Heridos y un detenido después de que la policía impidió el paso de un acto pacifico contra el impeachment
La Policía Militar (PM) del estado de São Paulo reprimió arbitrariamente y violentamente la manifestación contra el impeachment de Dilma Rousseff (PT) en la avenida Paulista [centro de la ciudad de São Paulo], el lunes (29), fecha marcada por la última etapa del proceso contra la presidenta apartada.
Convocado por los Frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, el acto reunió cerca de 3 mil personas, entre ellos ancianos y mujeres con sus hijos en brazos, cuando la Policía Militar arrojó bombas de gas lacrimógeno en medio de la multitud.
Un poco antes de las 19h, los manifestantes se aproximaron pacíficamente de la Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp). Ellos estaban a aproximadamente 150 metros del predio cuando la Tropa de Choque impidió el acto de seguir y bloqueó el pasaje, con la justificativa de que grupos a favor del impeachment estarían en el local y que la institución que no había sido informada del trayecto. El comandante de la operación afirmó que la represión se dio “para evitar conflictos”.
“Eso es un señal de que, consumado el golpe mañana o después, vendrá un proceso duro de represión a los movimientos sociales, incluso colocando en riesgo nuestro derecho de manifestarnos, garantizado en la Constitución. Es una violencia lo que ellos están haciendo”, afirmó el coordinador del Frente Brasil Popular, Raimundo Bonfim.
Según complementó, el papel ejercido por la Policía Militar en la noche del lunes fue el de “proteger a Fiesp, donde hay media docena de golpistas”.
La profesora y licenciada Ana Catarina de Lima sufrió una tentativa de agresión por un grupo pro-impeachment que estaba acampado frente a la Fiesp. “Ellos quisieron tirar un bidón [de agua] en mi, y las personas que estaban en la calle vinieron a defenderme”, dijo.
Bloqueo
Después de la represión, la manifestación intentó reorganizarse y los participantes entonaron palabras de orden más fuertes contra el presidente interino, Michel Temer, y contra la Policía Militar.
Coordinadores de los dos frentes intentaron renegociar el trayecto con el comandante de la operación, el mayor Telles, que informó que la manifestación no seguiría por la avenida Paulista.
Barricadas, entonces, fueron levantadas para retardar la acción de la Tropa de Choque, que continuó atacando a los manifestantes con balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y chorros de agua para evitar que el acto se reagrupase. Muchos manifestantes quedaron heridos y uno fue detenido.
Según la Policía Militar, él sería encaminado hasta el 78º Distrito Policial, en el barrio Jardins, y fue detenido por desacato a la autoridad.
La PM también agredió periodistas que hacían la cobertura de la manifestación. Incluso, habiendo informado que estaban trabajando y mostraron su credencial, un policía apretó el spray de pimienta en el rostro de la reportera del Brasil de Fato y replicó: “Jodete”.
Más temprano, en la concentración, la coordinadora del movimientos de los Trabajadores Sin Techo, Natalia Szermeta, afirmó que, este lunes, se escribía un capítulo triste en la historia de Brasil, marcado por un golpe institucional. Sin embargo, también será recordado por la lucha y resistencia.
“Hoy es un día importante para ocupar las calles y demostrar la insatisfacción de trabajadores sobre lo que esta sucediendo en el país. El gobierno de Temer no tiene legitimidad, porque él no fue electo y usurpó el poder a través de un golpe”, dijo la dirigente.
Además de São Paulo, actos contra el golpe ocurrieron en otras capitales del país, como Brasília (DF) y Rio de Janeiro (RJ).
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Traducción: María Julia Giménez