Por Fernando M. López
Tras dos semanas de preparativos junto a decenas de organizaciones populares, las Madres de Plaza de Mayo reactivan hoy la histórica Marcha de la Resistencia, que se extenderá a lo largo de 24 horas ininterrumpidas bajo la consigna “Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar. Cristina conducción”.
La última marcha se realizó el 26 de enero de 2006. Néstor Kirchner todavía no había cumplido tres años como presidente, pero ya se notaban fuertes transformaciones, sobre todo en materia de derechos humanos. “El enemigo no está más en la Casa de Gobierno, el enemigo habita en las multinacionales”, dijo ese día Hebe de Bonafini, al explicar la decisión de poner fin a veinticinco años de resistencia para empezar a “construir”.
Pero todo cambió a partir del 10 de diciembre de 2015. Las políticas regresivas impuestas por el presidente Mauricio Macri, en beneficio de los sectores económicos más concentrados, empujan a las grandes mayorías al desempleo, el hambre y la exclusión social.
Las propias mediciones del INDEC reconocen que la desocupación trepó al 9,3% en junio último, cuando en 2015 la tasa era del 6,6%; mientras que estudios como los del Observatorio de la Deuda Social de la UCA advierten que, en los primeros meses de gobierno de Cambiemos, se crearon dos millones de nuevos pobres e indigentes.
“En la Casa de Gobierno tenemos otra vez un enemigo”, afirmaron las Madres al celebrar los 2.000 jueves en la Plaza y anunciar que retomaban la Marcha de la Resistencia para ponerla a disposición del pueblo.
Hebe volvió a llamar ayer a “inundar” cada rincón del país por “los compañeros que no tienen trabajo”, y aseguró que en Plaza de Mayo, desde este viernes a las 17, habrá “muchas manos que digan ‘Pará la mano, Macri’, y muchos corazones y muchos pies para marchar veinticuatro horas”.
“No quiero un país donde la gente salga a pedir comedores y merenderos, quiero que la gente salga a la calle a pedir trabajo, porque es la única manera de vivir en dignidad. Es una mierda pedir comedores y merenderos, es perder la conciencia de clase, es pedir limosna. Los chicos tienen que comer en sus casas con la mamá, el papá o la abuela”, subrayó.
La presidenta de Madres también adelantó que el sábado hablará junto a Mario Secco, Edgardo Depetri, Agustín Rossi y Máximo Kirchner, quienes con sus discursos le pondrán “garra” al cierre de una marcha que se prevé multitudinaria.
Consultado por Contexto, el intendente de Ensenada dijo sentirse “honrado” de ser uno de los oradores, y planteó la necesidad de replicar “este tipo de actos en cada plaza del país para frenar las barbaridades que se están llevando adelante” desde la Casa Rosada.
“El ajuste, la devaluación, la locura de sacarles recursos a los que menos tienen para dárselos a los ricos, son medidas que hacen sufrir a mucha gente. Macri tiene un plan económico muy salvaje, muy jodido, que todos los días deja a miles de personas sin trabajo. Queremos que pare, porque el daño que ya hizo va a costar mucho tiempo poder remediarlo. Le estamos exigiendo que afloje, que no haga sufrir más a nadie”, sostuvo Secco.
Según comentó, con los doce años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, Ensenada llegó a ser “el segundo polo industrial que más aporta al PBI nacional”, pero ahora las fábricas locales “están en riesgo”, más de 5.000 trabajadores quedaron en la calle y el sector comercial registra caídas en las ventas superiores al 35%.
“Todas las semanas nos desalojan a tres o cuatro familias que pierden la posibilidad de seguir alquilando porque se quedaron sin salario. La economía va de mal en peor y en Ensenada se siente mucho”, añadió el jefe comunal.
Secco repudió, además, las violentas acciones represivas que se vivieron el miércoles en la autopista Buenos Aires-La Plata y en el ingenio “El Tabacal” de Salta, donde la Policía de Juan Manuel Urtubey y la Gendarmería de Patricia Bullrich dejaron a varios trabajadores heridos con balas de plomo.
“Hambrean a la gente, le quitan el empleo y luego vienen con el garrote. Los neoliberales pretenden que los pobres que generan se vayan a llorar a sus casas, pero no es así. Los pobres reaccionan, se organiza y empieza a resistir en cada pueblo y en cada ciudad. Ya no lo pueden ocultar”, señaló el intendente.
Otra vez, sopa. Otra vez, el kirchnerismo queriendo capitalizar en forma sectaria el creciente malestar contra el macrismo. No hay indicios de una autocrítica que evite la eterna repetición de la historia. El "enemigo" que está en la Casa Rosada llegó a ella porque el kirchnerismo, en 12 años, le dio de comer a los parásitos de la Bolsa de Comercio, a los industriales, fue pagador serial de una deuda externa fraudulenta y cómplice de Monsanto y la megaminería, mientras no hacía nada para empoderar al movimiento obrero. Permitió y alentó la fragmentación del mismo. No afectó el poder de los terratenientes con una reforma agraria. Por el contrario, fue cómplice de la Patria Sojera en contra de los pueblos originarios. No afectó los intereses de la banca privada. Tampoco hizo nada por demoler el poder mediático, permitiendo su subsistencia después de haber sido su cómplice hasta el 2005, y se apropió de los medios públicos en forma absolutamente sectaria, con engendros como 6,7,8 y TVR, que constituyeron una paupérrima parodia de aplaudidores obsecuentes. En fin, el "enemigo" está en la Rosada por la forma en que se condujo el kirchnerismo en sus 12 años sin eliminar el impuesto al trabajo, pero dejando sin impuesto a la Renta Financiera, como ejemplo de los intereses que realmente defendió. Está porque nunca cambió el "plan social" por trabajo genuino basado en la obra pública. Nunca sacó de la informalidad al 35% de los asalariados, minando su capacidad de lucha. Está Macri porque el kirchnerismo "compitió" llevando como candidato al neoliberal Scioli, al que, encima, no apoyó en la campaña. Y, el "enemigo" subsiste porque en el Parlamento el kirchnerismo le regaló la "gobernabilidad". Hay que recordar a Máximo Kirchner recomendándole al gobierno entregarse a los fondos buitre, pero negociando un poco mejor. O, a Pichetto "recuperando su capacidad de pensar", en un Senado con mayoría kirchnerista que votaba por el macrismo.
ResponderEliminarSi hubiese un miligramo de sinceridad en el kirchnerismo no usaría al sector de Madres de Plaza de Mayo capitaneado por la autoritaria Hebe de Bonafini en forma facciosa, proponiendo la conducción de Cristina Fernández, quién en la Provincia de Buenos Aires, y como posible candidata a senadora, empata con Massa y con Carrió. Flaco favor le hace a esas Madres embanderándolas con un partido político, que entre otras cosas, las ensució con la corrupción de Sueños Compartidos. Yo creo que hay que luchar contra este gobierno cuasi dictatorial, y por los reclamos obreros, con un frente de lucha colectivo, unitario (aunque cada quién mantenga su identidad política), y que aborde la tarea de barrer a la burocracia sindical traidora, ante la cual el kirchnerismo se hace "el burro", a pesar de que es uno de los elementos que más contribuye a que este "enemigo" que está en la Rosada no se derrumbe. Ante la calamidad de este gobierno represor y hambreador, lo último que necesitamos es volver a la conducción de Cristina, y renunciar a la posibilidad de ir construyendo una alternativa obrera en el marco de la lucha contra el neoliberalismo. O, resignémonos a copiar el sainete yanqui, en el que salen demócratas-entran republicanos, salen republicanos-entran demócratas, y los que siempre salen jodidos son los trabajadores y las minorías afrodescendientes e hispanos y latinos.