lunes, 24 de noviembre de 2014

Programa cubano Yo, sí puedo ayuda a rehabilitar reos argentinos


San Luis, Argentina, 23 nov (PL) La aplicación del programa de alfabetización cubano Yo, sí puedo en la cárcel central de Rosario contribuye a la rehabilitación y futura reinserción de reos a la sociedad, señaló hoy aquí el
promotor de esa iniciativa Guillermo Cabruja.

El activista social participa en el XIV Encuentro de Solidaridad con Cuba, que hoy cumple su jornada final en la Universidad Nacional de esta ciudad.

Cabruja, representando a la Multisectorial de Solidaridad con Cuba en Rosario, reparte folletos entre los participantes en el evento para que conozcan ese proyecto de inclusión y se sumen a la campaña
"Mi primer libro" y hagan donaciones para crear una biblioteca en la penitenciaría rosarina.


"La educación y la inclusión social son las herramientas más poderosas para vencer la inseguridad; somos parte de esta nueva Argentina en la que queremos seguir recuperando derechos", opinó en conversación con Prensa Latina.

Como parte de la iniciativa de ayudar en la rehabilitación, que comenzó el pasado diciembre, ya fueron alfabetizados los primeros 18 jóvenes en condición de encierro.

"El objetivo es llegar a los más excluidos, los más desposeídos, víctimas del neoliberalismo que generó marginalización, pues consideramos que si se instruyen pueden capacitarse y así reincorporarse a
la sociedad y contribuir a esta", reflexionó Cabruja.


Al describir el día de graduación en el patio de la Alcaldía de Rosario, el activista social describió animadamente el acto y el orgullo que sintieron los alfabetizados.

Y el programa Yo, sí puedo es ideal para alcanzar ese fin, pues además de enseñar de forma constructiva y en breve tiempo, motiva al educando a identificarse con valores sociales, añadió.

A esa actividad -relató- asistieron el coordinador nacional del Yo, sí puedo en Argentina, Jorge Padrón; el ministro de Seguridad Pública de la provincia de Santa Fe, Oscar Lamberto; el obispo emérito de la Iglesia Metodista Argentina, Federico Pagura, "y el jefe de la Policía entregó los diplomas", acotó.

El método fue creado en Cuba en 2001, destinado a quienes no han tenido la posibilidad de aprender a leer y a escribir, y se aplica sin importar la edad o el lugar donde se encuentren. Su aplicación ha posibilitado a alfabetizar a más de 27 mil argentinos. Hoy se implementa en 18 provincias.

"Ahora con esta campaña queremos tender un puente entre quienes tuvimos la suerte de contar con un libro desde muy chicos y quienes desde otra historia personal han carecido de algo tan necesario para
un niño como es un libro", explicó Cabruja.


mgt/mh

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