jueves, 15 de septiembre de 2016

Los engaños de Obama. Por Esteban Morales. UNEAC


Los engaños de Obama.
Por Esteban Morales.
UNEAC.

Obama está concluyendo su Administración. Pero no parece que su
despedida dejará un legado presidencial como podíamos esperar después
del 17 de diciembre del 2014, cuando el Presidente declaró
valientemente, que la política seguida con Cuba había sido un fracaso
y que era Estados Unidos quien había resultado aislado con tal
política. También dijo que no era posible continuar haciendo todo de
modo igual y esperar resultados diferentes. Lo que indica
tempranamente, que Obama, con Cuba, nunca se propuso cambiar la
estrategia de política, sino, si acaso, solo los métodos y sus
mecanismos de instrumentación.

Es lógico pensar, que cuando Barack Obama hizo sus declaraciones del
17 D, ya había pensado las alternativas a seguir. Lo contrario sería
imaginar erróneamente que se nos presentaría como un derrotado y
arrepentido. Renunciando a sus intereses imperiales.

Obama, aun antes de ser presidente, no compartía la política hacia
Cuba; pero cuando declaro al final de su campaña presidencial del
2008, que conversaría con Cuba, también dijo que no levantaría el
bloqueo. En lo cual ha sido totalmente consecuente.

No ha levantado el bloqueo, a pesar de conminar al Congreso a
principios del 2015, a hacerlo; haberlo criticado como algo inoperante
y obsoleto, también haber adoptado medidas – como las referentes al
dólar- que en definitiva, tampoco ha cumplido.

Todo lo contrario, la banca se ha asustado y con razón, por la actitud
de Obama de que Cuba no puede utilizar el dólar en sus transacciones.
Poniéndoles unas multas que no tienen precedentes en la historia de
las finanzas internacionales.

Obama posee prerrogativas presidenciales suficientes, para convertir
al bloqueo en una “entelequia”. Pero ha preferido mantenerlo y ni
siquiera ha adoptado medidas directas que alivien a Cuba de sus
desbastadores efectos.

El bloqueo esta ante nosotros como siempre, incólume, apretándonos la
yugular.
Entonces Obama lo que ha hecho hasta hoy, restándole menos de 3 meses
para dejar la presidencia, ha sido, lo que dijimos ya en abril del
2009.Utilizar el bloqueo como un sofisticado instrumento, en que
combina “garrote y zanahoria”, como no lo había logrado hacer ningún
presidente norteamericano.

Obama, como ya hemos expresado antes, ha dividido el bloqueo en dos:
garrote contra la dirección de la revolución y zanahoria para tratar
de conquistar a la sociedad civil cubana. Haciendo centro de su
política el interés de subvertir el régimen político cubano, a pesar
también, de haber declarado que esa no es su intención.

Luego entonces, Obama, a pesar de haber adoptado algunas medidas
positivas en las relaciones con Cuba, entre ellas, como, la más
importante, restablecer los vínculos diplomáticas entre ambos países,
a nivel de embajadas, está resultando ser el presidente más demagogo,
inconsecuente y mentiroso con el que nos hayamos podido tropezar. Creo
que en esas dobleces supera a todos los presidentes anteriores.

A ningún presidente anterior le había interesado tanto aparecer como
lo que no es.
Y no ha hecho todo ello por no ser un hombre inteligente. Todo lo
contario. Es un imperialista muy inteligente. Porque ha sido con Cuba
UN hombre que ha logrado representar muy bien los intereses imperiales
y sobre todo, porque lo ha hecho, tratando de darnos a entender de que
hace todo lo contrario. Llevando las cosas hasta el límite. Por eso se
despide con el legado de ser el presidente que más ha hecho por
mejorar las relaciones con Cuba, pero dejándonos el escenario
preparado de un modo tal, que podemos decir, que no ha sacrificado uno
solo de los intereses estratégicos a utilizar contra Cuba, para que
los que le sucedan puedan recuperar la Isla. Dado que quien lo
sustituya contará con el bloqueo, la Base naval en Guantánamo, el
formidable aparato de agresividad mediática, La Ley de Ajuste y la
deuda de las compensaciones. Además de contar con una embajada, con la
que tratará de manejar todo el andamiaje de esas políticas contra
Cuba.

Es que ninguna de las medidas que Obama ha aceptado seguir con Cuba,
hasta ahora, representan un real estorbo para continuar trabajando
desde dentro la subversión contra nuestro país.

Ninguna de las medidas que Obama ha adoptado, representan un beneficio
sustancial, -mas allá de facilitar los vuelos comerciales-, para que
Cuba pueda realmente ir adelante con su proyecto de establecimiento
del nuevo Modelo Económico, que es la piedra angular de la salvación
de la economía cubana. Nada de inversiones, nada de comercio
bilateral, nada de préstamos, ni de permitir el turismo
norteamericano, nada de utilizar el dólar, etc.

Por supuesto, que Obama tendrá que pagar un precio por ello. Recibirá,
en la Asamblea de Naciones Unidas, el 26 de octubre próximo, el
“zapatazo moral” a nivel internacional, más grande recibido por
cualquier presidente norteamericano en la historia de Estados Unidos.

Pero ya, a estas alturas, es posible decir que no le importa, no le
interesa retirarse de la presidencia con esa carga inmoral. Porque va
haber cumplido, con el compromiso imperial; demostrando así, de que
aun siendo negro, aun llevando sobre su cuerpo, lo que para muchos en
los Estados Unidos, es el color de la desconfianza, dentro de una
sociedad tan racista como la norteamericana, el ha sido capaz de
representar bien los intereses del imperio, dejándole el camino
expedito, a todos los que como él, aun siendo negros, aspiren a una
posición presidencial en el futuro: dígase un Collin Powell, una
Condoleza Rice y otros similares.

Porque además, no es ocioso decir, que Obama no ha sido capaz de hacer
nada por los negros en Estados Unidos. Solo permitir que se les
asesine en las calles.

Nunca se habían acumulado, en tan poco tiempo, tantos negros
asesinados impunemente por la policía en las calles de las ciudades
norteamericanas .Y si Obama no se ha dado cuenta de lo que eso
significa, que los grupos de poder blancos, racistas de derecha, lo
hacen, como para que hacia el futuro no se le vaya ocurrir a ningún
negro que puede llegar de nuevo a la presidencia, pobre de su alma.

Sin embargo, nada de lo dicho hasta aquí significa, ni por asomo, que
los cubanos no debiéramos continuar aprovechando la extraordinaria
oportunidad que representa seguir negociando nuestras diferencias con
Estados Unidos. Cuestión esta ultima que nunca habíamos logrado. Ni
siguiera, que no debiéramos tratar de continuar avanzando lo más
posible en las relaciones, evitando así que se pueda dar marcha atrás
a lo obtenido hasta ahora.

Considero que debemos continuar la lucha. Porque Obama podrá
despedirse de cualquier forma, y ojala que sea de la mejor, pero
nosotros tendremos que seguir tratando de entendérnosla con la próxima
administración. Sea demócrata o republicana. Ante la cual deberemos
defender lo alcanzado y no bajar la guardia para enfrentarnos con
fuerza a lo que nos depare el futuro.

Septiembre 10 del 2016.

ENVIADO POR JOSE LUIS LOBATO

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