Irak / Foto de Bill Hackwell
¿Podría describir momentos positivos y negativos que han marcado su vida profesional como fotógrafo?
Fui enlistado en el ejército durante la guerra de Vietnam y allí comencé a experimentar con la fotografía. Allí también fui desarrollando una conciencia sobre la realidad de la muerte y la destrucción que la administración de mi Gobierno provocaba en aquel país. Como aún sucede, los que crecemos en Estados Unidos nunca hemos sido educados para ser pensadores críticos. Nunca hice la simple pregunta del por qué ir a luchar contra un pueblo que nunca me hizo daño o que nunca fue una amenaza para mi familia, para mi país o para mí.
Una vez allí, toda mi vida cambió y comencé a comprender que tenía más cosas en común con el pueblo vietnamita que con la misión que se me había asignado, que era esencialmente destruir el país. Estados Unidos todavía está tratando de volver a escribir la historia de esa guerra pero la realidad es que a pesar del poderío militar superior fueron vencidos por un país en desarrollo, que a pesar de perder de 3 a 5 millones de personas nunca se dio por vencido. Otra razón por la cual Estados Unidos perdió fue porque en un momento dado los soldados jóvenes como yo nos desencantamos con la guerra. En mi caso por ejemplo en un momento dejé de utilizar mi cámara para documentar la guerra y comencé a documentar al pueblo vietnamita; captar cómo se sobrevive en las peores condiciones posibles de la guerra. Personalmente, este fue un proceso doloroso pero liberador que cambió totalmente mi visión del mundo hasta el día de hoy.
De todos los proyectos que he trabajado tal vez el que más me impactó fue un viaje en 1996 como parte de una delegación a Iraq encabezada por el ex Fiscal General de EEUU Ramsey Clark. La meta de la delegación fue documentar los efectos devastadores de las sanciones en ese país. Las imágenes que tomé en ese viaje ilustran un libro que contiene un informe de la ONU, donde se documenta que más de medio millón de iraquíes murieron de enfermedades prevenibles como consecuencia directa de las sanciones. Otro uso importante que se le dio a esas imágenes fue su uso como visuales para ayudar a construir el movimiento contra la guerra en Estados Unidos. Una imagen que tomé en particular de una niña en una devastada calle de Basrah que se convirtió en un símbolo del movimiento contra la guerra. Allí estaba ella, supuestamente nuestra enemiga mirándonos sin piedad y mostrando en sus ojos la tenacidad por sobrevivir que tiene el pueblo iraquí.
Vietnam / Foto de Bill Hackwell
Como fotógrafo de documentación social, ¿cuál es su opinión sobre el papel que juega la fotografía (o imágenes) en la opinión pública mundial?
Esta es una pregunta importante debido al abrumador lavado de cerebro que los medios corporativos mantienen sobre la gente en todas partes del mundo y muy especialmente aquí en los Estados Unidos. Nosotros nos referimos a los medios de comunicación como la 4ª rama del gobierno estadounidense debido a su falta de honestidad y su constante juego de “verdades a medias” y mentiras absolutas sobre cualquier cosa que sea progresista. El ejemplo de Cuba viene a la mente. Este país, con un bloqueo draconiano de más de 50 años, que a pesar de todos los pronósticos ha mejorado la calidad de vida de todos sus habitantes, los medios de comunicación constantemente lo pintan como un lugar triste y represivo.
Como fotógrafos de documentación social y periodistas, esto es lo que enfrentamos a diario y debemos mirar lo que hacemos como una forma de brindar la verdad honesta a la más amplia audiencia posible contra el bombardeo constante de una insidiosa falta de información. Debo explicar que fotógrafos de documentación social no son necesariamente periodistas. No sólo estamos divulgando la noticia sino más bien estamos tratando de captar imágenes para grabar la lucha de los pueblos. Tenemos que ser pacientes y no sólo obtener una imagen importante sino más bien construir un cuerpo de trabajo sobre un pueblo que resistirá la prueba del tiempo y que de ahora en adelante será parte de nuestra perspectiva desde dentro del movimiento y la lucha diaria por un mundo mejor. Este trabajo nunca ha sido más importante que ahora. La clase dominante de cada período es la que se cree con derecho de escribir la historia y ese es nuestro desafío. No podemos permitir que la CNN, ABC, NBC, CBS y todas las otras agencias corporativas mediáticas controlen las imágenes y la narrativa. No podemos permitir que ellos sean quienes registren nuestra historia. Tiene que haber un ejército de documentalistas independientes actualizados en todos los aspectos de la tecnología instantánea de hoy para contrarrestarlos. O sea los trabajadores de medios de información con una conciencia, deben ser parte de las luchas de los pueblos para asumir la responsabilidad de explicar los cambios sociales con honestidad y sin adorno. No existe en estos momentos la información imparcial, se trata realmente de qué lado está cada quien.
En la Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba / Foto de Bill Hackwell
¿Cuál es su opinión sobre la actual campaña electoral en Estados Unidos?
Aparentemente pareciera que la campaña electoral, cada día más extraña, es un guión de una comedia trágica pero la realidad es que refleja un gran giro hacia la derecha en la política de Estados Unidos que tiene consecuencias graves y peligrosas no sólo para la democracia y la justicia en los Estados Unidos sino también para la paz en el mundo.
No podía haber dos candidatos, incluso en la más profunda y oscura parte del infierno, que podrían ser más despreciables y peligrosos que Trump y Clinton. El odio hacia ambos candidatos está claro en todas las encuestas, sin embargo el pueblo de los Estados Unidos se queda sin opciones reales y es rehén de este drama sin ninguna manera de intervenir en el proceso. El mito de que los Estados Unidos es una gran democracia está siendo expuesta de una manera sin precedentes.
La campaña de Trump ha dado espacio a los elementos más racistas y reaccionarios de la sociedad y alimenta a diario la llama de una ideología fascista en el ciudadano común, sobre todo cuando se trata de los inmigrantes. Desprestigia a las personas que han tenido que venir a los Estados Unidos debido a las políticas neoliberales en sus propios países para realizar los trabajos más peligrosos y menos remunerados. Trump ha logrado de manera espectacular convertir a los inmigrantes en el enemigo principal y la causa de todos los problemas del capitalismo en descomposición. En realidad Trump le ha dado una salida fácil a Hillary Clinton para que ella no tenga que explicar su papel en el derrocamiento de los gobiernos legítimos de Honduras y de Libia, sus mentiras al Congreso sobre consideraciones especiales concedidas a la Fundación Clinton, etc. Mientras tanto el debate que se lleva a cabo con la complicidad de los medios corporativos se basa en acusaciones entre ambos candidatos y en tirarse barro entre ellos sin que se discutan o examinen cuestiones reales. Ninguna discusión tiene lugar por ejemplo, sobre cómo los candidatos abordarán la epidemia de pobreza en los Estados Unidos, o la creciente brecha de riqueza o cualquier aspecto de la política exterior. Clinton tiene un plan claro de guerra establecida para exacerbar la situación en Siria y Medio Oriente. Una vez en su puesto aumentarán las amenazas de guerra con Rusia y China, no hay duda sobre eso. El Imperio está en una grave crisis y cuando esto sucede la historia nos ha demostrado que estamos a un paso de un incidente de guerra y no hay discusión pública sobre ello.
¿Cómo ve el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina?
Después de siglos de lucha, a fines de los 90, los pueblos de América Latina comenzaron a experimentar un cambio del dominio de la doctrina neoliberal imperialista que había sido impuesta en 1823 desde la época de la doctrina Monroe. No sólo significó un alejamiento de la explotación y opresión pero también marcó el comienzo de un nuevo período de importantes alianzas entre países de América Latina que surgió explícitamente contra los diseños depredadores del Imperio y se centró en programas sociales y de cooperación para ayudar a elevar la calidad de vida de millones de personas en la región. La formación del ALBA, CELAC, MERCOSUR y PETROCARIBE etc. fueron diseñados para la integración y la independencia mientras reducían la devastadora deuda al FMI y el Banco Mundial. La clave para este desarrollo fue el surgimiento de la Revolución Bolivariana bajo el liderazgo de Hugo Chávez en Venezuela y su relación con Cuba socialista, que ha sido y sigue siendo el faro y ejemplo de un país que no ha renunciado a ser soberano.
Estos grandes avances que han mejorado las condiciones de los pueblos de América Latina y el Caribe están ahora bajo un contraataque del imperialismo que deben tener la atención de personas progresistas y amantes de la justicia de todo el mundo. El Imperio ha hecho un cambio táctico en su acercamiento a América Latina desde el derrocamiento violento de gobiernos elegidos democráticamente e instalar dictaduras militares a lo que se conoce como golpes suaves como los que acaba de tener lugar en Brasil y Argentina. Este es el plan que les gustaría ver implementados en Nicaragua, Bolivia, Ecuador y especialmente en Venezuela, país rico en petróleo.
Nadie debe pensar que los jueces y políticos corruptos de las viejas oligarquías podrían haber logrado sus objetivos sin la ayuda directa y la asistencia del gobierno estadounidense y las obligaciones con los bancos. Estados Unidos tiene un plan maestro para América Latina y todos sus recursos es regresarla a la sumisión. Estamos entrando en un período crítico y solo los pueblos organizados con el apoyo del movimiento de solidaridad pueden prevenir que esto suceda.
¿Crees que la gente de los Estados Unidos tiene mucha información sobre la realidad del mundo árabe y el apoyo que el gobierno de Estados Unidos le da a Israel?
No hay ninguna región en el mundo que sea más fundamental para la paz mundial que el Medio Oriente. Estados Unidos ha realizado grandes esfuerzos para sembrar divisiones en el mundo árabe y lo ha logrado armando a Israel: su puesto de guarnición en la región, con el más sofisticado armamento incluyendo bombas nucleares. La política exterior de Estados Unidos sin importar quién sea el presidente hará cualquier cosa para mantener su hegemonía en la región. A pesar de esto y muchos reveses, el mundo árabe continúa luchando por su soberanía e independencia.
La gente aquí es alimentada de una constante desinformación con respecto al Medio Oriente. No puede haber absolutamente ninguna crítica de Israel, si la hay te marcan como anti semita. El lobby israelí, el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, (AIPAC) gasta millones en atacar a partidarios pro palestinos en universidades y en buscar cualquier miembro del Congreso que pueda tener una leve inclinación hacia Palestina. Los medios de comunicación están completamente en línea con esta política y nunca critican la opresión del heroico pueblo palestino. Constantemente están pintando una imagen de la resistencia Palestina como si el pueblo palestino fuese el agresor y pobre Israel la víctima.
Sin embargo, parece haber algo de esperanza con la creciente campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) y una mayor conciencia de los miles de millones de dólares que se usan para mantener a flote el sionismo. En el pasado el movimiento contra la guerra aquí ha incorporado la causa palestina la cual continuará.
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