Cierto que surgió a la política como presidente del Club Atlético Boca Jrs. Y que desde el fútbol se proyectó cuando casi nadie apostaba por él. Aquel tonto menosprecio del gobierno kirchnerista, según sostuvo siempre esta columna, lo estamos pagando ahora por sus acciones como jefe del Ejecutivo, y también por sus palabras.
Como todo escritor/ora sabe, y seguramente también el psicoanalista del Sr. Macri, las palabras tienen un inmenso valor. No sólo por su uso con propiedad, corrección y precisión, sino y sobre todo porque lo que se pronuncia es la expresión verdadera del pensamiento o las creencias de una persona. Y en el caso de este hombre, por más publicistas, asesores y hasta militantes inteligentes que lo acompañan, es por su boca (y no su afición deportiva) que se define políticamente como lo que es: un hombre poco inteligente, flaco de ideas, repetidor de lugares comunes, ultraconservador y naturalmente manipulable.
“No sé si fueron 30 mil o 9 mil, es una discusión en la que no voy a entrar”, fue su perla de la semana que pasó, frase completada con: “Yo hace rato que no le contesto a Hebe de Bonafini porque para mí está desquiciada”. O sea “loca”, y de Plaza de Mayo, como definieron Videla y Massera.
En su mejor esfuerzo inconsciente por mantener la grieta que inventaron sus patrones periodísticos, la boca presidencial también calificó de “guerra sucia” a la represión ilegal y confesó que “no impulsa los juicios” de lesa humanidad para “no interferir”.
Pero ésa es la misma boca que en los últimos años sentenció, definió y mintió a mansalva. He aquí un sintético recuento de lo que es capaz el presidente que medio país quiso que esté donde está, cuando abre la boca:
- “El mejor intendente que tuvo la ciudad fue Cacciatore”.
- “La detención de Pinochet es un disparate, es alterar el orden internacional”.
- “Es una enfermedad, no es una persona ciento por ciento sana. Mi opinión es que es una desviación no deseada... ¿Qué voy a pensar?, ¿que lo que hacen está bárbaro? ¿Usted festejaría que su hijo fuera homosexual? Por favor. El mundo nos ha hecho para que nos juntemos con una mujer. ¿Por qué nos vamos a juntar con un hombre? Está bien que es más cómodo. Se puede ir a jugar al tenis y después se puede ir a… Todo con el mismo tipo. ¡Por favor!”.
- “Yo siempre voté a la UCeDé, pero ahora votaría por Menem”.
- “Si no te aburre una sesión en el Congreso, sos un anormal”.
- “Tenemos al policía más condecorado de los últimos años. El Fino es un excelente policía”.
- “En el fondo, a todas las mujeres les gustan los piropos. No hay nada más lindo que te digan qué lindos ojos, aunque esté acompañado de una grosería. Que les digan qué lindo culo tenés, está todo bien”.
- “Soy conservador y pragmático, me ubico ideológicamente en la centroderecha”.
- “Vamos a construir 40 kilómetros de subte”.
- “Yo no voy a hacer publicidad oficial”.
- “Vengo de una familia machista. En una familia machista, una mujer no tiene otro destino que el de estar educando a sus hijos”.
- “Las Malvinas serían un déficit adicional para el país”.
- “No vine a la política a hacerme rico ni famoso”.
- “Queremos que los argentinos se levanten cada día con la alegría de saber que tienen un gran futuro por delante”.
- “Carlos Menem fue un reconstructor del país”.
- “El caso Patti es un disparate. Nosotros tenemos claramente una posición: Patti tiene que asumir.”
- “Los cartoneros les roban el trabajo a los recolectores de basura. Están haciendo hechos delictivos”.
- “Querido Rey (...) Los ciudadanos de 1816 seguro tuvieron miedo y angustia”.
- “A nuestros trabajadores les digo que tenemos que alejarnos del ausentismo, la licencia y las jornadas reducidas”.
- “Me parece que no me consta hasta ahora que el gobierno de Peña Nieto no haya defendido como corresponde los derechos humanos”.
- “Estamos bajando la inflación que es este cáncer que tantas veces nos golpeó en esta historia. Y estamos trabajando para tener el gas y la energía suficiente”.
- “En estos siete meses hemos aprendido a escucharnos y dialogar más. Falta mucho, pero lo importante es que cada día estemos un poco mejor”.
- “Si están en sus casas en remera y patas, están consumiendo energía de más”.
- “Nicolás Caputo no licitó una sola obra en mi gestión de la Ciudad”.
- “¿Por qué siempre ponemos el eje en los militares? Acá hubo dos lados. El terrorismo y el terrorismo de Estado”.
- “Vamos por el camino correcto. Vamos rumbo a un increíble futuro”.
Cuando el Sr. Presidente se va de boca, la verdad es que da vergüenza. No ajena, sino propia. Su pensamiento es típico de “señoras gordas”, como las bautizó Landrú en la inolvidable revista Tía Vicenta. Y de señores gordos también, muchos de ellos buena gente, sin dudas, pero la mayoría indisimuladamente racistas y discriminatorios.
Se dice en la así llamada Justicia, por mandato de viejos códigos, que “a confesión de parte, relevo de prueba”.
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