Por: Randy Alonso Falcón
Barack Obama tuvo el valor, que le faltó a una decena de presidentes estadounidenses, de reconocer el fracaso de la brutal política de hostigamiento, agresión y bloqueo contra Cuba.
En sus palabras del pasado 17 de diciembre, al anunciar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y una nueva política hacia nuestro país, el mandatario norteamericano expresó: “Los Estados Unidos han apoyado con orgullo la democracia y los derechos humanos en cuba a través de estas cinco décadas. Lo hemos hecho fundamentalmente a través de políticas encaminadas a aislar a la Isla, evitando los viajes y el comercio más elementales que los estadounidenses pueden disfrutar en cualquier otro lugar.”
Y más adelante refirió: “… ninguna otra nación nos ha apoyado en la imposición de estas sanciones […] estos cincuenta años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado”.
Mientras, el 21 de diciembre, en la entrevista que ofreció al programa “State of the Union”, de la cadena CNN, fue enfático al afirmar que la política aplicada contra la nación antillana“para tratar de derrocar al régimen, no ha funcionado”.
Por su parte, el Secretario de Estado John Kerry, en una Declaración de Prensa el mismo día que se anunció el giro político hacia Cuba, reconoció también el despropósito: “Durante las últimas cinco décadas y media, nuestra política hacia Cuba se ha mantenido prácticamente congelada (…) Esta política no sólo no ha logrado un avance en los objetivos de Estados Unidos, sino que, de hecho, ha aislado a Estados Unidos en lugar de aislar a Cuba”.
Washington finalmente abrió los ojos a la realidad (que desde todas partes del mundo le señalaban): la irracionalidad de sus políticas y la heroica resistencia y firmeza de principios mayoritaria del pueblo cubano le llevaban de fracaso en fracaso.
¿Qué motivó el cambio?
Son diversos los factores que condujeron a la administración estadounidense a abrirse a un diálogo con Cuba, cuyo Gobierno una y otra vez había llamado a una relación respetuosa por sobre las diferencias, digna, sin imposiciones.
La comparecencia oficial de Obama y sus posteriores declaraciones a importantes medios de comunicación, así como los comunicados de prensa de Kerry, permiten identificar, en sus propias palabras, las claves que los movieron a dar el golpe de timón, amén de otros elementos geopolíticos y hasta subjetivos que pudieron tener influencia.
Uno. La convicción ya señalada de que la política vigente era obsoleta y había fracasado. Necesitan de nuevos métodos y medios para lograr los propósitos de siempre con Cuba.
•“…las relaciones entre nuestros países se desarrollaron teniendo como telón de fondo la Guerra Fría y la férrea oposición de los Estados Unidos al comunismo.”
“[…]No creo que podamos seguir haciendo lo mismo que hemos hecho durante cinco décadas y esperar un resultado diferente” (Obama) *
•“Nuestra política hacia Cuba refleja la realidad de las políticas anteriores que, aunque bien intencionadas, ya no se adecuan a la situación actual” (Kerry)****
•“El anuncio de hoy refleja también nuestra firme convicción de que el riesgo y el costo de tratar de cambiar el rumbo, es mucho menor que el riesgo y el costo de quedarse anclados en un cemento ideológico que nosotros mismos hemos creado” (Kerry)***
Dos. El creciente aislamiento y rechazo a Estados Unidos en Latinoamérica y el Caribe, muy evidente de cara a la próxima Cumbre de las Américas en Panamá. La insostenibilidad de una relación con la región sin Cuba.
•“(…)el cambio de nuestra política hacia Cuba se produce en un momento de renovado liderazgo en las Américas. El próximo mes de abril estaremos preparados para que se Cuba se una a otras naciones del hemisferio en la Cumbre de las Américas” (Obama)*
•“Con el tiempo, el esfuerzo de EE.UU. por aislar a Cuba comenzó a tener el efecto contrario de aislar a Estados Unidos, en especial en el Hemisferio Occidental” (Kerry)****
Tres. La indefendible doblez del anticomunismo esgrimido contra Cuba, mientras EE.UU sostiene relaciones amplias con Vietnam y China.
•“Téngase en cuenta que durante más de 35 años, hemos tenido relaciones con China, una país mucho mayor que también está gobernado por un partido comunista. Hace casi dos décadas restablecimos relaciones con Vietnam, donde libramos una guerra que le costó la vida a mas estadounidenses que los que murieron en cualquier conflicto de la Guerra Fría.” (Obama) *
•“En los últimos veinte años, he visto de primera mano cómo tres presidentes –un republicano y dos demócratas- han llevado a cabo un esfuerzo similar para cambiar la relación de Estados Unidos con Vietnam. No fue fácil y aún hoy no está finalizado. Pero había que empezar por alguna parte y ha funcionado.” (Kerry)***
Cuatro. El mayoritario favor de la ciudadanía norteamericana y dentro de la comunidad cubana en EE.UU a las relaciones normales con Cuba.
•“…la nueva generación de cubanoamericanos se cuestiona cada vez más un enfoque que mas bien mantiene a Cuba apartada de un mundo interconectado”. (Obama)*
Cinco. El interés de sectores empresariales y de comercio estadounidenses poraprovechar las oportunidades de negocios con Cuba que les son vedadas y son aprovechadas por sus competidores de otras partes del mundo.
•“Yo creo que las empresas estadounidenses no deben ser colocadas en situación de desventaja y que un incremento en el comercio es beneficioso tanto para los cubanos como para los estadounidenses”. (Obama) *
•“El anuncio del presidente Obama la semana pasada mira hacia adelante. (…) Situará a los negocios norteamericanos en un plano de mayor igualdad”. (Kerry) ****
Seis. La apuesta recurrente al factor biológico
•“Si nos acercamos, tendremos la oportunidad de influir en el curso de los acontecimientos en un momento en que va a haber cambios generacionales en ese país. Creo que debemos apreovecharlo y tengo intención de hacerlo”. (Obama) **
Reingresando al mundo moderno
El inicio del proceso de diálogo y relaciones entre Estados Unidos y Cuba -que no su normalización-, ha despertado mayoritarias reacciones favorables en todo el mundo.
Algunos analistas norteamericanos y europeos han hablado del fin del aislamiento de Cuba y su regreso a la comunidad internacional y el mundo moderno, soslayando que, como reconocen los principales dirigentes norteamericanos, era Estados Unidos el aislado por su política hacia Cuba.
El analista Martin Kettle lo valoró acertadamente en el diario británico The Guardian, el pasado 18 de diciembre: “…creo que The Guardian y otros están errados cuando resaltan que la normalización de relaciones entre Washington y La Habana es una invitación a Cuba a venir desde el frío. La realidad es todo lo contrario – y mucho tiene que ver con la historia. No es Cuba la que ha decidido reintegrarse al mundo moderno esta semana. Es Estados Unidos.
“Hasta esta semana, los EE.UU nunca, nunca, han estado preparados a aceptar relaciones bilaterales convencionales con Cuba. Por el contrario, durante la mayor parte de la historia republicana, su visión de Cuba ha sido controlarla y, en ocasiones, someterla”.
[…]”…es Barack Obama que ha hecho la gran concesión a la realidad, al simplemente reconocer que Cuba es una nación independiente. Le ha tomado a Washington un inexplicable tiempo para llegar a este punto. Más de 50 años atrás, una de las principales consecuencias del final de la Crisis de los Misiles fue una concesión implícita por parte del presidente Kennedy de que Washington debía coexistir con la Revolución Cubana. (…) Pero es sólo esta semana que el reconocimiento de facto de Cuba ha devenido en un reconocimiento de jure” *****
Cabría preguntarse entonces, ¿reconocer a Cuba independiente significa cesar la injerencia en sus asuntos? ¿relaciones significa respeto total? Busquemos, en un próximo comentario, respuestas en las palabras de la Casa Blanca.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario