Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) invocó la Carta Democrática contra Venezuela y convocó a una sesión urgente del Consejo Permanente organismo.
El ex canciller uruguayo hizo una presentación en la que aseguró que “la crisis institucional de Venezuela demanda cambios inmediatos en las acciones del Poder Ejecutivo (…) a riesgo de caer en forma inmediata en una situación de ilegitimidad”.
Recientemente se había producido un duro cruce entre el secretario general de la OEA y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En una carta pública Almagro acusó a Maduro de “negar la consulta al pueblo” en referencia al referéndum revocatorio y dijo al presidente venezolano “eso te transforma en un dictadorzuelo más, como los tantos que ha tenido el continente”.
El gobierno de Venezuela había denunciado que entre las firmas que había presentado la oposición para el referéndum figuraban 10 personas que estaban muertas.
Por su parte, Maduro aseguró: “Algún día contaré su historia (…). Fue una jugada maestra que hicieron los gringos, la CIA, con un agente, Almagro. Yo sé todo. Lo conozco muy bien. Sé sus secretos”.
El primer paso para la intervención militar
Almagro pidió que la sesión urgente del Consejo Permanente de la OEA se realice entre el 10 y el 20 de junio. La aplicación de la Carta Democrática sería el primer paso para una intervención militar extrajera en Venezuela.
Es por ello que el presidente Nicolás Maduro aseguró: “La Carta Democrática busca abrirle las puertas a una intervención gringa en Venezuela”.
En un artículo publicado en el matutino Página/12, el 17 de abril, el politólogo Atilio Borón aseguró: “el Secretario General de la OEA, Luis ‘Judas’ Almagro, declarase hace pocos días en una entrevista a El País de España que era inadmisible mantener la neutralidad en Venezuela ‘cuando hay presos políticos y la democracia no está funcionando’. Almagro recibió una clara orden de sus jefes de ocuparse sólo de fustigar a Venezuela y de olvidarse de las masacres perpetradas en Honduras (Berta Cáceres), México (Ayotzinapa), Colombia (130 militantes de Marcha Patriótica asesinados en el último año) y Paraguay (Curuguaty), para no mencionar sino los casos más emblemáticos. La OEA ratifica su condición de Ministerio de Colonias de Estados Unidos, como Fidel y el Che oportunamente la caracterizaran”.
En el mismo sentido, en un artículo publicado en Diario Contexto el periodista Carlos Aznárez remarcó: “Si bien la oposición está planteando la posibilidad del referendo revocatorio y, además, impulsar la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, lo que no va a poder hacer porque no están dadas las condiciones, ya se están generando en estos días ‘guarimbas’ como las que se produjeron hace dos años y que provocaron 43 muertos. Por eso es muy importante tener en cuenta lo que plantea el presidente Nicolás Maduro, la necesidad de la unidad del pueblo venezolano y la movilización permanente, para dejarle claro a la oposición que el pueblo no está dispuesto a ceder”.
Recientemente salió a la luz un documento del Comando Sur de Estados Unidos titulado “Venezuela Freedom 2 – Operation”, en el que se plantean doce pasos para desestabilizar y generar un final abrupto del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El informe, que está firmado por el almirante y actual jefe del Comando Sur, Kurt Tidd, plantea en el “punto 8” que es necesario “Insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como se ha convenido con Luis Almagro Lemes, secretario general de la OEA (…)”.
En la misma línea, hace pocos días el periódico norteamericano The New York Times instó al Gobierno de Obama a aprovechar “pérdida de popularidad de los gobiernos de izquierda” América Latina para ampliar su “influencia en la región”.
Construir el escenario
El filósofo de origen mexicano, Fernando Buen Abad, al analizar la pretensión del Almagro señaló: “La derecha en Venezuela, dentro de la Asamblea Nacional, ha venido propiciando, generando y escenificando episodios de desestabilización y de golpismo. Está claro que se han esmerado en acelerar los episodios de desabastecimiento de los mercados, de violencia social y guerra psicológica en todo el país. Esto produce las condiciones que necesitaba Almagro para poder componer su pretendida denuncia recurriendo a la Carta Democrática como una justificación para llamar a una intervención contra Venezuela”.
“Esto parece ser un paso de cierta importancia, si no fuera porque la OEA es un organismo internacional que padece del peor momento de su descrédito y si no fuese porque Almagro ha tenido una actitud absolutamente servida a los intereses norteamericanos y su propio desprestigio como diplomático lo transforma en una pobre y muy miserable figura del campo de la política”, remarcó.
Buen Abad también señaló: “Es evidente cómo se ha construido el escenario, cómo está creada la escenografía y la coreografía dentro de Venezuela para que, con la ayuda de los aparatos mediáticos, dentro y fuera del país, se propague esta idea de que Venezuela está convertida en un caos, que hay una crisis humanitaria, que hay represión y con ese argumento, justificar la invocación a la Carta Democrática”.
“Además, la Carta Democrática está mal plateada, sus críticas a la institucionalidad y al carácter democrático de Venezuela no tienen sostén. Si hay un país que ha tenido episodios electorales transparentes, avalados por organismos internacionales una y otra vez, ese es Venezuela”, agregó.
Por último, el filósofo destacó que “hoy aparecer con esta invocación a la Carta Democrática por parte de Almagro y de la OEA, constituye una fase más de una mascarada imperialista. Parece que la desesperación de la derecha no tiene límites. La urgencia con la que están actuado en Brasil y en Argentina los personeros de la oligarquías, es la misma que Venezuela y arman como pueden estos tinglados que no se sostienen con los que tratan de golpear el proyecto revolucionario de Venezuela”.
Macri, el mejor alumno
El mandatario argentino, Mauricio Macri, justifica cada día la visita del presidente estadounidense, Barack Obama. Ya desde antes de asumir demostró que seguiría al pie de la letra las directivas de la Casa Blanca al plantear en plena campaña que pediría la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela.
En su primer encuentro internacional, en la Cumbre del Mercosur en Paraguay, Macri planteó que en Venezuela había presos políticos y criticó al gobierno de Maduro.
El gobierno argentino también fue el primero en darle legitimidad y reconocer al gobierno del golpista Michel Temer (quien, según denunció WikiLeaks tiene vínculos con la CIA y era informante de la embajada de Estados Unidos).
La canciller argentina, Susana Malcorra, tiene estrechos vínculos con el Departamento de Estado y con la Agencia de Inteligencia norteamericana.
A esto se suma que ahora, según señaló Telesur Argentina fue el primer gobierno en acompañar el pedido Luis Almagro. La cadena de noticias señala que “la misión permanente de Argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA) solicitó una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo a celebrarse el próximo miércoles 1 de junio, para tratar la situación de Venezuela”.
En ese sentido, el diario La Nación recordó “El año pasado, en plena campaña electoral, Mauricio Macri había solicitado aplicar la Carta Democrática al caso venezolano, pero más tarde, la canciller, Susana Malcorra, calificó de “apresurada” esa maniobra sin antes “elaborar una oportunidad de mediación y diálogo”. Sin embargo, en los últimos días, Malcorra admitió que en Venezuela “Hay un riesgo de disolución”.
En México hay miles de desaparecidos y muertos por el control que el narcotráfico tiene de gran parte del Estado, en Centro América hay decenas de periodistas muertos y asesinatos políticos, en Brasil se produjo un golpe de Estado parlamentario, pero al secretario de la OEA no se le ocurrió pedir la aplicación de la Carta Democrática para ninguno de esos casos.
Los gobiernos populares de Argentina y Brasil ya fueron golpeados. El imperio movió otra pieza del tablero, antes que Obama deje la Casa Blanca quiere dar el golpe final contra Venezuela y poder decir: “Jaque mate”
Me pregunto si tendrá asidero institucional si José Mujica, el camaleón que designó a Almagro como canciller, y ahora lo castigó diciéndole "adios", y Tabaré Vázquez, podrían pedir la renuncia, o remoción, de Luis Almagro como secretario de la OEA, ya que dejó de representar al Uruguay. Si existiese esa posibilidad, tal vez pudiéramos iniciar una campaña. Saludos.
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