Virna Molina, Fernando Krichmar y Fito Pochat conversaron con Tiempo Argentino sobre las actividades planeadas para el Día del Documentalista. Esta semana se reúnen con el presidente del INCAA para dialogar sobre los cambios en el Plan de Fomento que impulsa el Instituto.
SÁBADO, 21 DE MAYO
DE 2016
POR MAJO GARCÍA MORENO
Llegaron al documental desde tres
lugares diferentes pero allí, al menos por ahora, se quedaron. Virna Molina
estudió en la escuela de Avellaneda pensando en dedicarse a la ficción pero
descubrió que haciendo documental podía explorar al máximo su creatividad,
experimentar y trabajar con más libertad que en otros géneros. Fito Pochat
viene de la televisión y descubrió en el cine “una herramienta maravillosa para
cambiar ciertas cosas”. Fernando Krichmar se define como “ex psicólogo” desde
el día que entró a estudiar cine en Rosario y no volvió más a un consultorio.
Hoy son tres referentes del género
como directores y como miembros de tres asociaciones distintas con objetivos
comunes. Molina de RDI (Asociación de Realizadores Integrales de Cine
Documental), Krichmar de DOCA (Documentalistas de Argentina)y Pochat de ADN
(Asociación Nacional de directores y productores de cine documental
independiente de la Argentina) se reunieron con Tiempo Argentino para anticipar
lo que será la actividad que estas tres agrupaciones junto con DAC (Directores
Argentinos Cinematográficos), DIC (Directores independientes de Cine) y PCI
(Proyecto Cine Independiente) realizarán el próximo viernes, Día del
Documentalista y cuando se cumplen 40 años de la desaparición y asesinato de
Raymundo Gleyzer por la dictadura cívico-militar (ver recuadro).
"Hay
una unidad muy fuerte para defender lo que se ha hecho y planteos para mejorar
otras grandes falencias, como la distribución."
Un día antes, el jueves 26, y tras
meses de pedir audiencia, las asociaciones de documentalistas mantendrán una
reunión con el presidente del lNCAA, Alejandro Cacetta, para hablar sobre las
modificaciones al Plan de Fomento que impulsa el Instituto.
Desde que asumieron las nuevas
autoridades en el INCAA, el cambio en el Plan de Fomento fue uno de los puntos
que en varias entrevistas Cacetta marcó como prioritario para su gestión. Ante
esta perspectiva, el funcionario mantuvo distintas reuniones con los sectores
que hacen al quehacer cinematográfico, entre ellos los documentalistas. A su
pedido, los cineastas elaboraron un planteamiento de cara a estas
modificaciones –cuyo contenido hasta hoy tiene más de especulación que de datos
concretos– que presentaron a las autoridades para ser discutido y donde
argumentaron la necesidad de conservar lo conseguido en materia de producción y
avanzar en las instancias más vulnerables para el sector, como son la
exhibición y la distribución.
"El documental hoy está luchando
por mantener su voz. Se trata de un cine que perdura, más allá de los estrenos
en las salas, en las escuelas y en las universidades como material
bibliográfico.Como decía Patricio Guzmán, es el álbum de fotos de cada país, la
memoria viva", dice Molina, directora de Alejandra, documental sobre
Pizarnik.
"Hay una unidad muy fuerte para
defender todo lo que se ha hecho y planteos para mejorar otras grandes
falencias como la distribución, que está totalmente obturada por las grandes
compañías, muchas de ellas con capitales extranjeros. Hace mucho venimos
planteando que el Gaumont no puede ser un hecho tan aislado. Necesitamos más
salas", agrega Krichmar, quien dirigió el celebrado documental Seré
Millones.
"Tenemos que entender que en el
cine la cantidad hace a la calidad. Eso de pretender que por hacer tres o
cuatro películas, esas van a ser buenas, es lo más falaz que hay y está
recontra probado en más de cien años de cine y en cualquier cinematografía del
mundo que quieras revisar", remarca Pochat, responsable de Mika, mi guerra
de España. Sobre este punto Krichmar agrega: "Ese es el argumento de los
grandes medios de prensa que dicen que hay que hacer pocas películas de más
presupuesto y que hay que subvencionar sólo las películas que tienen éxito
comercial. Quieren encadenar el esquema del cine nacional a las leyes del
mercado. Y el cine es un bien cultural; más el documental. Y todo esto sin empezar
a hablar de las fuentes de trabajo".
Aunque todavía no tienen certezas
sobre cómo podrían afectar al sector las modificaciones del Plan de Fomento,
los documentalistas son claros en sus conceptos. "Me parece bárbaro que el
gobierno diga que le interesa el mercado, pero también debe respetar la Ley de
Cine y apostar a lo que es el cine cultural. El documental debe ser una
política de Estado y no de mercado", define Molina, y agrega que el género
no es más que el 4% del presupuesto de INCAA.
–¿Cómo creen que afectarán al sector las modificaciones del Plan de
Fomento?
Virna Molina: –Desde que pedimos la
reunión hasta hoy corren muchas versiones, desde las más terroríficas hasta las
más bondadosas. A nosotros nos interesa recibir una respuesta oficial sobre nuestra
propuesta y sentarnos trabajar. No vamos a ser espectadores de las políticas
que decida un gobierno sobre el cine documental porque nosotros lo hacemos
todos los días.
Fito Pochat: –Ha habido un parate
burocrático en estos seis meses. Hasta ahora estamos siendo escuchados, pero
hay que aclarar que todo lo que se ha conseguido en estos años no ha sido por
obra y gracia del Espíritu Santo.
Fernando Krichmar: –Todo se consiguió
con lucha, en la calle y no queremos resignarlo. Nosotros nos hacemos cargo de
que nuestro cine es político, aunque todo cine lo es, y lo defendemos con el
cuerpo. Entonces, si llega a haber algún ataque a esto, estaremos movilizados.
Por eso también el sentido de hacer un homenaje a Gleyzer. No nacimos de un
repollo.
–¿Cuál es su propuesta para mejorar la exhibición?
FP: –Ese es un tema que venimos
hablando hace mucho con la gente del INCAA y del Gaumont, y no obtuvimos
respuestas para avanzar. Bienvenido un presidente del Instituto que plantee
hablar de esto.
FK: –El tema es que hay una sola sala
y muchas películas esperando estreno. Pedimos que haya varios Gaumones, que los
Espacio INCAA estén gerenciados por gente que sepa de cine, que tenga
creatividad. Capaz, en vez de estar toda la semana un documental, es mejor que
esté dos días a la semana durante varios meses.
FP: –El Gaumont tiene una lógica de
programación como los cines comerciales y un documental no necesita dos, tres
funciones diarias. Esa es una lógica que tiene el cine para producciones que
buscan convocar gran cantidad de gente en poco tiempo. Para nuestro cine
funciona el boca en boca y por eso necesitamos la permanencia, aunque con menos
días y funciones. Vamos a estar alertas para no retroceder en la producción,
porque no pude ser materia de cambio.
VM: –Nosotros lo que estamos
garantizando es la libertad del artista para poder generar una obra para su
sociedad, para su país. Si empezamos a hablar de hacer un cine rentable,
hablamos de la censura implícita.
Consultada sobre esta cuestión,
Carmen Guarini, integrante de DAC y directora de Tinta Roja y Calles de la
memoria, entre otras producciones, afirmó que la exhibición podría mejorarse
"abriendo más ventanas televisivas en canales privados de aire y
estatales, y haciendo cumplir la ley de la media cinematográfica para el cine
nacional en todas las pantallas del país, incluidas las multipantallas".
Además, planteó la necesidad de actualizar el "costo medio de una película
nacional" que, consideró, "viene con un atraso importante desde la
gestión anterior" y se profundizó con la devaluación. "Esta
desactualización complica muchísimo la posibilidad de llevar adelante
proyectos de cierta envergadura, en particular la ficción se ve muy
afectada", afirmó la cineasta.
Por su parte, Miguel Mato, presidente
de DIC y director de Espejitos de colores y Hambre nunca pasé, entre otros
films, enfatizó en la necesidad de que el Estado intervenga en la distribución.
"Todo el cine nacional padece la impunidad de las exhibidoras. En cuanto y
en tanto la exhibición en general no sea tomada como política de Estado, poco
podemos hacer los realizadores y distribuidores de cine nacional por ocupar
pantallas".
Sobre la modificación del Plan de
Fomento consideró que el actual "cobija todas las posibilidades de
realización cinematográfica y como tal ha demostrado un sistemático crecimiento
en la producción documental". Remarcó que fue "consensuado con las
asociaciones que nuclean a los realizadores, lo que permitió contemplar desde
una perspectiva de sector las necesarias instancias de desarrollo de proyecto,
subsidios y/o créditos a la producción y edición en DVD". Todos coindicen
en que uno de los puntos fuertes es que los jurados para los comités
evaluadores son colegas elegidos por las propias asociaciones, lo que hace
transparente y legítima la asignación de subsidios.
A 40 años de la desaparición de
Gleyzer, y con su legado como bandera, los documentalistas están dispuestos a
dialogar con las autoridades para profundizar las políticas de apoyo al cine
cultural, pero aclaran: sin resignar lo conseguido, a fuerza de lucha y tesón.
Homenaje a Gleyzer, a 40 años de su secuestro y asesinato
El
próximo viernes se cumplen 40 años del secuestro y desaparición por la
Dictadura de Raymundo Gleyzer, cineasta revolucionario que dejó una de las
obras más contundentes e influyentes del cine documental latinoamericano. Para
recordarlo y conmemorar el Día del Documentalista se llevará a cabo a las 19 en
el cine Gaumont (Rivadavia 1635) un evento con entrada libre y gratuita donde
se presentará el libro Compañero Raymundo, con la presencia de las autoras
Juana Sapire - viuda del cineasta-y Cynthia Sabat. Además se proyectará la
copia restaurada y remasterizada de Los Traidores, del Grupo Cine de la Base,
dirigida por Raymundo Gleyzer
"Cuando conocí su cine fue un
impacto muy fuerte porque era algo muy distinto a lo que uno había estudiado.
Fue como hacer de nuevo una escuela de cine y darme cuenta de que su obra era
mucho más cercana al cine que yo quería hacer", dice Virna Molina quien,
junto a Ernesto Ardito estrenó en 2003 el documental Raymundo, ganador de 15
premios internacionales y seleccionado en 40 festivales de cine.
La directora considera, además,
que Gleyzer "hizo un cine que de alguna manera refleja a todo un sector de
la Argentina que hasta ese momento no tenía voz. Además lo realizó con una
estética y una forma de producción muy particular, cosa que muchos de nosotros
reivindicamos hasta el día de hoy, ya no para sortear los problemas de la
dictadura como hacía el (el grupo que él creó) Cine de la Base sino para
sortear los problemas concretos del mercado y de la censura que, de alguna
manera, se practica en el control de los medios de exhibición, de distribución
y de producción que siempre están en el mercado capitalista".
La
convocatoria es, según Molina, "de la mano de Raymundo y la presencia de
su obra, plantear una política fuerte y clara para el cine
documental".
Respuesta del INCAA
Consultados por Tiempo sobre el Día del Documentalista y la
reunión con el sector, desde el Instituto de Cine informaron que la única
comunicación oficial será un mensaje de Alejandro Cacetta a los medios, emitido
a través de una gacetilla de prensa, el mismo día 27.
'El documental debe ser una verdadera política de Estado y no de mercado' - tiempoar.com.ar:
'El documental debe ser una verdadera política de Estado y no de mercado' - tiempoar.com.ar:
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