viernes, 25 de mayo de 2018

El pueblo uruguayo mostró al mundo cuando el silencio es más fuerte que un grito Por Raúl Mor Burastero

Texto: Raúl Mor Burastero.

El 20 de mayo, en una noche muy fría, se realizó en Montevideo la 23° marcha del silencio en un reclamo de verdad y justicia.

Con muchísima cantidad de gente comenzó la marcha desde la Avenida Rivera y Jackson; donde se encuentra el Monumento a los Desaparecidos Latinoamericanos inaugurado en el año 2009 y en su trayecto por la Avenida 18 de Julio, fue sumando más personas hasta la Plaza Libertad, conocida como Cagancha, en el Km 0 de Uruguay.

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El silencio total que sólo se rompía cuando la marcha iba pasando frente al Palacio Municipal en donde por parlantes se nombraba a cada una de las víctimas asesinadas en el período 1973-1985, y a cada nombre se respondía con un grito: “¡Presente!”.

Esta marcha que se realiza desde el 20 de mayo de 1996, y cuyo día fue elegido por el recuerdo imborrable de los Legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutierrez Ruiz, y los militantes tupamaros Rosario Barredo y William Whitalaw Blanco, asesinados en 1976 por las fuerzas represivas de la dictadura argentina, en Buenos Aires donde estaban exiliados.

Durante 23 años las marchas exigen a los distintos gobiernos que se sucedieron con la vuelta de la democracia que salgan de su inercia y se forme un equipo que busque los desaparecidos en dictadura.

Las marchas también se hicieron en ciudades del interior uruguayo; todas con una consigna: que se esclarezcan las desapariciones y asesinatos impunes perpetrados por la dictadura cívico-militar.

Recordando palabras de Galeano: “para ayudar a que la realidad cambie, hay que empezar por verla”.

El pueblo uruguayo ha mostrado que la realidad es un espejo que refleja lo que somos, solidaridad memoria y rebeldía. Es necesario no decaer, que sientan ese silencio, como en otro momento los cacerolazos atravesaron fronteras y atrajeron la atención del mundo, para que tengamos la Paz que da la Justicia.

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Como dice la canción “por los chiquitos que faltan, por los chiquitos que vienen…¡.nunca más!”.

La intolerancia de unos hombres en la figura de la dictadura lastimaron nuestra historia y los hechos sin aclarar borran nuestra sonrisa. Recordar es atreverse a imaginar al futuro y la búsqueda de la justicia que cierre esta herida es necesaria, por respeto a una orgullosa Nación; usando las palabras de Daniel Viglietti en su canto y en honor de esta 23° marcha “los mensajes del silencio…por ellos canto”.

Foto de portada: Semanario Popular / Uruguay. Fotos de interior: El Observador.

Cuba en Resumen

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