Hace unos días, la periodista Marlene Caboverde Caballero, publicó en el sitio web de Radio Jaruco el artículo que ahora reproducimos, dedicado a la excepcional compañera Rosa Cristina Báez, muy conocida por los cibernautas cubanos y muchos más allende los mares como La Polilla Cubana.
Menuda y de baja estatura, pero con un corazón inmenso y lleno de energía revolucionaria, pudiera pensar que entre nosotros pasa desapercibida y olvidada en su larga enfermedad: nada más lejos de la realidad.
Su ejemplo nos incentiva cada día a seguir adelante, a trazar y superar nuevas metas. Fíjense nuestros lectores que Rosa mantiene activas 7 bitácoras en Internet y sus cuentas en las redes sociales, un verdadero reto para cualquier bloguero.
Llegue a la Polilla, mediante estas líneas, nuestro aprecio y consideración y el deseo de una pronta recuperación. Cuba, y todos sus colegas, ahora más que nunca, necesitamos de su clara inteligencia, empeño y dedicación.
Gracias, Marlene, por tan excelente trabajo.
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Elogio a la Polilla Cubana
Publicado el Viernes, 21 Agosto 2015 09:33
Escrito por Marlene Caboverde (marlene@cmbt.icrt.cu)
Los psicólogos afirman que para cada individuo el tiempo transcurre de manera diferente según su condición física y emocional. Para la periodista cubana Rosa Cristina Báez Valdés, las horas pasan demasiado lentas desde hace más de cinco meses cuando comenzó a perder las fuerzas y llegó al punto en que dejó de andar por sí misma.
La Polilla Cubana, como ella misma denominó su blog personal, es una mujer inteligente, segura y de vastos conocimientos sobre la cultura, la política, el arte y la vida. Aunque es bibliotecaria de profesión, ella sobresale entre los blogueros cubanos de la Revolución como se hacen llamar los corresponsales de la Internet en la Isla, por su dominio de las herramientas que pueden utilizarse en la red para difundir la información de manera rápida y efectiva.
Suman cientos los amigos que la quieren en el mundo, y tampoco le faltan enemigos que arremeten contra sus principios sólidos como el asta y la bandera. Gracias a la Polilla Cubana llegué a los cinco antiterroristas cubanos, conocí a sus familias, me aproximé a sus camaradas más íntimos y a las personas de bien que en el mundo defendieron la causa por más de una década.
A ella le debo aprender y aprehender que hay propósitos insustituibles, impostergables, que una moneda tiene más de dos caras, que las cosas dignas de lamentar son la muerte, la imprudencia, la traición y sobre todo, el olvido y que nada es más importante que la vida, las semillas y los sueños.
Hoy la hermana Polilla Cubana está recuperándose de un desgaste muscular y psicológico que minó su salud y es el saldo de los años que pasó sentada delante de la computadora trabajando sin parar, restando tiempo al sueño y la alimentación, para defender esta Revolución cada segundo, contra viento y marea, en los tiempos buenos, los malos y los peores.
Ella conoce muy bien el alcance y la significación de la batalla mediática en Internet, sobre todo en estos tiempos en que la información se mueve a una velocidad inusitada y en el mundo virtual de la noticia crecen como baobabs, las espinas entre las rosas. Eso también forma parte de las lecciones que me regaló y que le agradezco tras estos cinco años de amistad.
Por eso y porque sé el valor que ella le concede a la memoria me duele saber que su teléfono suena poco, que cada vez son menos las personas que le llaman, y que se alienta con un simple mensaje o un abrazo como el que pude darle en su casa, donde desafía obstinada la enfermedad y continúa multiplicando al ritmo de su clic especial las verdades de Cuba y del mundo.
Tuve ese día el privilegio de entrar en la habitación donde ha pasado la mayor parte del tiempo trabajando. Embellecen su cuevita decenas de libros, un portarretratos con la imagen deGerardo, Adriana y Gema, como si fueran de la familia y en la pared me asombró un mosaico de imágenes donde se ilustra el camino de su vida, los amigos que cultivó, las historias que vivió.
Vicente Feliú, Silvio Rodríguez y otras muchas caras conocidas y queridas le miran desde allí, y al verlas me asaltó la certeza de que quizás, por esa simple y gigantesca razón esta Polilla Cubana no se da por vencida. Como madre, compañera, amiga y soldado sabe que a pesar de los silencios jamás le alcanzará el olvido.
Publicado en Radio Jaruco
Lic. Rosa Cristina Báez Valdés “La Polilla Cubana”
Moderadora Lista Cuba coraje, miembro de Red Social Hermes y miembro fundador de la Red de Trincheras Amigas
Twitter @LaPolillaCubana
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