La alianza opositora ganó en siete de las ocho secciones electorales.
Por Santiago Rodríguez
María Eugenia Vidal sacó en la provincia unos 400.000 votos más que Mauricio Macri.
En la provincia de Buenos Aires no hay nada que esperar: María Eugenia Vidal ganó ayer las elecciones y el próximo 10 de diciembre sucederá en la gobernación a Daniel Scioli. Contra todos los pronósticos, la candidata de Cambiemos derrotó a Aníbal Fernández y puso fin a la hegemonía del peronismo en el principal distrito del país, donde la alianza liderada por Mauricio Macri se impuso en siete de las ocho secciones electorales y le arrebató al oficialismo varios municipios. El candidato massista Felipe Solá logró quebrar la polarización, pero eso no le alcanzó para terciar en la pelea y terminó en un lejano tercer puesto.
Al cierre de esta edición había sido escrutado el 93,81 por ciento de las mesas en la provincia de Buenos Aires. Vidal sacó ayer el 39,64 por ciento de los votos. La votaron casi 3.400.000 bonaerenses, unos 100.000 más que a Scioli y unos 400.000 más que a Macri.
La candidata de Cambiemos aventajó por algo más de cinco puntos a Fernández, quien como candidato del Frente para la Victoria consiguió el 35,03. A Solá lo votó el 19,20 por ciento de los bonaerenses. El resto del electorado se lo repartieron el FIT, que con Néstor Pitrola de candidato obtuvo el 3,75 por ciento, y Progresistas, que llevó al frente de su boleta a Jaime Linares y terminó en el último puesto con el 2,38 por ciento.
“Estamos peleando voto a voto en la provincia”, anunció Jorge Macri en el bunker del PRO poco después del cierre de los comicios. Un rato más tarde, aún sin datos oficiales y en base a una muestra de mesas testigo, en el Frente para la Victoria reconocían que la elección de Fernández no había sido buena, pero lo daban ganador por un margen de tres puntos.
En las primarias del pasado 9 de agosto, Vidal había sido la candidata más votada, con el 30,02 por ciento. El Frente para la Victoria había sumado entre Fernández y Julián Domínguez, quien perdió la interna oficialista a manos del jefe de Gabinete, el 40,22 por ciento. En dos meses y medio, la candidata de Cambiemos mejoró su desempeño en casi diez puntos. Fernández, en cambio, bajó cinco puntos. Ayer votaron en Buenos Aires casi 800.000 personas más que en las PASO. Vidal fue quien más capitalizó la mayor afluencia de votantes.
Scioli obtuvo 300.000 votos más que Fernández, pero su elección en territorio bonaerense tampoco fue buena. El candidato presidencial del Frente para la Victoria sacó el 36,98 por ciento, tres puntos menos que en las primarias. Macri terminó con 33,06 por ciento.
De la mano de Vidal, y con la ayuda del radicalismo que aún conserva su inserción territorial en el interior bonaerense, ganaron también muchos de candidatos locales de la alianza opositora. Cambiemos se impuso en la mayoría de los distritos de las zonas rurales, donde el campo ya le había dado la espalda al oficialismo en agosto. En Olavarría, por ejemplo, Ezequiel Galli destronó al recientemente retornado al redil oficialista José Eseverri, quien estaba al mando de esa ciudad desde la muerte de su padre que, a su vez, la gobernaba desde el retorno a la democracia. También se quedó con las tres grandes ciudades del interior: Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata.
En el conurbano Cambiemos cortó varios ciclos oficialistas. En Quilmes, el pago de Aníbal Fernández, el cocinero Martiniano Molina derrotó a Francisco “Barba” Gutiérrez, quien iba en busca de su tercer mandato. A Martín Sabbatella, candidato a vicegobernador del Frente para la Victoria, tampoco le fue bien en su territorio, Morón: su hermano Hernán perdió allí a manos de Ramiro Tagliaferro, marido de Vidal. En Tres de Febrero Diego Valenzuela terminó con la carrera de Hugo Curto, Al cierre de esta edición, Héctor Grindetti peleaba voto a voto la intendencia de Lanús con el oficialista Julián Alvarez. Como contrapartida, Leonardo Nardini, del FpV, le ganaba por escaso margen a Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas, y en Hurlingham, Juan Zabaleta, desplazó al massista Luis Acuña.
De las ocho secciones electorales en que se divide Buenos Aires, siete se tiñeron de amarillo. Cambiemos hizo su mayor diferencia en la Sexta, que comprende todo el sudoeste de la provincia: allí le sacó al FpV unos 23 puntos.
El oficialismo sólo se impuso en la Tercera, el histórico bastión del peronismo que incluye entre otros municipios a La Matanza. El FpV hizo en esa sección electoral una diferencia del orden de los 6 puntos, insuficiente para volcar la elección a su favor.
El triunfo de Vidal pone punto final a la hegemonía del peronismo en Buenos Aires vigente desde 1987, cuando Antonio Cafiero le arrebató el gobierno provincial al radicalismo, que le permitía a su vez pisar fuerte en la Cámara de Diputados de la Nación. La elección de ayer también tendrá su impacto en ese ámbito: de las 20 bancas bonaerenses que el oficialismo puso en juego en la Cámara baja, sólo consiguió mantener 14. Cambiemos sumará en diciembre 12 diputados en representación de la provincia.
“Vidal fue quien mejor interpretó el cambio en la provincia de Buenos Aires”, resumió Solá al admitir su triunfo. La candidata de Cambiemos, aun sabiéndose electa, no se apartó de su libreto de campaña. “Mañana voy a estar ahí. Le voy a poner cuerpo y alma para que tengas la vida que te merecés. No voy a parar con Mauricio y Gabriela hasta lograr que los vecinos de la provincia vivan mejor”, dijo. En el Frente para la Victoria no hicieron declaraciones.
Así dejó anoche Aníbal Fernández el búnker del hotel Intercontinental.Foto:LA NACION
Reconoció la derrota y cargó culpas contra el periodismo y el "fuego amigo". Aníbal Fernández felicitó esta mañana a María Eugenia Vidal, flamante gobernadora de Buenos Aires, y cargó contra el periodista Jorge Lanata y su programa Periodismo para Todos, que publicó días antes de las primarias de agosto una investigación donde se lo vincula con el narcotráfico.
"Quiero felicitar a la señora Vidal y reconocer la derrota", dijo el ahora ex candidato apenas se encontró con los periodistas en la Casa de Gobierno, en su habitual rueda de prensa como jefe de Gabinete. Al instante, apuntó: "No podíamos saber el impacto que podría haber tenido la denuncia de Canal 13 y de la productora de Lanata".
Aníbal adelantó que su futuro podría dejar de estar en la política, luego de que el 10 de diciembre termine su cargo como ministro coordinador. "Quizás llegue el tiempo de dar un paso al costado", aventuró.
Aseguró que llevará una denuncia contra Lanata "hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos" y también habló de "fuego amigo", aunque no se explayó en nombres cuando los periodistas le consultaron si se refería a Julián Domínguez, con quien compitió en la interna del FPV en agosto.
"No tengo duda que hubo gente que pateó en contra", expresó el funcionario nacional, que además hizo referencia al importante corte de boleta que hubo en la provincia. "No me hagan decir nombre de todos los que han colaborado para esto", concluyó.
Al cierre de esta edición había sido escrutado el 93,81 por ciento de las mesas en la provincia de Buenos Aires. Vidal sacó ayer el 39,64 por ciento de los votos. La votaron casi 3.400.000 bonaerenses, unos 100.000 más que a Scioli y unos 400.000 más que a Macri.
La candidata de Cambiemos aventajó por algo más de cinco puntos a Fernández, quien como candidato del Frente para la Victoria consiguió el 35,03. A Solá lo votó el 19,20 por ciento de los bonaerenses. El resto del electorado se lo repartieron el FIT, que con Néstor Pitrola de candidato obtuvo el 3,75 por ciento, y Progresistas, que llevó al frente de su boleta a Jaime Linares y terminó en el último puesto con el 2,38 por ciento.
“Estamos peleando voto a voto en la provincia”, anunció Jorge Macri en el bunker del PRO poco después del cierre de los comicios. Un rato más tarde, aún sin datos oficiales y en base a una muestra de mesas testigo, en el Frente para la Victoria reconocían que la elección de Fernández no había sido buena, pero lo daban ganador por un margen de tres puntos.
En las primarias del pasado 9 de agosto, Vidal había sido la candidata más votada, con el 30,02 por ciento. El Frente para la Victoria había sumado entre Fernández y Julián Domínguez, quien perdió la interna oficialista a manos del jefe de Gabinete, el 40,22 por ciento. En dos meses y medio, la candidata de Cambiemos mejoró su desempeño en casi diez puntos. Fernández, en cambio, bajó cinco puntos. Ayer votaron en Buenos Aires casi 800.000 personas más que en las PASO. Vidal fue quien más capitalizó la mayor afluencia de votantes.
Scioli obtuvo 300.000 votos más que Fernández, pero su elección en territorio bonaerense tampoco fue buena. El candidato presidencial del Frente para la Victoria sacó el 36,98 por ciento, tres puntos menos que en las primarias. Macri terminó con 33,06 por ciento.
De la mano de Vidal, y con la ayuda del radicalismo que aún conserva su inserción territorial en el interior bonaerense, ganaron también muchos de candidatos locales de la alianza opositora. Cambiemos se impuso en la mayoría de los distritos de las zonas rurales, donde el campo ya le había dado la espalda al oficialismo en agosto. En Olavarría, por ejemplo, Ezequiel Galli destronó al recientemente retornado al redil oficialista José Eseverri, quien estaba al mando de esa ciudad desde la muerte de su padre que, a su vez, la gobernaba desde el retorno a la democracia. También se quedó con las tres grandes ciudades del interior: Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata.
En el conurbano Cambiemos cortó varios ciclos oficialistas. En Quilmes, el pago de Aníbal Fernández, el cocinero Martiniano Molina derrotó a Francisco “Barba” Gutiérrez, quien iba en busca de su tercer mandato. A Martín Sabbatella, candidato a vicegobernador del Frente para la Victoria, tampoco le fue bien en su territorio, Morón: su hermano Hernán perdió allí a manos de Ramiro Tagliaferro, marido de Vidal. En Tres de Febrero Diego Valenzuela terminó con la carrera de Hugo Curto, Al cierre de esta edición, Héctor Grindetti peleaba voto a voto la intendencia de Lanús con el oficialista Julián Alvarez. Como contrapartida, Leonardo Nardini, del FpV, le ganaba por escaso margen a Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas, y en Hurlingham, Juan Zabaleta, desplazó al massista Luis Acuña.
De las ocho secciones electorales en que se divide Buenos Aires, siete se tiñeron de amarillo. Cambiemos hizo su mayor diferencia en la Sexta, que comprende todo el sudoeste de la provincia: allí le sacó al FpV unos 23 puntos.
El oficialismo sólo se impuso en la Tercera, el histórico bastión del peronismo que incluye entre otros municipios a La Matanza. El FpV hizo en esa sección electoral una diferencia del orden de los 6 puntos, insuficiente para volcar la elección a su favor.
El triunfo de Vidal pone punto final a la hegemonía del peronismo en Buenos Aires vigente desde 1987, cuando Antonio Cafiero le arrebató el gobierno provincial al radicalismo, que le permitía a su vez pisar fuerte en la Cámara de Diputados de la Nación. La elección de ayer también tendrá su impacto en ese ámbito: de las 20 bancas bonaerenses que el oficialismo puso en juego en la Cámara baja, sólo consiguió mantener 14. Cambiemos sumará en diciembre 12 diputados en representación de la provincia.
“Vidal fue quien mejor interpretó el cambio en la provincia de Buenos Aires”, resumió Solá al admitir su triunfo. La candidata de Cambiemos, aun sabiéndose electa, no se apartó de su libreto de campaña. “Mañana voy a estar ahí. Le voy a poner cuerpo y alma para que tengas la vida que te merecés. No voy a parar con Mauricio y Gabriela hasta lograr que los vecinos de la provincia vivan mejor”, dijo. En el Frente para la Victoria no hicieron declaraciones.
Aníbal Fernández felicitó a María Eugenia Vidal y culpó a Jorge Lanata por su derrota
El derrotado candidato a gobernador bonaerense admitió que las denuncias sobre vínculos con el narcotráfico le hizo "un gran daño" y aventuró su futuro: "Quizás llegue el tiempo de dar un paso al costado"
Lunes 26 de octubre de 2015 • 06:57
Reconoció la derrota y cargó culpas contra el periodismo y el "fuego amigo". Aníbal Fernández felicitó esta mañana a María Eugenia Vidal, flamante gobernadora de Buenos Aires, y cargó contra el periodista Jorge Lanata y su programa Periodismo para Todos, que publicó días antes de las primarias de agosto una investigación donde se lo vincula con el narcotráfico.
"Quiero felicitar a la señora Vidal y reconocer la derrota", dijo el ahora ex candidato apenas se encontró con los periodistas en la Casa de Gobierno, en su habitual rueda de prensa como jefe de Gabinete. Al instante, apuntó: "No podíamos saber el impacto que podría haber tenido la denuncia de Canal 13 y de la productora de Lanata".
Aníbal adelantó que su futuro podría dejar de estar en la política, luego de que el 10 de diciembre termine su cargo como ministro coordinador. "Quizás llegue el tiempo de dar un paso al costado", aventuró.
"Quizás llegue el tiempo de dar un paso al costado"
Aníbal Fernández
Rechazó ser el "mariscal de la derrota", cuando lo consultaron sobre el ajustado triunfo de Daniel Scioli sobre Mauricio Macri por apenas dos puntos. "No lo arrastré a él. Hay una diferencia de casi 600.000 votos. Yo voy a trabajar para Scioli de la misma manera que trabajé para mí, aunque hay razones de la derrota que seguramente puedo aportar yo mismo", dijo.Aseguró que llevará una denuncia contra Lanata "hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos" y también habló de "fuego amigo", aunque no se explayó en nombres cuando los periodistas le consultaron si se refería a Julián Domínguez, con quien compitió en la interna del FPV en agosto.
"No tengo duda que hubo gente que pateó en contra", expresó el funcionario nacional, que además hizo referencia al importante corte de boleta que hubo en la provincia. "No me hagan decir nombre de todos los que han colaborado para esto", concluyó.
El resultado en las intendencias del Gran Buenos Aires
Tiempo de recambio en el conurbano
El Frente para la Victoria obtuvo 19 intendencias, Cambiemos, once y UNA, tres. En Morón, Tres de Febrero, Quilmes y Pilar se impuso la alianza liderada por el PRO. Candidatos de La Cámpora y otras agrupaciones K desplazaron a barones del PJ.
Por Laura Vales
Leonardo Nardini.
El conurbano mantuvo su color peronista, aunque Cambiemos avanzó sobre el terreno del Gran Buenos Aires sumando a los municipios que ya gobernaba intendencias de peso electoral y fuerte valor simbólico, como Morón –el territorio de Martín Sabbatella–, Tres de Febrero –bastión del PJ en los últimos 24 años– Quilmes y Pilar. En buena parte de estos distritos, los candidatos macristas recibieron votos de UNA. El Gran Buenos Aires seguirá teniendo una amplia mayoría de intendentes del Frente para la Victoria, pero con un recambio de liderazgos, de jóvenes kirchneristas reemplazando a dirigentes del PJ tradicional. En por lo menos cuatro intendencias, candidatos de La Cámpora y otras agrupaciones K desplazaron a barones del PJ que parecían inamovibles. El massismo se retrajo, ya que perdió uno de sus distritos a manos del FpV y tenía en peligro un segundo. En un último grupo de cuatro intendencias, el FpV y el macrismo peleaban anoche voto a voto una definición.
En Merlo gobernará Gustavo Menéndez (FpV), el candidato que derrotó a Otacehé en la interna bajo el paraguas de Unidos y Organizados (“Hoy empieza un nuevo ciclo en Merlo”, prometió anoche el intendente electo, cuando llevaba más de 30 puntos de ventaja). En Moreno asumirá el lugar de West el postulante de La Cámpora Walter Festa (ganaba 41 a 30). Otro joven K, Juan Zabaleta, sacó de Hurlingham a Luis Acuña, otro de los caciques que se fueron con Sergio Massa pero que, a diferencia de Otacehé y West, permaneció hasta el final dentro de UNA. Zabaleta es concejal del FpV y le cortó a Acuña el intento de un cuarto mandato.
Mariano Cascallares, que le ganó en la interna del FpV a Darío Giustozzi se consagró al frente de Almirante Brown. Cascallares es sciolista, pero de buena sintonía con La Cámpora. De hecho, llevó como primer candidato a concejal a José Lepere, de la agrupación K.
En La Matanza, Fernando Espinoza le pasará el bastón de mando a su elegida para sucederlo, Verónica Magario, que será la primer intendenta mujer en la historia del distrito. Diputada nacional del FpV, de 46 años, es hija de Raúl Magario que en los 70 fue miembro de la conducción de Montoneros. La jefa comunal electa fue subsecretaria de Desarrollo Social, vicejefa de Gabinete y concejala del partido más populoso del Gran Buenos Aires.
En Quilmes, Martiniano Molina se impuso sobre Francisco “Barba” Gutiérrez. En las primarias, el cocinero y su rival del FpV habían quedado a muy poca distancia. El vocero de Molina ya lo dio por ganador, y lo mismo reconoció el candidato de UNA y tercero en los resultados, Walter Tejeiro.
En Tres de Febrero, un tradicional bastión del PJ, Cambiemos le ganó la intendencia a Hugo Curto, otro histórico jefe territorial del Oeste, que deberá pasar a retiro después de gobernar el distrito por 24 años. El candidato PRO Diego Valenzuela, que había sido una de las sorpresas macristas de las PASO al quedar a menos de cuatro mil votos de Curto, consiguió descontar la ventaja. Fue uno de los distritos donde el massismo acordó aportar sus votos a Cambiemos después de las PASO.
En el emblemático municipio de Morón, Ramiro Tagliaferro (Cambiemos), el marido de María Eugenia Vidal, superó a Hernán Sabatella (FpV-Nuevo Encuentro) por diez puntos, 42 a 32 por ciento.
Otro distrito que el oficialismo perdió a manos del PRO fue Pilar, donde el intendente saliente Humberto Zúccaro fue uno de los primeros en reconocer la derrota a manos de Nicolás Ducote, por seis puntos de diferencia, “39 a 33 por ciento aproximadamente”. De esta manera, el hombre de Cambiemos asumirá el 10 de diciembre la conducción del municipio tras tres mandatos de Zúccaro.
Lanús parecía definirse anoche en la misma dirección. El macrista Néstor Grindetti, ministro de Hacienda porteño, le llevaba apenas un punto de diferencia al candidato kirchnerista Julián Alvarez. La pulseada durante la campaña fue fuerte. En las PASO, Alvarez había quedado arriba a seis puntos de distancia.
También Patricio Mussi ganó en Berazategui, por un amplio margen. Y en José C. Paz, el Japonés Mario Ishii hizo un regreso triunfal, casi 25 puntos arriba de su rival de Cambiemos. Al hombre del poncho punzó se lo suele poner en la columna de los barones del conurbano, sólo que esta vez hizo el camino contrario a sus pares.
Otro candidato que sacó una ventaja de veinte puntos sobre el segundo, 47 a 27 por ciento, fue Martín Insaurralde en Lomas de Zamora, que se resarció de la paliza recibida en el 2013.
En el listado de intendencias donde el oficialismo ratificó su poder están además Florencio Varela –Julio Pereyra ganó su séptima elección consecutiva–, Esteban Echeverría –un nuevo mandato para Fernando Gray–. En Ezeiza, Alejandro Granados quedó habilitado para volver al cargo, en el que tomó licencia para asumir como ministro de Seguridad bonaerense.
Entre los que mantuvieron su lugar está Gabriel Katopodis (FpV), que asumirá por un segundo período en San Martín. El dirigente fue parte del pelotón de intendentes que se sumó al massismo para regresar sobre la hora al Frente para la Victoria. Con mejor suerte que Otacehé y West, Katopodis ganó las PASO tras su vuelta y ayer dejó atrás a su rival de Cambiemos, Ricardo Ivoskus. Su triunfo había sido prefigurado en las primarias.
De los municipios que, a mitad de año, Sergio Massa apostó llevar para el Frente Renovador no logró sumar ninguno. Tras las deserciones de Otacehé, Katopodis y West al líder de UNA le quedaba la apuesta de Acuña en Hurlingham y Cariglino en Malvinas Argentinas. Acuña perdió y Cariglino seguía sus pasos.
Tras una campaña marcada por hechos de patoterismo, el intendente de Malvinas Argentinas –que se presentó buscando la quinta reelección–, perdía al cierre de esta edición el sillón del municipio frente a Leonardo Nardini (FpV), titular del Anses local. La diferencia era de menos dos puntos, 44,24 a 42,31 por ciento, pero con el 94 por ciento de las mesas escrutadas.
Recambios
Las elecciones barrieron a cinco jefes territoriales míticos. Las PASO de agosto sacaron de juego a dos de ellos, Raúl Otacehé, en Merlo, y Mariano West en Moreno. Ayer la elección se llevó además a Luis Acuña (Hurlingham), Hugo Curto (Tres de Febrero), mientras Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) estaba en la cuerda floja.En Merlo gobernará Gustavo Menéndez (FpV), el candidato que derrotó a Otacehé en la interna bajo el paraguas de Unidos y Organizados (“Hoy empieza un nuevo ciclo en Merlo”, prometió anoche el intendente electo, cuando llevaba más de 30 puntos de ventaja). En Moreno asumirá el lugar de West el postulante de La Cámpora Walter Festa (ganaba 41 a 30). Otro joven K, Juan Zabaleta, sacó de Hurlingham a Luis Acuña, otro de los caciques que se fueron con Sergio Massa pero que, a diferencia de Otacehé y West, permaneció hasta el final dentro de UNA. Zabaleta es concejal del FpV y le cortó a Acuña el intento de un cuarto mandato.
Mariano Cascallares, que le ganó en la interna del FpV a Darío Giustozzi se consagró al frente de Almirante Brown. Cascallares es sciolista, pero de buena sintonía con La Cámpora. De hecho, llevó como primer candidato a concejal a José Lepere, de la agrupación K.
En La Matanza, Fernando Espinoza le pasará el bastón de mando a su elegida para sucederlo, Verónica Magario, que será la primer intendenta mujer en la historia del distrito. Diputada nacional del FpV, de 46 años, es hija de Raúl Magario que en los 70 fue miembro de la conducción de Montoneros. La jefa comunal electa fue subsecretaria de Desarrollo Social, vicejefa de Gabinete y concejala del partido más populoso del Gran Buenos Aires.
Lo que gana el PRO
El PRO retuvo los distritos de zona norte que ya gobernaba, como es el caso de San Isidro, intendencia que Gustavo Posse gobernará por un quinto período y de Vicente López, donde Jorge Macri fue también reelecto. Pero además sumó intendencias en las que no esperaba ganar.En Quilmes, Martiniano Molina se impuso sobre Francisco “Barba” Gutiérrez. En las primarias, el cocinero y su rival del FpV habían quedado a muy poca distancia. El vocero de Molina ya lo dio por ganador, y lo mismo reconoció el candidato de UNA y tercero en los resultados, Walter Tejeiro.
En Tres de Febrero, un tradicional bastión del PJ, Cambiemos le ganó la intendencia a Hugo Curto, otro histórico jefe territorial del Oeste, que deberá pasar a retiro después de gobernar el distrito por 24 años. El candidato PRO Diego Valenzuela, que había sido una de las sorpresas macristas de las PASO al quedar a menos de cuatro mil votos de Curto, consiguió descontar la ventaja. Fue uno de los distritos donde el massismo acordó aportar sus votos a Cambiemos después de las PASO.
En el emblemático municipio de Morón, Ramiro Tagliaferro (Cambiemos), el marido de María Eugenia Vidal, superó a Hernán Sabatella (FpV-Nuevo Encuentro) por diez puntos, 42 a 32 por ciento.
Otro distrito que el oficialismo perdió a manos del PRO fue Pilar, donde el intendente saliente Humberto Zúccaro fue uno de los primeros en reconocer la derrota a manos de Nicolás Ducote, por seis puntos de diferencia, “39 a 33 por ciento aproximadamente”. De esta manera, el hombre de Cambiemos asumirá el 10 de diciembre la conducción del municipio tras tres mandatos de Zúccaro.
Lanús parecía definirse anoche en la misma dirección. El macrista Néstor Grindetti, ministro de Hacienda porteño, le llevaba apenas un punto de diferencia al candidato kirchnerista Julián Alvarez. La pulseada durante la campaña fue fuerte. En las PASO, Alvarez había quedado arriba a seis puntos de distancia.
Ratificados
El Frente para la Victoria mantuvo Avellaneda, que seguirá gobernada por el cristinista Jorge Ferraresi. Así, sumará cuatro años a los ocho que está por cumplir en el distrito del sur del conurbano, tras ganarle a la postulante de Cambiemos Gladys González.También Patricio Mussi ganó en Berazategui, por un amplio margen. Y en José C. Paz, el Japonés Mario Ishii hizo un regreso triunfal, casi 25 puntos arriba de su rival de Cambiemos. Al hombre del poncho punzó se lo suele poner en la columna de los barones del conurbano, sólo que esta vez hizo el camino contrario a sus pares.
Otro candidato que sacó una ventaja de veinte puntos sobre el segundo, 47 a 27 por ciento, fue Martín Insaurralde en Lomas de Zamora, que se resarció de la paliza recibida en el 2013.
En el listado de intendencias donde el oficialismo ratificó su poder están además Florencio Varela –Julio Pereyra ganó su séptima elección consecutiva–, Esteban Echeverría –un nuevo mandato para Fernando Gray–. En Ezeiza, Alejandro Granados quedó habilitado para volver al cargo, en el que tomó licencia para asumir como ministro de Seguridad bonaerense.
Entre los que mantuvieron su lugar está Gabriel Katopodis (FpV), que asumirá por un segundo período en San Martín. El dirigente fue parte del pelotón de intendentes que se sumó al massismo para regresar sobre la hora al Frente para la Victoria. Con mejor suerte que Otacehé y West, Katopodis ganó las PASO tras su vuelta y ayer dejó atrás a su rival de Cambiemos, Ricardo Ivoskus. Su triunfo había sido prefigurado en las primarias.
Dos menos
UNA retuvo San Fernando, donde el massista Luis Andreotti consiguió su reelección. En Tigre, tierra del líder del Frente Renovador, era cantado el triunfo del intendente Sergio Zamora.De los municipios que, a mitad de año, Sergio Massa apostó llevar para el Frente Renovador no logró sumar ninguno. Tras las deserciones de Otacehé, Katopodis y West al líder de UNA le quedaba la apuesta de Acuña en Hurlingham y Cariglino en Malvinas Argentinas. Acuña perdió y Cariglino seguía sus pasos.
Tras una campaña marcada por hechos de patoterismo, el intendente de Malvinas Argentinas –que se presentó buscando la quinta reelección–, perdía al cierre de esta edición el sillón del municipio frente a Leonardo Nardini (FpV), titular del Anses local. La diferencia era de menos dos puntos, 44,24 a 42,31 por ciento, pero con el 94 por ciento de las mesas escrutadas.
El FpV se mantiene como primera minoría en Diputados, pero no tendrá quórum propio
Una Cámara que no tendrá mayorías
El kirchnerismo retuvo 60 de las 77 bancas en juego y quedará con un bloque de 100 integrantes. La alianza entre el PRO, la UCR y la CC aumentó sus miembros, pero sigue detrás del oficialismo.
La Cámara baja renovará sus figuras con dirigentes como Máximo Kirchner, Kicillof y Wado De Pedro.
Ni Daniel Scioli ni Mauricio Macri, en caso de imponerse en segunda vuelta, tendrán mayoría propia en la Cámara de Diputados. El resultado de ayer reconfiguró la composición de la Cámara baja, y obligará a cualquiera de los dos candidatos que resulten electos en noviembre a buscar acuerdos con otras fuerzas políticas para impulsar sus iniciativas parlamentarias. En el nuevo reparto de bancas, el Frente para la Victoria resignó una parte de las posiciones que había conquistado con el 54 por ciento que obtuvo la boleta encabezada por Cristina Fernández en 2011 y ya no tendrá quórum ni mayoría propios, aunque sí seguirá siendo la primera fuerza. Cambiemos logró aumentar su número de diputados, y la suma de las tres fuerzas que componen el frente (PRO, UCR y CC) se consolida como segunda minoría, acercándose al FpV. En lo que fue su segunda elección, el Frente Renovador sumaba anoche un número menor de bancas pero consolidaba un bloque propio. Progresistas, por su parte, peleaba por no retroceder las pocas bancas que conserva mientras que en el FIT las expectativas estaban puestas en sumar una banca por la provincia de Buenos Aires.
El kirchnerismo puso en juego 77 de sus 133 bancas y retuvo 60, por lo que a partir del 10 de diciembre contará con un bloque de alrededor de 100 diputados, un poco más lejos que hasta ahora de los 129 que se necesitan para alcanzar el quórum en una sesión o aprobar proyectos que requieren de mayoría especial. De todas formas, podría acercarse a ese número si se suma la docena de bancas que aportan habituales aliados como el Movimiento Popular Neuquino, el Psol y el SI.
La mayor pérdida del FpV se dio en la provincia de Buenos Aires, donde de las 20 bancas que ostentaba desde 2011, conservó sólo 14. El FpV compensó la merma en Buenos Aires con buenos resultados en algunas provincias del interior, y obtuvo la cantidad de bancas que se estimaba de acuerdo al resultado de las primarias. Santa Fe, Formosa, Misiones, Santa Cruz y Tucumán equilibraron el número final, que le permitirá al peronismo continuar como primera minoría en la Cámara baja y aportarle gobernabilidad a una eventual gestión de Scioli o condicionar una hipotética presidencia de Macri.
Al cierre de esta edición, las tres fuerzas políticas que componen el frente Cambiemos obtenían 50 bancas. Teniendo en cuenta que sólo ponía en juego 18, 13 de la UCR y 5 del PRO, producto de la floja elección de hace cuatro años, el macrismo tendría en el próximo período de sesiones un interbloque de alrededor de 90 diputados. A los que se le sumarían aliados como el Frente Cívico de Catamarca, que ayer obtenía una nueva banca y sumaba tres legisladores, y a los dos diputados que conserva el frente porteño Sumá+, que formó parte de Unen.
En su bastión político, sin embargo, Macri sufría el corte de boleta: los 50 puntos que obtuvo para presidente se redujeron a 45 en la categoría de diputados nacionales, votos que sumaron a las permorfances legislativas de UNA, que lograba dos escaños, y de Progresistas, que lograba uno. El FpV, en capital, perdía una banca respecto de 2011.
El frente UNA, que encabeza Sergio Massa, lograba ayer entre 16 y 17 diputados nacionales. La mayor parte de ellos, como era previsible, provienen de la provincia de Buenos Aires. En Córdoba, donde arrasó Cambiemos, el delasotismo (Unión por Córdoba) quedó relegado y obtuvo apenas dos bancas, muy por debajo de las expectativas generadas a partir del resultado de las primarias de agosto. Como contrapartida, UNA realizaba una buena elección en Santa Fe, donde alcanzaba otros dos legisladores.
Reducido, el interbloque que conforman el GEN, el Partido Socialista y Libres del Sur pasó de 13 a 6 bancas, dado que apenas pudo renovar una banca en Santa Fe y otra en capital.
El FIT peleaba anoche por lograr un diputado por la provincia de Buenos Aires. Si bien obtuvo un porcentaje similar a las últimas elecciones, cuando alcanzó una banca, el reparto de porcentajes, concentrado entre las tres primeras fuerzas, le impedía alcanzar su objetivo. Por su parte, Compromiso Federal, de Rodríguez Saá, ponía en juego 3 de sus cuatro bancas y obtenía dos.
En el nuevo Congreso habrá, además de un nuevo reparto de poder, recambio de figuras de peso, principalmente en el bloque del oficialismo. El actual presidente de la Cámara, Julián Domínguez (derrotado en la interna del FpV para la gobernación bonaerense) culmina su mandato el 10 de diciembre y suena para ocupar el Ministerio de Industria de un eventual gobierno de Scioli, por lo que su cargo queda vacante. Otro que quedó afuera es el apoderado del PJ, Jorge Landau, que no pudo renovar su banca. Omar Perotti, por su parte, se mudará a la Cámara Alta, luego de ganar la elección a senadores por la provincia de Santa Fe. El secretario general de la presidencia, Wado de Pedro, quien encabeza la lista por la provincia de Buenos Aires, el ministro de Economía Axel Kicillof, por capital, y Máximo Kirchner, por Santa Cruz, son algunos de los dirigente del riñón kirchnerista que se suman a la Cámara Baja. Además, debutarán como legisladores el ministro de Planificación Federal Julio De Vido y la ex ministra de Seguridad, Nilda Garré. El titular de la Anses, Diego Bossio, obtenía una banca por la provincia de Buenos Aires, aunque fue anunciado por Scioli como ministro en caso de que el oficialismo conserve el Gobierno. En ese caso, debería renunciar o pedir licencia a su banca.
Las figuras legislativas de la oposición, en su mayoría, seguirán ocupando una banca: Patricia Bullrich (Cambiemos), Victoria Donda (Libres del Sur), Facundo Moyano (UNA) y Graciela Camaño (UNA) consiguieron renovar sus lugares.
Nueve provincias eligieron también gobernador
El voto interior
En siete de las nueve provincias, San Luis, Catamarca, Formosa, Misiones, La Pampa, Entre Ríos y San Juan, el oficialismo revalidó sus títulos. En cambio, en Chubut y Jujuy triunfó la oposición. En Jujuy por primera vez desde la democracia ganó un gobierno no peronista.
Jujuy cambió de manos
Morales al frente
El senador nacional de la UCR Gerardo Morales se convirtió ayer en gobernador electo de Jujuy, el primero no peronista que gobernará la provincia desde el retorno de la democracia, al imponerse sobre el actual
mandatario Eduardo Fellner, del Frente para la Victoria (FpV), quien reconoció la derrota cuando todavía no se había difundido ningún dato oficial. Al cierre de esta edición, y con apenas el 12,9 por ciento de los votos escrutados, el Frente Cambia Jujuy se imponía con el 58,7 por ciento contra el 33,9 por ciento del Frente para la Victoria.
Morales convocó a la “unión” de los jujeños. “Para nosotros no hay diferencias partidarias. Quiero convocar a la unión de todos los jujeños para que todos los lineamientos que le hemos propuesto a la sociedad se cumplan. Sentimos que el pueblo ha votado para que recuperemos el respeto y eso es lo que vamos a hacer”, enfatizó. Por otro lado, el dirigente les adelantó a los ciudadanos de la provincia que perciben planes sociales que se “queden tranquilos” porque los va a mantener. “Hay un camino que vamos a recorrer. Que estén todos tranquilos, los que tienen un plan, los que tienen trabajo, para nosotros, el ingreso que genera un plan social, el trabajo genuino es algo sagrado que forma parte del alma de la familia y de la vida de todas las personas”, sostuvo. Y agregó en ese sentido: “Es el ingreso que sirve para darles de comer a los hijos y para nosotros con eso no se juega. Tenemos un plan y tenemos la convicción de gobernar Jujuy”.
“Acabo de hablar con el senador Morales y le comuniqué que reconocemos su triunfo”, dijo Fellner, cuando los boca de urna y las mesas testigo de ambas fuerzas revelaban una tendencia irreversible. Fellner, quien se mostró junto a dirigentes del PJ, como el vicegobernador Guillermo Jenefes, su compañero de fórmula, Alberto Matuk, Liliana Fellner y Javier Hinojo, entre otros, dijo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno: “Esto es plena democracia. Nos ha tocado perder y le deseamos al nuevo gobernador de la provincia la mejor de las suertes”.
En Entre Ríos ganaba el FpV
Números parejos
El candidato a gobernador del Frente para la Victoria, Gustavo Bordet (FpV) (foto), actual intendente de Concordia, se imponía al cierre de esta edición con el 41,7 por ciento, habiéndose escrutado el 53,4 por ciento. En segundo lugar, con el 38,2 por ciento, quedó la alianza Cambiemos, que llevó como candidato al ruralista y actual senador nacional Alfredo De Angeli, el cual fue secundado por Lucio Godoy, el intendente de Villaguay. En tercer lugar se ubicó el massismo con Adrián Fuertes, que obtuvo el 17,2 por ciento, acompañado por el ex mandatario provincial Jorge Busti. La Unión Cívica Radical, que gobernó la provincia once veces desde 1914, en esta ocasión no presentó candidatos propios, ya que sus dos postulantes, Atilio Benedetti y Fabián Rogel, se bajaron antes de las PASO, dejándole el camino libre al macrista De Angeli. En la elección para presidente, el Frente para la Victoria también se imponía en Entre Ríos, pero con una diferencia menor ya que Daniel Scioli superaba a Mauricio Macri por 37 a 36,7 por ciento.
Gustavo Bordet, de 52 años, es oriundo de Concordia, está casado y tiene tres hijas. Es contador público y cuenta con un posgrado en Desarrollo Regional en la Universidad de la República del Uruguay. Fue contador del Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas), ex concejal de su ciudad y Coordinador de Administración de la subsede de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) en Concordia. En 2005, asumió como ministro de Salud y Acción Social de Entre Ríos durante la gobernación de Jorge Busti y en 2007, fue electo intendente de Concordia, cargo para el que fue reelegido en 2011. Es hijo de Elbio Bordet, quien fue intendente de Concordia entre 1987 y 1991, y presidente de la Caja de Jubilaciones.
En San Luis, Rodríguez Saá
Tercera elección
En elecciones a gobernador, el oficialismo puntano, de la mano de Alberto Rodríguez Saá (Compromiso Federal) (foto) logró un amplio triunfo que lo ubicó por tercera vez en la gobernación de San Luis al obtener más del 55 por ciento de los sufragios, el doble de los obtenidos por su seguido inmediato, José Riccardo (Cambiemos), según se desprendía anoche de los datos oficiales a la hora de cierre de esta edición.
En la elección para mandatario provincial, el tercer puesto es para Daniel González Espíndola (Frente para la Victoria) con el 13,86 por ciento, mientras que los otros dos candidatos que quedaron tras las PASO, Fabricio Nogueira (Movimiento de Acción Vecinal) no llegaba al 1 por ciento (0,73) y Rolando Contreras (Partido Unión Vecinal) alcanzaba 0,18 por ciento.
Ayer, dos horas después del cierre, la jueza electoral federal de San Luis, Sonia Randazzo, informaba que había votado el 86 por ciento del padrón y que en la capital provincial la cifra ascendía al 89 por ciento, según datos que le habían entregado del Comando Electoral.
En la suma total, Compromiso Federal obtenía 128.533 votos computados a la medianoche de ayer (56,04 por ciento). Por su lado, Cambiemos llegaba a un poco más de la mitad, 66.954 (29,19 por ciento), y el Frente para la Victoria lograba 31.780 votos (13,86 por ciento).
Los otros dos partidos menores, el Movimiento de Acción Vecinal lograba 1665 votos (0,73 por ciento) y el Partido Unión Vecinal Provincial apenas 419 votos (0,18 por ciento).
Por otro lado, 55.371 votos fueron realizados en blanco. Nulos fueron considerados 2889 votos, mientras que recurridos, impugnados y otros sumaron 144 votos. En total 58.498 votos.
Reelegido en Formosa
Insfrán, cómodo
Gildo Insfrán (foto) gobernará la provincia de Formosa por un sexto período consecutivo. Con el 12,9 por ciento escrutado, el actual mandatario se imponía al cierre de esta edición con un contundente 74,1 por ciento de los votos, compartiendo fórmula con Floro Eleuterio Bogado. En segundo lugar se ubicó la Confederación del Frente Amplio Formoseño con un 25,2 por ciento, que llevó como candidato al senador de origen radical Luis Naidenoff, acompañado por Aldo Argañaraz. Este espacio reunió a la mayor parte de la oposición a nivel nacional ya que recibió el apoyo de Mauricio Macri, Sergio Massa e incluso del frente Progresistas, aunque quedó a casi 50 puntos del Frente para la Victoria. Naidenoff no se inclinó por ninguno de los referentes nacionales que lo apoyaron para tratar de conservar esos respaldos, pero de poco le sirvieron. La otra fórmula que disputó la gobernación fue la de Sergio Sapkus y Natalia Coronel, del Partido Obrero, que sacaron apenas el 0,7 por ciento de los votos. En la elección presidencial, la ventaja fue para Daniel Scioli 66,5 por ciento, quedando Sergio Massa en un muy lejano segundo lugar con un 16,4 por ciento. Mauricio Macri completó el podio con el 15,8 por ciento. El Frente de Izquierda quedó cuarto con el 0,9 por ciento, mientras que la Alianza Progresistas de Margarita Stolbizer sumó apenas el 0,4 por ciento.
Insfrán, de 64 años, fue diputado provincial entre 1983 y 1987, vicegobernador entre 1987 y 1995 y desde entonces se encuentra al frente de la provincia. Las últimas tres elecciones las ganó con más del 60 por ciento de los votos. En 2003 con el 67 por ciento, en 2007 con el 75 por ciento, en 2011 con el 76 por ciento y anoche con el 74 por ciento. Insfrán siempre se mostró como un aliado incondicional del gobierno y de hecho el Frente para la Victoria tuvo en Formosa uno de sus mejores desempeños a nivel nacional.
Más del 50 en San Juan
El vice de Gioja
En San Juan, el oficialismo revalidó sus títulos. Desde temprano, el binomio Sergio Uñac, actual vicegobernador, y Marcelo Lima, de la Alianza Frente para la Victoria, se adjudicaba el primer lugar con amplia diferencia sobre sus rivales más cercanos, Roberto Basualdo y Enrique Conti, de la Alianza Compromiso con San Juan.
Antes de las 22 de ayer, el candidato a gobernador del Frente para la Victoria de San Juan, Sergio Uñac, se adjudicaba el triunfo en las elecciones provinciales y afirmó sentirse “orgulloso del reconocimiento de los sanjuaninos”.
Al llegar a la sede del PJ local, donde miles de afiliados celebraban el triunfo en las urnas, Uñac dijo que “estoy muy agradecido por todo lo que hemos vivido juntos” y se comprometió a seguir avanzando con las obras realizadas durante los años de gobierno como vice de José Luis Gioja.
El vicegobernador dijo que “no es menor el compromiso, estoy orgulloso y debo ser el hacedor de lo que viene para los próximos años”.
Pasada la medianoche de ayer, cuando se llevaba el 55,79 por ciento de las mesas escrutadas, el Frente para la Victoria había obtenido 122.108 votos, que representan el 53,19 por ciento del total. Por su lado, Compromiso lograba 66.720 votos, el 29,06 por ciento. Lo seguía, Juntos por San Juan, con la fórmula Martín Turcuman y Gustavo Costamagna, que obtenían 31.588 votos, el 13,76 por ciento. En cuarto lugar, se ubicaba la Alianza Frente Progresista Popular, encabezada por Benjamín Rafael Kuchen, con Luis Conrado Suárez Jofre como candidato a vice, obtenía 4.668 votos, que correspondían al 2,03 por ciento. La Cruzada Renovadora de Alfredo Avelin y Carlos Navas, 3275 votos con el 1,43 por ciento; y Nueva Izquierda, con Mary Garrido y Sergio Campso Lescano, 1221 votos, el 0,53 por ciento.
Perdía el FpV en Chubut
Das Neves en punta
Mario Das Neves (foto) volverá a gobernar la provincia de Chubut. Con el 73,3 por ciento escrutado, el ex mandatario se imponía anoche con el 45,2 por ciento de los votos frente a la Alianza Frente para la Victoria que encabezó el actual gobernador Martín Buzzi, el cual estaba obteniendo el 38,1 por ciento de los votos. La alianza Chubut Somos Todos, que postuló al ahora diputado nacional en fórmula con Mariano Arcioni, fue con “boleta corta”, es decir sin candidato a presidente y vice. En tercer lugar quedó la alianza Cambiemos Chubut que llevaba la formula Carlos Lorenzo-María Leiva con el 13,7 por ciento. La elección a presidente en la provincia la estaba ganando la fórmula Scioli-Zannini con el 41,5 por ciento, seguida por UNA de Sergio Massa con el 29,6 y Cambiemos de Mauricio Macri con el 21,7 por ciento, lo que evidencia un fuerte corte de boleta en contra del actual gobernador Martín Buzzi.
Das Neves, de 64 años, fue gobernador de la provincia entre 2003 y 2011 y candidato a vicepresidente de Unión Popular en 2011 acompañando a Eduardo Duhalde. La batalla entre Buzzi y Das Neves tenía un atractivo especial porque el actual gobernador había llegado de la mano de Das Neves al gobierno, pero inmediatamente después hizo un acuerdo con el gobierno nacional y tomó distancia de su padrino político. En las PASO de agosto, comenzó a vislumbrarse la posibilidad de una derrota de Buzzi ya que si bien el gobernador le ganó a Miguel “Coné” Díaz la interna de la Alianza Frente para la Victoria, Das Neves le sacó más de dos puntos de diferencia en la elección global. Ahora esa brecha se amplió, pese a que su boleta no fue atada a ninguna lista presidencial, ya que, pese a coquetear con Sergio Massa y con Daniel Scioli, finalmente no acordó con ninguno de los dos.
Continuidad en Catamarca
Corpacci reelegida
Al cierre de esta edición, la gobernadora Lucía Corpacci, acompañada de Octavio Gutiérrez, obtenía la reelección por otros cuatro años al imponerse con el 49,6 por ciento de los votos, habiéndose escrutado el 70,2 por ciento. En segundo lugar se ubicó el Frente Cívico y Social, coalición liderada por la UCR, con el 41,1 por ciento, que llevó como candidato al ex gobernador (2003-2011) y actual diputado nacional Eduardo Brizuela del Moral, el radical que perdió la gobernación hace cuatro años cuando iba por su segunda reelección consecutiva. El Frente Tercera Posición, cuyo máximo referente es el sindicalista Luis Barrionuevo, quedó en tercer lugar con el 9,3 por ciento, llevando como candidato al titular de la Cámara de Diputados, Marcelo Rivera, quien respaldaba la candidatura presidencial de Sergio Massa. En lo que respecta al Senado Nacional, el triunfo del Frente para la Victoria posibilitará el ingreso a la cámara a partir del 10 de diciembre del actual vicegobernador, Dalmacio Mera, y de Inés Blas. El Frente Cívico y Social se quedó con la tercera banca. De este modo, Oscar Castillo, quien fue gobernador entre 1999 y 2003, continuará cuatro años más como senador. En la elección para presidente, por su parte, Daniel Scioli se imponía con el 44,3 por ciento, seguido por Mauricio Macri con el 35,2 por ciento, mientras que Sergio Massa quedó tercero con el 16,5 por ciento. El Frente de Izquierda de Nicolás del Caño quedó cuarto con el 1,7 por ciento.
Corpacci, médica cirujana de 55 años, prima hermana del ex gobernador Ramón Saadi, fue electa en marzo de 2007 como vicegobernadora del propio Brizuela de Moral, pero cuando el Frente Cívico y Social rompió con el kirchnerismo luego de la crisis del campo, ella renunció y en el 2009 asumió como senadora por el Frente para la Victoria. Luego decidió presentarse como candidata a gobernadora y en marzo de 2011 dio la sorpresa al desbancar a Brizuela de Moral, poniendo fin a 20 años consecutivos de gobierno del Frente Cívico y Social. Desde entonces, conduce la provincia y lo seguirá haciendo hasta el 2019.
El candidato del PJ
Verna en La Pampa
En La Pampa, el candidato del Partido Justicialista, el senador nacional Carlos Verna (foto), se imponía en la elección a gobernador a última hora de anoche. “Le agradezco al pueblo de La Pampa una nueva posibilidad de administrar la provincia”, expresó anoche, al tiempo que subrayó que “volvemos a ganar una elección por la diferencia obtenida en General Pico”.
Entretanto, Leandro Altolaguirre, de Cambiemos, le arrebató la intendencia de Santa Rosa al Partido Justicialista.
En una conferencia de prensa brindada en esa ciudad, Verna manifestó que es necesario “ir a un cambio de modelo de elección, un sistema nuevo para los pampeanos, más rápido y eficiente”.
Antes de la medianoche, el gobernador electo del PJ se imponía con el 45,1 por ciento de los votos contra el 39,4 del radical Francisco Toroba de la Propuesta Frente Pampeano (Pro-Frepam) cuando se llevaban escrutados alrededor del 10 por ciento del total de mesas habilitadas.
El triunfo del PJ significa que ingresarán al Senado los candidatos Daniel Lovera y Norma Durango; mientas que Sergio Ziliotto y Liliana Robledo irán a la Cámara de Diputados. En tanto Nelson Nicoletti será el diputado al Parlasur.
Por la primera minoría, el radicalismo en su alianza con el PRO, ingresa al Senado con Juan Carlos Marino, que ocupará por tercer período consecutivo una banca en la Cámara alta, y Daniel Kroneberger quedó reelecto como diputado nacional.
Se imponía el oficialismo
Misiones sigue igual
El candidato a gobernador por el oficialista Frente Renovador de la Concordia, Hugo Passalacqua (foto), se imponía anoche en las elecciones misioneras con el 65 por ciento de los votos, escrutado el 14 por ciento de las mesas. El gobernador de la provincia y candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria (FpV), Maurice Fabián Closs, manifestó sentirse conforme con la tarea realizada y con “la sensación de un tiempo transcurrido y el deber cumplido”.
Lejos detrás de Passalacqua se encontraba el candidato del frente Vamos Juntos, Alex Ziegler, que apoya al PRO a nivel nacional y que acumulaba el 9,4 por ciento de los sufragios.
En tercer lugar se ubicaba el representante del Proyecto Agrario y Social, Héctor Bárbaro, con el 6,58 por ciento; y posteriormente se encuentran Gustavo González, de la UCR, con el 5,3 por ciento, y el dirigente camionero Adolfo Velázquez, del Frente Unidos UNA, con el 3,05 por ciento de los votos.
El mandatario misionero, al votar en una escuela de Aristóbulo del Valle, a unos 140 kilómetros de Posadas, expresó que “es un día especial de algo que se inició hace 12 años con la renovación, esperanzado de que las cosas continúen”, dijo.
Destacó además que en Misiones “se votó en paz, con esperanza y con mucha confianza”. Finalmente, manifestó que se encuentra muy contento “con la sensación de un tiempo transcurrido y del deber cumplido” como gobernador de esa provincia mesopotámica.
El porcentaje de los votantes en la provincia fue de aproximadamente el 80 por ciento, según se informó desde el Ministerio de Gobierno de la provincia. Para el ministro de Gobierno, Jorge Daniel Franco, la concurrencia puede ser considerada histórica.
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