miércoles, 1 de junio de 2016

El diálogo y sus enemigos

Política | 30-05-2016
Los poderosos hilos que mueven la conspiración en Latinoamérica los manejan grupos económicos, políticos y sectores militares vinculados al Pentágono (...)


José Vicente Rangel | ÚN.- Obviamente que estoy convencido que el diálogo es la única alternativa para que los venezolanos no nos matemos. La mayoría del  país está consciente de que esto es así; que mantener indefinidamente el clima de tensión que hoy existe y las presiones que ejercen aquellos que están interesados que el conflicto derive en guerra civil, es una locura. Pero hay una minoría con poder económico y mediático que no desmaya en la tarea de echarle gasolina a la hoguera de la polarización.


2Creo que para que la propuesta de diálogo tenga éxito, total o mediano, es indispensable hablar con claridad y establecer responsabilidades. Por un lado dejar sentado que es la oposición el sector que siempre se opone a dialogar. El que ha rehuido estar presente en la mesa por temor al chantaje que ejercen los radicales, o mejor, quienes tiene en la manga la carta del golpismo. Las veces que hubo intentos por abordar el diálogo con seriedad, el liderazgo opositor pateó la mesa. Conozco a fondo          -por haber participado en innumerables intentos- los desagradables episodios sucedidos en los últimos 17 años de la política nacional. Los líderes de oposición no han querido dialogar porque temen perder el ascendiente que tienen  en determinados sectores de la sociedad y difícilmente accederán a hacerlo. Y, aún menos, en las actuales circunstancias, cuando creen que Maduro está caído.

3¿Acaso la mía es una visión pesimista sobre el tema? Pudiera ser. Pero esa visión no impide que siga creyendo en las bondades del diálogo, en su urgencia y pertinencia. Diálogo siempre, con sinceridad, y no la confrontación cruenta a la que muchos apuestan irresponsablemente. Lo afirmo porque son éstos los primeros en salir corriendo a la hora de las chiquiticas.  

Los hilos de la conspiración

Los poderosos hilos que mueven la conspiración en Latinoamérica los manejan grupos económicos, políticos y sectores militares vinculados al Pentágono que cada día demuestran que carecen de escrúpulos. Apelan a todo: a actos inmorales, a la violación de la Constitución y arremeten contra las instituciones. Por cierto, todo ello en nombre de la democracia, la libertad de expresión, y en defensa de los derechos humanos. Son los mismos que años atrás apoyaron el Plan Cóndor, concebido y ejecutado por organismos de inteligencia de EEUU, que asesinaron, torturaron y desaparecieron a miles y miles de personas en Chile, Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil; o los que aquí en Venezuela, bajo el manto de la democracia representativa, hicieron otro tanto durante 4 décadas. Ahora retornan los viejos fantasmas del terror, montados en lo que podemos denominar Plan Obama, concebido con sutileza para acabar con los logros sociales y avances democráticos en la región, en función de una política de repotenciación del dominio norteamericano con nuevos parámetros, pero con el mismo propósito de recuperar la hegemonía de la derecha y de las grandes corporaciones. 

Se trata de la continuación de la política que derrocó a Zelaya, vía Parlamento, en Honduras. Que repitió la fórmula en Paraguay, con el golpe a Fernando Lugo, y que con una devastadora campaña mediática de descrédito del kirchnerismo, le facilitó  la victoria al derechista Mauricio Macri en Argentina, quien desde que tomó posesión comenzó a aplicar una política salvaje de aumento desmedido de las tarifas de servicios básicos como electricidad, agua, gas, emprendió una política brutal de despidos y disparó la inflación. En Brasil la situación es patética: a la presidente Dilma Rousseff la derecha le montó una celada en el Congreso que culminó con la aprobación del “impeachment” que la desaloja del cargo. Es decir, que alguien que accedió a la presidencia con el apoyo de 54 millones de votos es derrocada por un Parlamento presidido por un corrupto -luego destituido por el Tribunal Supremo-, integrado por 60% de diputados y senadores procesados por actos de corrupción. En otras palabras: que a la presidente honesta, que no cometió delitos, con un origen impecable en las urnas electores, la saca del poder una mafia de ladrones.

En la mira del Proyecto Obama para recuperar la hegemonía de la derecha y del gran capital en la región está, por supuesto, Maduro, es decir, Venezuela.  Los venezolanos no tenemos que vivir los efectos de la restauración para saber lo que ésta significa, sino mirar lo que sucede en los países hermanos donde se ha impuesto el mencionado Plan a través de la fórmula del golpe “suave” o “institucional”, instrumentada por el Parlamento convertido en refugio de la felonía.  

Laberinto

 Un informe presentado por el Mayor General Vincent Stewart, director de la Agencia de Inteligencia Militar, ante el Comité de los Servicios  de Armamento de EEUU, cuyo título  es “Evaluación del entorno de seguridad global y amenazas a la seguridad de los EEUU”, explica la actual política de seguridad de EEUU  y el origen del Decreto Obama contra Venezuela…

 El informe se refiere a lo que es “la nueva estrategia de seguridad nacional, que posiciona a EEUU  como salvaguarda de nuestros  intereses nacionales a través de un fuerte liderazgo sostenible”. Se establecen los principios para guiar el uso del poder norteamericano  y su influencia en el mundo. Se presenta un modelo de liderazgo arraigado en la fundación de EEUU, apoyado en su fuerza económica, tecnológica y en los valores de su pueblo. Se señala la determinación y disposición para disuadir  y, si es  necesario,  derrotar a los adversarios potenciales. “Vamos a conducir -señala- con todos los instrumentos del poder de EEUU. Nuestra influencia es mayor cuando combinamos ventajas estratégicas y nuestro Ejército se mantenga listo para defender los intereses nacionales”...

 Las sanciones económicas específicas seguirán siendo instrumento eficaz para la imposición de costos a los actores irresponsables, ayudando  a desmantelar  las redes criminales y terroristas…

 En las conclusiones se dice que esta estrategia de seguridad nacional ofrece una visión para fortalecer y mantener el liderazgo de EEUU en  este siglo. Se aclara el propósito y la promesa del poder norteamericano: su objetivo es “avanzar en nuestros intereses y valores con iniciativas, y desde  una posición de fuerza, vamos a disuadir y derrotar a cualquier adversario que  amenace  nuestra  seguridad nacional y la de nuestros aliados”…

 Cuando la derecha asume el mando de una nación no tiene escrúpulos para perseguir al adversario. La campaña del gobierno de Macri en Argentina contra los Kirchner, no solo agrede  a la expresidente Cristina, sino que llega al extremo de allanar el mausoleo del expresidente Néstor Kirchner…

 Hay que combatir a fondo al delito y a los delincuentes. Los ciudadanos tienen derecho a que se les garantice su seguridad. Para ello es indispensable contar con organismos policiales idóneos. Pero es grave lo que ocurre en ellos. Imposible combatir el delito con delincuentes. ¿Quién le pone el cascabel al gato?...

 Confirmado: El golpe en Brasil contra Dilma lo dio la corrupción.



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