Joaquín Montoya| Una
pregunta quedó en el aire luego de la frustración por la anunciada recuperación
de la nieta 120. ¿Es María Elena Wehrli una fabuladora capaz de atrapar en su
red a una persona como la enorme Chicha Mariani o había atrás de ella una
suerte de operación política destinada a desarmar la actual estructura
institucional que incluye a la Unidad especializada para casos de apropiación
de niños durante el terrorismo de Estado, la Comisión Nacional por el Derecho a
la Identidad (CONAID) y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG)?
Lo expresado por Juan Martín Ramos
Padilla, biógrafo de Chicha Mariani y quien se hizo cargo de la comunicación de
los hechos junto a ella en cuanto advirtieron el error en la información,
indica que todo fue un “error de comunicación” producto del entusiasmo que
habría sentido Leticia Finocchi. “Leticia es una persona muy querida por Chicha
y que está permanentemente trabajando junto a ella. Se dejó llevar por la
emoción por una persona que se acercó con un informe con resultado positivo”,
afirmó Ramos Padilla en conferencia de prensa el día sábado 26 de diciembre
Sin embargo es público que los otros
dos de los firmantes del comunicado original emitido por la Fundación Clara
Anahí tienen discrepancias con la conducción de Abuelas de Plaza de Mayo, la
Conadi y se han opuesto al traslado del Banco Nacional de Datos Genéticos. En
ese sentido que se encontrará a la nieta de Chicha Mariani por fuera del
trámite que marca la ley y que esa relación hubiera sido previamente descartada
por los análisis del BNDG hubiera sido un golpe terrible para todo el sistema
institucional de recuperación de los nietos apropiados. ¿Qué hubiera ocurrido
si María Elena Wehrli fuera efectivamente Clara Anahí mientras el Banco
Nacional de Datos Genéticos había informado que no lo era el 25 de junio de
2015?
Elsa Pavón, fundadora de Abuelas y
primera en recuperar su nieta en democracia, encabeza la fundación Clara Anahí
y fue firmante del comunicado con el que anunciaron la identificación de la
nieta de Chicha Mariani. Pavón se opuso tenazmente a la implementación de la
ley 26548 de modificación institucional y puesta del BNDG bajo la órbita del
Ministerio de Ciencia y Tecnología. Presentó oposiciones en el concurso
internacional e impugnó, sin éxito, el pliego de quien finalmente resultó
ganadora del mismo la Dra. Mariana Herrera Piñero. Su posición en defensa de la
estructura municipal del Banco y de la continuidad de la directora anterior,
que no llegó a su cargo por concurso sino por designación directa, fue
acompañada por dirigentes del Partido Obrero tanto como por la diputada Norma
Morandini.
Norberto Liwski un ex detenido
desaparecido vocal de la Fundación Anahí, ha sido duramente cuestionado por la
Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, la APDH y el CELS, entre otros organismos
defensores de los Derechos Humanos en oportunidad de haber sido propuesto por
el ex presidente Eduardo Duhalde como miembro del Comité Internacional por los
derechos del niño de la ONU, cuando fuera Consejo Nacional de Niñez,
Adolescencia y Familia Argentina.
De
acuerdo a las palabras de Ramos Padilla, solo se trató del entusiasmo de una
joven inexperta, la Lic. Finocchi que arrastró a otras dos personas, con
probada experiencia, solvencia y consideradas intachables por muchos de
acuerdo con su trayectoria. No queda claro tampoco como llegó Wehrli a
convencer a la familia a realizarse los análisis genéticos en un laboratorio
privado, cuando en el BNDG ya le había informado que no tenía vínculo genético
con ellos y con ninguna de las familias que dejaron sus muestras en el mismo.
De acuerdo a lo relatado por el
abogado de Wehrli, después de convencer a Mariani de que ella podría ser su
nieta con un collage de fotos, decidieron hacerse un estudio en un laboratorio
privado (del cual se desconocen los datos) y que el mismo arrojó “un 50 por
ciento de compatibilidad con la familia Teruggi, pero nada con los Mariani”.
Esta declaración indica que no sería solo la Abuela quien se haya prestado al
estudio sino también otros familiares que permitirían completar el árbol
familiar. No contentos con esta segunda exclusión del vínculo familiar
decidieron buscar un tercer laboratorio. Este resultó ser el Laboratorio
C.I.G.A. del bioquímico Juan Carlos Jaime.
¿Cómo llegaron al laboratorio de
Córdoba que finalmente informó una inclusión de vínculo genético dónde todos
veían con claridad una exclusión?
Es difícil dilucidarlo. Hay versiones
de que Viviana Pozzuto, militante del PRO vinculada a los grupos que rechazaron
la aplicación de la ley de creación del BNDG en la órbita de la Nación, habría
acompañado a Wehrli en el camino de buscar denodadamente y contra certeza científica,
una muestra que permitiera inferir que era la nieta de Chicha Mariani y
desprestigiar así todo el andamiaje institucional. Pozzuto declaró a medios
periodísticos que se enteró que es adoptada y nacida en 1976, y que en la
Conadi, Abuelas y el BNDG no se consideró su caso por ser militante del partido
liderado por el hoy presidente Mauricio Macri. Sin embargo Pozzuto, como
Wehrli, fue analizada en el Banco Nacional de Datos Genéticos y el estudio
indicó que no tiene relación biológica con ninguna de las familias cuyos datos
se encuentran en la base de datos del laboratorio.
Pozzuto se ha mostrado muy cercana al
nuevo secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, que no ha
suspendido sus vacaciones para ponerse al tanto de la situación, y hay
versiones que indicaban que su intención era reemplazar a Claudia Carlotto o
ocupar un cargo a crear que le permitiera mandar sobre la estructura de la
Conadi. Esta vinculación política podría explicar de algún modo esta extraña
situación, más allá del sencillo relato que supone que Wehrli es una persona
algo desequilibrada que logró ser creíble para Chicha Mariani y su familia.
Sería Pozzuto, entonces, quien
propuso a Wehrli realizarse el estudio en el laboratorio del Dr. Juan Carlos
Jaime. Aunque suene a novela de intriga, es importante agregar que Jaime quedó
tercero en orden de mérito en el concurso para la designación de directores del
BNDG sustanciado el año pasado, detrás de la Dra. Herrera Piñero y el Dr.
Walter Bozzo, actual subdirector del mismo. O sea que si su resultado era
correcto y el del BNDG erróneo, Jaime podría cobrar relevancia en la supuesta
reconstrucción del sistema de búsqueda de los hijos apropiados durante la
dictadura.
Es importante destacar que el
resultado anunciado en el comunicado original de ese estudio, analizado
correctamente, no sería una inclusión sino una exclusión lisa y llana. Solo se
analizó línea paterna y no línea materna. Y el resultado de 99.9% (que sería en
realidad 99.87%) es realmente muy bajo para confirmar el vínculo. Actualmente
los informes de filiación se informan con no menos de 99,9999% y esa es una
enorme diferencia en términos estadísticos.
Diana Teruggi, desaparecida
Es probable que en esta trama se
hayan combinado la extrema necesidad de una persona por encontrar su identidad,
negándose a aceptar los informes científicos, el entusiasmo desmedido de alguna
persona joven e inexperta e algunos intereses personales que podrían ir en
contra de Abuelas, la CONADI y el BNDG. Se puede agregar para sumar a la trama
de la paranoia política que la actual directora del Banco, la Dra. Herrera
Piñero, fue perito de la familia Lanuscou en la causa que involucró a los hijos
adoptivos de la dueña del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble.
En todo lo ocurrido se ha demostrado
la solidez de los procesos no solo técnicos, sino también los procedimientos de
búsqueda, acercamiento, información y confidencialidad de los datos hasta tanto
no son hechos oficiales a través del juez a cargo de la causa. Es de destacar
que tanto durante la gestión de la anterior directora del BNDG, Dra. Belén
Cardozo, como en la actual a cargo de la Dra. Herrera, los resultados arrojaron
una exclusión indudable del vínculo biológico.
La incerteza nos lleva nuevamente al
comienzo ¿Qué hubiera ocurrido si María Elena Wehrli fuera efectivamente Clara
Anahí mientras el Banco Nacional de Datos Genéticos había informado que no lo
era el 25 de junio de 2015? ¿Quiénes se hubieran beneficiado con el
desprestigio del BNDG y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo? ¿A quiénes
hubiera servido el desplazamiento de los funcionarios de la CONADI? ¿Qué efecto
político hubiera tenido en este presente el descrédito del proceso que llevó a
recuperar la identidad de 119 nietos apropiados por la dictadura?
Dos
días de una triste historia en la que tanto la Unidad especializada para casos
de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado como la CONADI y el
BNDG respondieron con precisión y rapidez, para no dejar dudas sobre una
situación que, fundamentalmente, produjo un dolor enorme a la familia Teruggi
Mariani y un sentimiento de frustración a gran parte de la sociedad.
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