Foto: Ministerio de Seguridad de la Nación
Por Héctor Bernardo
El alineamiento del gobierno de Mauricio Macri con los intereses y las políticas de Israel y Estados Unidos no es novedoso. Cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires admitió, sin ningún prurito, que designó a Jorge “el fino” Palacios jefe de la Policía Metropolitana, porque fue el hombre que le recomendaron desde las embajadas de Estados Unidos e Israel y desde sus respectivos servicios de inteligencia (la CIA y la Mossad).
Varias fuentes señalan que, concretado el triunfo en las elecciones presidenciales, estas dos embajadas volvieron a dar nombres para la conformación del Gabinete Nacional. La embajada norteamericana habría “sugerido” a Susana Malcorra para conducir la política Exterior argentina y la israelí habría “pedido” que la titular del Ministerio de Seguridad sea Patricia Bullrich. Las políticas llevadas adelante desde cada una de estas Carteras tienden a confirmar esas apreciaciones.
Esta semana, la ministra Bullrich viajó a Israel, junto a los secretarios de Seguridad Interior, Gerardo Milman, y de Coordinación, Planeamiento y Formación, Alberto Föhrig. Allí participaron de diversos encuentros sobre seguridad, se reunieron con miembros del ejército israelí (que ocupa ilegalmente los territorios palestinos) y negociaron la compra de drones, cámaras y radares. Estos implementos de “seguridad” y espionaje se instalarían en las frontera y mediantes ellos se controlaría no solo a nuestro país, sino también a los países vecinos.
Rafael Araya Masry, analista de política internacional y especialista en temas de Medio Oriente, en dialogo con Contexto aseguró: “Esto no es ni más ni menos que la reafirmación de la decisión del presidente Macri, de que el gobierno argentino tenga un vínculo mucho más estrecho con el gobierno racista de Israel. Esto se hizo cada vez más evidente luego de que, en Davos, Macri se entrevistase con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu”.
“La política que se está llevando adelante en ese sentido es, simplemente, la coronación de todo un proceso que se ha venido gestando desde hace mucho tiempo hasta esta parte. Esto viene desde la época en que la actual ministra de Seguridad, Patria Bullrrich, era diputada nacional. En ese momento, ella era presidenta de la Comisión Nacional de Amistad con Israel. En ese sentido, no extraña la actitud del gobierno, que intenta estrechar vínculos con un Estado que hoy reprime, tortura y ocupa territorios, violando el derecho internacional”, afirmó.
Por último, Araya Masry aseguró: “Lamentablemente conocemos los procedimientos de las fuerzas de seguridad israelíes, de sus fuerzas de inteligencia, la política de asesinatos selectivos en los territorios palestinos ocupados, de violación de todos los derechos internacionales. Sería realmente trágico que esa forma de actuar, siempre por fuera de la ley, se traslade a un estado que se ha caracterizado en los últimos años por el respeto irrestricto a los derechos humanos. Sería trágico que Argentina se transforme en una cueva de agentes de inteligencia, que se dediquen a atentar contra la privacidad de las personas y perseguir opositores políticos, o que trabajen para desnaturalizar las tareas propias del ministerio de Seguridad de la Nación. Sin embargo, todo indica que Argentina va fortaleciendo los lazos con un Estado racista, que ha instaurado un sistema de apartheid en los territorios palestinos ocupados”
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