Por Laura V. Mor, Resumen Latinoamericano Cuba/ Habana, 21 de septiembre de 2016.-
Hace unos años el Embajador de Bolivia ante Naciones Unidas, Sacha Lorenti, hizo público el caso de la niña Noemí ante la Asamblea General de la ONU, una niña que con apenas 6 años padecía de cáncer cerebral y necesitaba para su tratamiento de quimioterapia Temozolomida, un medicamento de patente estadounidense que debido a la existencia del bloqueo el Estado cubano –encargado de asegurar la salud como derecho a la población- no podía adquirir directamente a pesar de ser vital para niños cubanos enfermos de cáncer.
Resulta indignante pensar que un Estado que sí prioriza la atención médica universal y gratuita, a diferencia de la ausencia de protección estatal a la que es sometida la humanidad en el capitalismo salvaje, se encuentre con la imposibilidad de adquirir medicinas e insumos vitales para salvar vidas humanas por la existencia del bloqueo y sus leyes extraterritoriales. Cuba es una archipiélago, debe recorrer un camino muy largo y sumamente costoso para adquirir en territorios lejanos lo que podría comprar a su vecino más cercano, a sólo 90 millas de distancia.
A pesar del bloqueo Cuba produce el 65% de los medicamentos consumidos por sus habitantes, entre los que se destacan el Heberprot –P, un tratamiento para úlceras de pie diabético y Cimavax, vacuna para evitar el desarrollo del cáncer de pulmón; Pero se ve en la necesidad de importar algunos medicamentos para atender enfermedades crónicas como diabetes, VIH-SIDA o cáncer; por tanto, la salud es uno de los campos en donde la política de Washington hacia el país impacta fuertemente.
Esta política ratificada por las sucesivas administraciones estadunidenses y que no ha sido modificada por la actual administración de Obama, incide de manera incuantificable en las dificultades para adquirir reactivos para diagnóstico, medicamentos para tratamientos, acceso en general a tecnologías, piezas de repuesto de equipos, instrumental, materias primas y todo tipo de medicinas de procedencia estadounidense. Cuba no puede adquirir siquiera valiosas revistas y publicaciones médicas de alto interés científico.
A pesar de que en el período 2015-2016 Cuba ha sufrido pérdidas que ascienden a 82 millones 723 mil 876 dólares en este sector, con un daño acumulado desde inicios del bloqueo de 2 mil 624,1 millones de dólares; una afectación que se ha incrementado en más de 5 millones de dólares con respecto al período 20014-2015 (1), la garantía de atención médica gratuita y universal se convirtió, desde el triunfo de la Revolución, en uno de sus paradigmas sociales fundamentales, base de la justicia social del sistema socialista cubano; algo que deja boquiabiertos hasta a sus acérrimos detractores.
Cuba -que en la etapa pre-revolucionaria basaba su sistema de salud en mutuales, Casas de Socorro para atención de urgencias y medicina privada para quienes pudiesen pagarla- cuenta hoy con 381 áreas de salud, 151 Hospitales y 431 Clínicas Comunitarias, lo que alcanza una cobertura gratuita del 100% de la población, contando con un médico cada 127 habitantes y un estomatólogo (odontólogo integral) cada 640 habitantes (2).
La salud en Cuba es gratis, pero al Estado cubano le cuesta.
La existencia del bloqueo hace que le cueste muchísimo más. Pongamos ejemplos prácticos. Cuando uno asiste por cualquier afección a una dependencia de salud cubana, alcanza con presentar el carnet de identidad para ser atendido. No hace falta contar con seguro médico ni abonar otro tipo de pago, como suele ser en casi todo el mundo, contemos con seguro de salud de medicina privada u obra social.
Una consulta en un Policlínico si un paciente cubano debiera abonarla costaría $36,55, una consulta al médico de familia $25,32, una sesión de hemodiálisis $327, un día de internación en terapia $758,86, una consulta oncológica $86,22, una consulta cardiológica $79,64, estudios genéticos a la embarazada $246,31 (3). Datos además que están a la vista en todos los centros hospitalarios del país. Pero el cubano no paga un centavo.
Todas esas prestaciones en Cuba son gratuitas, obviamente son solventadas por medio del presupuesto anual que el país destina al área de la salud, uno de los más abultados; porque a pesar del bloqueo y su vigencia, el valor de la vida no es una simple operación aritmética.
Notas:
(1) Informe de Cuba sobre Resolución 70/5 “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Disponible en
(2) Con información de IFCO-Pastores por la Paz.
(3) Información suministrada por MINSAP, parte de la campaña nacional de concientización “Los servicios de salud en Cuba son gratuitos, pero cuestan”.
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