Por Arthur González/El Heraldo Cubano -Martianos-Hermes-Cubainformación.- El tiempo es el mejor consejero del hombre y para aquellos que en diciembre del 2014 agradecían al presidente Barack Obama, y lo alababan con apelativos extraordinarios, ahora se dará cuenta que el triunfalismo no los llevará a ninguna parte, pues la política de Estados Unidos contra Cuba sigue su mismo curso, aunque discursos y entrevistas aparenten lo contrario.
No se puede negar que hay pasos inimaginables hasta la fecha y que en realidad pudieran traer algún mejoramiento entre los dos países, pero eso no significa que la Casa Blanca haya abandonado su propósito de ver caer el socialismo en la Isla y menos aún que deje de intentarlo con todas sus fuerzas.
Para dar fe de lo antes expuesto, el propio subsecretario adjunto de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Gonzalo Gallegos, se encargó de reafirmarlo durante una intervención, por vídeo conferencia, en la asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en Charleston, Carolina del Sur, cuando dijo ante todos los presentes:
“Estados Unidos mantendrá sus programas de apoyo a los periodistas independientes en Cuba, de manera que puedan ejercer su derecho a la información”. “El Gobierno estadounidense busca formas eficaces para lograr la meta final, la cual es que los cubanos puedan tener acceso a la información”.
“Estoy convencido que el restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana va a mejorar la vida en la Isla y potenciará el tránsito hacia la democracia y la prosperidad”.
Más que suficiente para que los cubanos se vayan preparando para lo que les espera en esta nueva etapa, caracterizada por el reforzamiento de la subversión política a todo tren, con mucho más dinero que los 20 millones de dólares anuales que aprueba Obama desde que llegó a la presidencia.
Con sinceridad y sin secretos, Gonzalo Gallegos expuso ante los presentes la nueva estrategia de la Casa Blanca, la cual aseguró sin tapujos que era mantener el Bloqueo, bajo el pretexto de que ese tema está en manos del Congreso, cuando se sabe que el fin que pretenden alcanzar es acrecentar las penurias del pueblo para que sea este el que busque y apoye el cambio hacia el capitalismo.
Pero Estados Unidos no va a esperar pasivamente y para lograrlo Gonzalo explicó que uno de los objetivos priorizados por Obama, es que el sector empresarial estadounidense, especialmente el de las telecomunicaciones, pueda llegar a la Isla y sin violar el “embargo”, comerciar y participar en esa esfera para llegar a la población.
Otro de los puntos de la nueva táctica es “ayudar” a los trabajadores no estatales cubanos, con el sueño que esos sean el engendro del capitalismo caribeño que desplace al sistema socialista.
Cumpliendo con esa misma línea de trabajo, la secretaria de Comercio de los Estados Unidos, Penny Pritzker, llegó a La Habana el 06/10/2015, acompañada de una amplia delegación, integrada por especialistas en aplicar las políticas respecto a Cuba, en la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, y los departamentos del Tesoro y de Comercio.
Una de sus primeras actividades fue una cena ofrecida a cubanos dueños de restaurantes, cafeterías y otros pequeños negocios particulares, esos que califican como “sociedad civil” que tanto desean apoyar, lo que reafirma las pretensiones políticas de Obama.
Es por eso que la llamada “disidencia”, ha pasado a una segunda línea de trabajo y aunque seguirán financiándoles los actos provocativos, como una fórmula de mostrarle al mundo la “inconformidad” de los cubanos a la Revolución, los nuevos consentidos son los trabajadores no estatales, quienes recibirán licencias para hacer compras en Estados Unidos, a pesar del llamado “Embargo”.
No obstante, los gobernantes yanquis deberán recordar que los cubanos siempre tendrán presentes las palabras de José Martí cuando afirmó:
“ Y no quiero ver a mi patria víctima de capataces”.
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