Por Lic. Laura V. Mor.
Corresponsal en Cuba del Club de Periodistas Amigos de Cuba (CAPAC).
Brasil se encuentra hoy sufriendo un golpe institucional parlamentario que pone en alerta a toda la región. La derecha tiene sus intereses de poder y económicos, y no descansará hasta volver a Latinoamérica su patio traserocomo solía ser en los años `90 bajo la oleada de gobiernos neoliberales. La destitución de Dilma es hoy la muestra de que no es historia del pasado que tras los senadores que han votado la suspensión de Dilma se encuentran la“mano invisible” de los poderes económicos de Brasil, ligados a los intereses geoestratégicos de Estados Unidos.
Tanto la Federación de Industriales del Estado de Sao Paulo como los monopolios mediáticos -en especial la Red O ‘Globo- han tenido un rol preponderante en la presión ejercida para que ese proceso destituyente sea efectivo por medio de mecanismos constitucionales que son aprovechados por la derecha transnacional para desestabilizar gobiernos e intentar así poner fin a procesos progresistas en la región, desoyendo los 54.5 millones de votos. Estas desestabilizaciones organizadas por una potencia imperialista que intenta dominar el continente americano ya no por medio de intervenciones armadas directas o financiando juntas militares gobernantes como en décadas pasadas; son las que se enmarcan en aquello que uno de los más sobresalientes ideólogos de la Central International Agency – CIA, Gene Sharp, ha denominado “golpes blandos”: un nuevo mecanismo de dominación tras los mismos intereses de poder de antaño.
El objetivo táctico hoy es Dilma y los avances sociales que ha obtenido el PT, aunque a largo plazo el objetivo estratégico sea la región, buscando quebrar el eje de solidaridad y compromiso político soberano que se ha venido forjando mancomunadamente en las últimas décadas a través de MERCOSUR, UNASUR y CELAC. Estados Unidos espera la concreción de la Alianza Pacífico desde hace diez años cuando junto a Chávez se enterró al ALCA en Argentina.
Dando cuenta de esta embestida y entendiendo a América Latina y el Caribe en unidad de acción y a la flagrante violación del Decreto de América Latina como Zona de Paz adoptado en la Cumbre de la Celac en La Habana en enero del 2014, decenas de organizaciones de masas y movimientos sociales de Cuba y de la región se han dado cita el pasado viernes en la sede habanera del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos – ICAP con el objetivo de repudiar el golpe de Estado erigido en Brasil contra el gobierno legítimamente electo de la Presidente Dilma Rousseff, haciendo eco de la histórica solidaridad de Cuba con los Pueblos y el apoyo al progresismo en la región latinoamericana y caribeña.
Con carteles con los hashtags #CubaContraOGolpe y #FuerzaDilma entre los presentes, siguiendo el trend topic mundial en apoyo a Dilma Rousseff; con Guilherme Wanderley Ribeiro, estudiante de la Escuela Latinoamericana de Medicina – ELAM y miembro del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, Rosario Rodríguez, funcionaria del Departamento de Relaciones Internacionales de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y Mesileni Da Silva en representación del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil como oradores se manifestó que esta maniobra de la restauración conservadora contra los gobiernos de izquierda y progresistas de la región tiene “la clara intención de truncar los avances sociales y políticos alcanzados, y frenar el ascenso de la integración continental”. Esta maniobra -tal como afirma el documento central del acto firmado por CTC, la ANAP, los CDR, la FMC, la UJC, el Centro Memorial Martin Luther King, la Red en Defensa de la Humanidad-Cuba, la FEU, entre otras- tiene la intención de “truncar los avances sociales y políticos alcanzados y frenar el ascenso de la integración continental.
Concluyó la actividad al compás de la música y una gran interpretación del mítico “Sólo le pido a Dios” de Gieco, versos aún tan vigentes como en otros tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario