La Radio del Sur |29
de octubre de 2016.- La ganadería de toros de lidia , Finca La Carolina
–ubicada en el departamento de Antioquia, Colombia– propiedad del senador y
expresidente del vecino país, Álvaro Uribe Vélez, fue usada como campo de
exterminio por el grupo paramilitar Los 12 Apóstoles.
Así lo revela un
escrito de acusación de 206 páginas que reposa en la Fiscalía colombiana contra
Santiago Uribe, hermano de Álvaro, y quien fue uno de los organizadores del
referido grupo paramilitar al que se le imputan unos 533 asesinatos.
“Se menciona que el 16 de julio en la
finca La Carolina, de propiedad del senador Álvaro Uribe Vélez, un grupo de
hombres fuertemente armados que prestan vigilancia a este predio le dieron
muerte a Manuel Vicente Varelas, quien habría recibido siete disparos en la cabeza,
cara, cuello y hombros”, cita textualmente la Fiscalía en el documento al que
tuvo acceso El Heraldo.
La cita guarda relación con el relato
de un testigo clave a quien la Fiscalía llamó a juicio por los delitos de
concierto para delinquir agravado, por el homicidio de Camilo Barrientos Durán,
conductor de un autobús.
Se trata de Eunicio Pineda, un
campesino que trabajaba en una finca de Yarumal (Antioquia), y quien huyó del
lugar al sentirse amenazado de muerte.
Pineda, tres meses después, decidió
regresar con la esperanza de que las cosas ya estaban en calma, pero se percató
de que había tomado una mala decisión cuando varios hombres lo bajaron a la
fuerza del bus en el que viajaba para proceder a torturarlo y de lo cual escapó
a duras penas.
Limpieza social
Bajo la modalidad de limpieza social,
el grupo Los 12 Apóstoles se creó en Antioquia a comienzos de la década de los
90. Según las autoridades, este bando paramilitar estuvo presuntamente
conformado por comerciantes y ganaderos.
En dicho decenio habrían matado a
unas 30 personas en el municipio de Yarumal (Antioquia), zona en la que se
encargaban de desaparecer a guerrilleros, extorsionistas, ladrones,
secuestradores, y cualquier otro tipo de personas consideradas indeseable por
la referida organización.
La captura de Santiago Uribe Vélez el
pasado 29 de febrero fue ordenada por un fiscal delegado del departamento de
Antioquia y comenzó a gestarse en mayo de 2010, cuando el mayor Juan Carlos
Meneses Quintero, rindió un testimonio en el cual acusaba a Santiago de haber
“creado y mantenido” la mencionada estructura paramilitar.
Meneses atestiguó que el grupo tenía
como centro de operaciones la finca La Carolina. “Se dedicaban a asesinar a
pequeños delincuentes, drogadictos y supuestos auxiliadores de la guerrilla”,
relató el oficial.
A Santiago Uribe la Fiscalía lo
señala de haber tenido participación y conocimiento en el crimen de Camilo
Barrientos, el mencionado conductor de autobús.
Además de Pineda y Meneses la
Fiscalía tiene otros dos testigos en contra de Uribe: Eunucio Alfonso Pineda
Luján y Alexander de Jesús Amaya.
El relato de Meneses
El testimonio del mayor Meneses quedó
compilado en el libro El Clan de los 12 Apóstoles de la periodista Olga Behar,
en el que el oficial asegura haber conocido el vínculo de Santiago Uribe con
los grupos paramilitares.
En una de las visitas refiere además
que conoció, de mano del mismo Santiago Uribe, una zona de la finca La Carolina
“en la que se entrenaban los muchachos”.
Aquí un aparte del testimonio de
Meneses incluido en el libro: “Me vi varias veces con Santiago Uribe allí en su
hacienda. Los dos primeros encuentros fueron reuniones más bien formales, que
se realizaron en la sala de la finca. En la tercera ocasión, Santiago es muy
cordial. Me invita a conocerla porque, dice, que le he colaborado mucho. Lo
primero que me muestra son unos radios de comunicación, unos radios portátiles
y otros con bases. Me dice: ‘Esto es para comunicarme con los grupos míos’.
Y en la misma hacienda La Carolina me
muestra una plaza de toros, de esos de toros de lidia, de toros miura, ahí es
donde los preparan para las corridas de toros.
Lo que me sorprende es cuando
bordeamos la plaza de toros; detrás de ella me muestra una pista de
entrenamiento para paramilitares, de las mismas que usa el Ejército, de esas
que conocemos los soldados y policías que tienen diferentes tipos de
obstáculos, la escalera, la telaraña. Él me dice: ‘Mira, aquí es donde entreno
a mis muchachos’.
Allí era donde entrenaban físicamente
a los que después participaban en las acciones ordenadas por Santiago Uribe. Yo
estaba aterrado, impactado, porque mientras íbamos caminando por los terrenos,
muy bonitos y bien cuidados, me decía que políticamente él estaba muy bien
conectado, tanto así que su hermano, que había sido senador, tenía segura la
Gobernación de Antioquia.
Me decía que tenía el apoyo de todo
el mundo y yo entonces pensaba: Esto está orquestado con todo el Gobierno, está
amparado con los altos mandos militares”.
Policía fue cómplice
El caso salpicó también a la policía
local. Según señaló el Consejo de Estado, Los 12 Apóstoles fueron organizados
por un alcalde de Yarumal, el comandante de la Policía del municipio, el
párroco y algunos comerciantes.
Ya en una sentencia de 2012, el
Consejo de Estado explicó que las actuaciones “no solo fueron toleradas por
integrantes de la Fuerza Pública sino que algunos de sus miembros hicieron
parte de él sembrando la muerte y el terror en el municipio de Yarumal”.
Entre sus víctimas hubo indigentes,
ladrones y personas humildes que invadieron terrenos para levantar sus
viviendas.
Algunas de las víctimas
A este bando paramilitar se le
responsabiliza del asesinato, entre agosto y septiembre de 1993, de al menos
Luis Armando Holguín Jurado, Óscar Hernán Upegui Saldarriaga y Ovidio Adolfo
Ardila Elorza, en Yarumal.
A Holguín Jurado varios
hombres lo mataron a disparos en el interior de su vivienda el 12 de agosto de
ese año; a Upegui Saldarriaga, el 7 de septiembre; y a Ardila Elorza, el 29 de
septiembreRESUMEN LATINOAMERICANO
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