En pocas horas, el Secretario de Derechos Humanos y “Pluralismo Cultural” de la Nación, Claudio Avruj, ha disparado dos provocaciones contra la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia: negó a los 30.000 detenidos-desaparecidos y llevó al Espacio de Memoria (ex ESMA) al fiscal perseguidor de Milagro Sala.
Así como antes el funcionario de la Ciudad Darío Lóperfido intentó descalificar un largo proceso de investigaciones populares y debidos procesos judiciales que han dado por probado la existencia de un Plan de Exterminio de la militancia de todo signo que animó las luchas obreras y populares de los años 60 y 70, ahora vuelven a la carga funcionarios del Estado nacional con el fin de desprestigiar la lucha de los organismos de derechos humanos y reinstalar la “Teoría de los Dos Demonios” en la sociedad.
Es necesario resaltar que fue en la convalidación de la sentencia del Juicio a las Juntas en 1985 que la Corte Suprema de Justicia asignó valor jurídicamente necesario al testimonio de los sobrevivientes, dado el carácter clandestino y oculto del terrorismo de Estado, falseando los
hechos al momento de producirlos. Si hubiera alguna discusión numérica, para no quedar descontextualizada y por lo tanto objeto de manipulaciones y usos perversos, esa discusión debe comenzar por establecer la responsabilidad del Estado en el ocultamiento de la información por un período tan largo que no hay modo de que no deje huellas profundas, dado que la impunidad nunca es gratuita.
Claudio Bernardo Avruj se suma a la campaña negacionista que busca descalificarnos para impugnar los juicios a los genocidas y silenciar nuestras críticas a la situación actual del país, de la cual Avruj y el Gobierno al que pertenece son responsables. El Secretario de Derechos
Humanos no debe provocar a las víctimas, no debe negar el genocidio: debe retractarse y dedicarse a investigar dónde están los cuerpos de los 30.000 detenidos-desaparecidos, restituir la identidad de los nietos y nietas que todavía falta encontrar, y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de todo pueblo.
La responsabilidad criminal de civiles y militares en el genocidio que se perpetró en la Argentina es una verdad histórica que está enraizada en el pueblo, a tal punto que constituye una de las reservas morales y éticas más importantes de este último casi medio siglo de la historia de la patria. Las Madres, Abuelas, Familiares y los organismos defensores de los Derechos Humanos son esa reserva que vanamente intentan mellar con estas provocaciones.
A lo mencionado, se agrega un hecho con el que nuevamente faltó el respeto de la memoria en la ex ESMA: el pasado 8 de noviembre en la sede de su Secretaría en el predio de la ex ESMA, el fiscal general de Jujuy, el Dr. Mariano Miranda, puesto a dedo por el gobernador Gerardo Morales, participó en una reunión a fin de discutir los modos de burlar las resoluciones de instancias internacionales que denuncian el carácter persecutorio y político de la detención arbitraria de Milagro Sala. La presencia de Mariano Miranda en el predio de la ex ESMA es una afrenta a la memoria de quienes allí fueron victimizados por los grupos de tareas de la Marina, ya que este fiscal ha asumido la detestable tarea de dar fachada jurídica a la destrucción del Estado de Derecho que ha emprendido Morales en la provincia de Jujuy. Más aun, fue acompañado por el Ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano y el mismo Avruj, quienes responden directamente al Presidente Mauricio Macri. No es casual el ataque al movimiento de derechos humanos desde el gobierno, mientras a éste se lo condena desde organismos internacionales por sus hechos violatorios a los derechos humanos y pactos internacionales de cumplimiento obligatorio por parte del Estado Argentino.
Nuestra postura es no discutir los números de la tragedia sino pensar, una y mil veces, sus causas.
La Memoria, la Verdad y la Justicia son los pilares fundamentales de las luchas por la transformación de la realidad que defendieron las 30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos. Por eso seguiremos militando con esas banderas, reivindicando las luchas de los 30.000, luchando por una patria solidaria, igualitaria e inclusiva ahora más que nunca.
Liga Argentina por los Derechos del Hombre
APDH La Matanza
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas
Fudación Buena Memoria
Fundación Memoria Histórica y Social Argentina
H.I.J.O.S. Capital
Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte
Servicio Paz y Justicia SERPAJ
Familiares y Compañeros de los 11 de la Santa Cruz
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