Victoria Fusco/Resumen Latinoamericano/Anred, 18 de septiembre de 2015 – “Los argentinos tienen que saber”, era la frase que el hombre de 77 años afirmaba todo el tiempo. Nueve años pasaron de la desaparición de Jorge Julio López, luego de declarar en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, quien fue condenado a prisión perpetua. Sin embargo, esta fue su segunda desaparición, ya que la primera fue el 21 de octubre de 1976, en plena dictadura militar.
El caso de Julio López se convirtió en un emblema para toda la sociedad argentina que se involucra con todos los desaparecidos, los de hoy y los de ayer, los de la dictadura y los de la democracia. López era un albañil que en los años 70` decidió colaborar con Montoneros. Fue secuestrado, torturado y encarcelado. En su primer testimonio en el “Juicio por la Verdad” ya mostraba la necesidad de contar todo lo que había vivido, para que, finalmente, haya justicia. Hoy López nos duele a todos.
Desde el lunes 18 de septiembre de 2006 nada se sabe del testigo que puso el cuerpo y la palabra en el juicio contra el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz, que esa misma noche fue condenado, por primera vez, bajo la figura de “genocidio”. La ausencia de López se investiga como una “presunta desaparición forzada” y desde esa fecha reina una impunidad que no tiene fin. A los pocos meses, el desaparecido en democracia dejó de aparecer en los medios y en las agendas de los políticos provinciales y nacionales.
Por eso, hoy las agrupaciones de Derechos Humanos y partidos políticos realizarán varias marchas para seguir pidiendo por la aparición con vida de Julio López. En la Ciudad de Buenos Aires con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y en La Plata con la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada. También se harán actividades en Trenque Lauquen y en Madrid se inaugurará una biblioteca con el nombre del testigo desaparecido.
La causa en la actualidad
Myriam Bregman, abogada de López y diputada nacional, presentó un proyecto de ley que exige la apertura de los archivos en poder del Estado sobre la desaparición forzada de Jorge Julio López. En una audiencia pública en el Congreso de la Nación, la diputada estuvo acompañada por Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Enrique Fukman de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, Patricia Walsh, entre otras personalidades referentes en materia de Derechos Humanos.
Por otra parte, a comienzos de este año el espacio Justicia ¡Ya! de La Plata, expuso un informe sobre la causa de Julio López y otras personas desaparecidas en democracia ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas. Además de la denuncia, sumó un anexo que detalla “los 206 casos de desapariciones forzadas ocurridas en nuestro país entre 1984 y 2015″ que fue confeccionado en base al “Archivo de Casos” que elabora todos los años la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).
Por último, en abril de 2015 el juez federal subrogante de La Plata procesó a seis funcionarios del Servicio Penitenciario Federal por 127 irregularidades en los registros de visitas y acceso a teléfonos de detenidos por delitos de lesa humanidad, en el penal de Marcos Paz. Estos podrían estar relacionados con la desaparición del testigo clave.
Todavía hay políticos que afirman que “hoy, afortunadamente, nadie puede desaparecer de ningún lado”. Sin embargo, López no está y nadie sabe qué sucedió con él. Declarar contra su verdugo, no le tendría que haber costado tan caro en un país democrático. Mientras tanto en las calles la gente se pregunta: ¿Dónde está el compañero Julio López?
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