por Arnold
August, 31 de marzo de 2015.
Bajo el peso de
preguntas incisivas por parte de los periodistas presentes en la micro
conferencia de prensa del 10 de marzo de 2015, un día después de que Obama
firmara una orden ejecutiva contra Venezuela, la portavoz del Departamento de
Estado Jen Psaki declaró: —La meta de estas sanciones es persuadir al Gobierno
de Venezuela que cambie de comportamiento.[1]
¿Será el comportamiento de este último lo único preocupante?
Desde 1988, cuando
el comandante Hugo Chávez ganó las elecciones y ahora con el liderazgo del
Presidente Nicolás Maduro, la característica principal de este comportamiento
ha sido la de desarrollar nuevos experimentos en materia de democracia
participativa. Esto significa el ejercicio del poder político popular en actos
concretos y el razonamiento político. Los proyectos incipientes de democracia
participativa suplantan la democracia representativa, cuya característica
principal es la de restringir el poder del pueblo de manera a fiarse en los
representantes elegidos por ese medio. La democracia participativa ha ido
resultando en la fusión de representantes electos en todos los estratos
sociales que participan en la vida política, social y económica del pueblo, lo
cual incluye a los líderes gubernamentales.
Ahora es cada
vez más difícil distinguir entre liderazgo y poder popular. De manera que la
principal preocupación de la Administración de Obama es que la Revolución
Bolivariana constituye una verdadera revolución en la cual los protagonistas
principales son los mismos miembros del pueblo. El apuntar al comportamiento
del Gobierno de Venezuela constituye un subterfugio para evadir el hecho de que
la Revolución no surge de arriba. Esta Revolución ha logrado triunfos donde
otras han fallado, —promueve una relación dialéctica entre los mandos
superiores y los mandos del pueblo. La Revolución Bolivariana representa una
revolución en la cultura política: se distingue sobre todo porque cada persona
es su propio libertador, y esta liberación solo es posible gracias a su
ejercicio cotidiano, ningún otro medio puede resolver este dilema. El pueblo
venezolano está cada vez más consciente de ello.
Esta es la
verdadera preocupación de Obama respecto del comportamiento del Gobierno de
Venezuela: Estados Unidos no está haciendo frente únicamente a un gobierno,
sino a una revolución que va ganando en fuerza y madurez a medida en que se
defiende. Esto no quiere decir que no pueda o vaya a haber reveses. Pueden
ocurrir contratiempos ya que Venezuela está evolucionando en un contexto muy
complicado, en el cual el Gobierno de los Estados Unidos y los medios de
comunicación internacionales están poniendo a Venezuela en el punto de mira. No
obstante, en mis visitas al país he notado que la Revolución Bolivariana se ha
convertido en una fuerza material detectable, y en mi opinión indestructible.
Su vitalidad,
tal como se la percibe en el fuego de la acción, sirve de ejemplo a otros
países particularmente a los de América Latina y el Caribe. En esta región, una
de las más dinámicas del mundo actual, los medios alternativos (tales como Telesur
y los medios sociales) permiten que las personas sigan las noticias y
lleguen a sus propias conclusiones respecto de sus países respectivos. Por
consiguiente uno no puede subestimar el potencial de los efectos positivos del
experimento venezolano en otros países. Esta es la primera de las
preocupaciones verdaderas de Obama respecto del comportamiento venezolano, de
ahí que busque crear una división entre el gobierno y el pueblo.
¿Cuál es la
segunda preocupación? En 2011, Obama declaró: —[…] mismo si explotamos cada una
de las reservas a nuestra disposición, no podemos eludir el hecho de que solo
controlamos el 2% del petróleo mundial y de que consumimos más de una
cuarta parte del petróleo que hay en el globo.[2]
En la actualidad, Venezuela posee las reservas petroleras comprobadas más
grandes del mundo. El problema resulta en que el gobierno de los Estados Unidos
de momento no puede extender el control de sus reservas nacionales
relativamente limitadas sobre las reservas pertenecientes a Venezuela.
Esta segunda
preocupación verdadera está íntimamente ligada a la primera, es decir, la de la
nueva cultura del poder del pueblo. Con el inicio del mandato de Hugo Chávez,
por vez primera en la historia de ese país, el producido de esos hidrocarburos
se ha utilizado en beneficio de las amplias mejoras realizadas en todas las
facetas de la vida venezolana, lo cual comprende los ámbitos sociales, de
salud, educación, cultura y deportes. La preocupación de Obama se debe a que
por lo general la gente del pueblo está consciente de ello porque está
trabajando en la producción y aplicación de los fondos de esta fuente de
ingresos en beneficio propio. El pueblo está muy consciente de la fuente de
esas mejoras en su vida diaria y se consideran aliados del liderazgo en lo
tocante a la puesta en práctica de los nuevos programas. De manera que ambas
preocupaciones por estar íntimamente ligadas inquietan a Obama.
[1] Jen Psaki, micro conferencia de prensa de la
portavoz del Departamento de Estado de los EE.UU., Washington, DC, marzo 10 de
2015, http://www.state.gov/r/pa/prs/dpb/2015/03/238718.htm.
[2] Barack Obama, conferencia de prensa del Presidente
de los EE. UU. desde la Oficina del secretario de prensa de la Casa Blanca,
marzo 11 de 2011, https://www.whitehouse.gov/the-press-office/2011/03/11/news-conference-president.
RESUMEN LATINOAMERICANO
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