Los
activistas denuncian que a la lucha contra el desempleo ahora se ha sumado la
exigencia de políticas contra el hambre.
Organizaciones sociales,
políticas, sindicales y la ciudadanía de Argentina en general se congregaron
este domingo en la iglesia bonaerense de San Cayetano, desde donde partirá la
“histórica marcha por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, y cuyo destino final
es la Plaza de Mayo frente a la sede gubernamental.
La actividad inició con una
tradicional misa por el día de San Cayetano, patrono del trabajo para la fe
católica, y posteriormente recorrerá los 13 kilómetros que separan el santuario
de este beato en Liniers, en el oeste de la capital argentina, de la Plaza,
donde se realizarán más actividades pasado el mediodía.
Esta movilización, a la que
se suman cientos de personas, tiene lugar ante el deterioro que se disparó
sobre la economía argentina tras la instalación del Gobierno de Mauricio Macri,
cuyas políticas han hecho crecer rápidamente el desempleo, el hambre y la
inestabilidad económica de los ciudadanos.
Con
la finalidad de visibilizar a los sectores más pobres, postergados y excluidos
del sistema de trabajo formal, un gran número de organizaciones sociales se
dieron cita en el punto inicial de la protesta, entre ellas, el Partido
Justicialista Nacional, el Movimiento Evita, Barrios de Pie, el MTA, la CCC, la
Corriente Federal, integrantes de la CGT, las dos CTA, ATE, la Corriente
Federal de los Trabajadores, la FULP, la FUBA, y SUTEBA, entre otros.
Gildo
Onorato, dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
(CTEP) detalló que luego de la movilización se realizará otra concentración
a las 13H30 hora local (16H30 GMT) en las avenidas de Mayo y 9 de Julio, a fin
de “visibilizar el sector informal que agrupa unas cinco millones de personas
en todo el país, a lo que se suman ahora los reclamos por despidos y la lucha
contra el hambre”.
El
activista diferenció además la protesta de este domingo de las realizadas con
anterioridad, debido a que en esta oportunidad , por primera vez, se pone en
agenda el reclamo de los compañeros más vulnerables, los desprotegidos que no
están incluidos en el sector formal.
La situación empeora
En
este contexto, monseñor Jorge Lozano aseguró que quien “la clase media más
pobre está en el límite de subsistir con salarios atrasados”, al tiempo que
advirtió sobre los altos índices de desocupación.
Por
su parte, voceros del Movimiento Evita denuncian que la situación en los
barrios empeora cada día más por los estragos de la devaluación, sumados al
aumento de precios de los alimentos básicos.
“Dejamos
de pelear por un trabajo con derecho a la disgregación social en la pelea
contra el hambre”.
“Si
la canasta básica total es superior a los 10 mil pesos y el salario de un
trabajo formal es de 8 mil 60 pesos, la situación se agrava, pero mucho más
sobre los compañeros de la economía popular ya que un sueldo de Argentina
Trabaja es de 3 mil 600 pesos, y en general no superan los 4 mil pesos”,
aseguran los integrantes de esta organización.
Presencia
de la Iglesia
La
salida de la marcha fue bendecida por el obispo Juan Carlos Ares, en medio de
las discusiones respecto al respaldo de la Iglesia a la protesta.
Asimismo,
según informan medios locales, en la cabecera de la movilización
ondeaba una bandera del Movimiento Misioneros de Francisco y otra de las
Scholas Ocurrentes.
Además,
el apoyo del papa Francisco a la movilización fue transmitido por su amigo, el
legislador Gustavo Vera.
“Francisco
está de acuerdo con todo reclamo que se haga en paz, que se haga
democraticamente, para hacerle comprender al otro que por ahí sería mejor
dialogar en vez de seguir persistiendo en el error, me parece que es positivo”,
dijo Vera, en diálogo con el medio argentino Clarín.
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