domingo, 6 de marzo de 2016

Soy admiradora de la Revolución cubana, de su pueblo, de Fidel Castro

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Mary-Alice Waters entre Antonio Guerrero y Ramón Labañino durante la presentación del libro. Foto: Jonathan Silberman


La limpidez de la mirada y la sonrisa franca son un retrato hablado de Mary-Alice Waters. Denotan su naturaleza y desenvolvimiento como activista política y hasta su propia personalidad. Durante varias semanas ha estado en Cuba. El objetivo central fue la presentación en febrero de varios títulos, durante la primera etapa de la XXV Feria Internacional del Libro, aunque no perdió oportunidad de contactar con colectivos de trabajadores y recorrer algunas provincias. Esta miembro del buró político del Partido Socialista de los Trabajadores de los Estados Unidos se declara admiradora de la Revolución cubana, de su pueblo, de Fidel Castro. Y ese sentimiento bien que lo demuestra a través de las letras. Como presidenta de Pathfinder ha seguido la línea de esta Editorial, “que publica muchos libros sobre el proceso revolucionario en la mayor de las Antillas, para informar y educar al pueblo norteamericano, fundamentalmente, pero tiene distribución mundial. “El propósito es que puedan saber y entender lo que ha ocurrido en este país y conocer lo que es una revolución socialista”, asegura en exclusiva para Trabajadores. Cuando indagamos acerca de los orígenes de la que ella denomina editorial socialista afirma: “Por el contenido de sus libros siempre decimos que nació con la Revolución de Octubre. Bajo nombres diferentes existe desde el siglo pasado y ha publicado títulos de autores clásicos como Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich Lenin, hasta sobre dirigentes sindicales de mi país y de la Revolución Cubana como Fidel y Raúl. En especial tratamos de divulgar lo escrito acerca de lo acontecido en este archipiélago a partir de 1959 y quienes lo han llevado adelante”, subraya. Así por ejemplo, dice, Pathfinder ha reeditado Haciendo una revolución dentro de la revolución, contentivo de entrevistas a Vilma Espín, Asela de los Santos y Yolanda Ferrer; De la sierra del Escambray al Congo, un libro testimonio de Víctor Dreke, y Aldabonazo, de Armando Hart. Muy cerca de los Cinco Héroes En la fortaleza de San Carlos de la Cabaña y en la Casa del Alba Cultural, en la barriada del Vedado, tuvieron lugar las promociones de los libros que Pathfinder puso a disposición de los lectores nacionales. Bajo el título Son los pobres quienes enfrentan el salvajismo del sistema de ‘justicia’ en EE.UU, una cita de Ramón Labañino hablando de sus experiencias allá, fue presentado este libro con testimonios de los Cinco Héroes cubanos, que hablan sobre su vida como parte de la clase trabajadora en la nación norteña. “Lo conformamos a partir de entrevistas realizadas por compañeros de la Editorial y por mí. Es uno de los resultados de la lucha que libramos junto a millones de personas de todas las latitudes para que se conociera el caso de estos revolucionarios. Durante 16 años les enviamos correspondencia, libros, nuestro periódico El militante, que cada semana publica algo sobre Cuba y con esa periodicidad mantuvo el tema de los Cinco, a quienes al salir tuvimos la dicha de  conocer. “Igualmente presentamos Voces desde la cárcel y Yo me muero como viví que editamos con primicia y ahora vieron la luz por las editoriales Nuevo Milenio y José Martí, respectivamente. Ambos son una evidente muestra de la entereza humana y patriótica de sus protagonistas. En el primero se pueden encontrar una vívida y conmovedora revelación de la enorme fuerza moral e irrevocable sentimiento de esos hombres hacia la patria, así como del respeto y consideración que promovieron entre otros encarcelados”, acota. Mary-Alice también le concede importancia a los otros dos libros que trajeron a La Habana, cuyo eje narrativo gira alrededor de las batallas sindicales en su nación de origen durante la primera mitad del siglo pasado: Política Teamsters y 50 años de operaciones encubiertas en Estados Unidos. “Teamsters es el nombre del sindicato de camioneros estadounidenses y el volumen relata la experiencia de su lucha en la década de los años 30, la de más efervescencia política. En los esfuerzos por unificar al pueblo trabajador no solo se involucró ese sector, también se sumaron mujeres, agricultores, desempleados. Fue un movimiento social dirigido por los sindicatos, lo cual es ejemplo para nosotros en la actualidad. “Mientras, 50 años de operaciones encubiertas en Estados Unidos denuncia las acciones realizadas contra el pueblo trabajador por la policía y todo el sistema represivo creado y financiado por la política de Washington. Se narra el conflicto y el temor de la clase dominante de aquella época ante el poder creciente de los sindicatos y de otros sectores de la población”. Historia, política, denuncia son palabras hechas a la medida de nuestra entrevistada, con muchos años de militante, cuya cimiente hay que buscarla en su época como dirigente de la juventud en la Universidad. Por eso no es de extrañar que se sintiera inspirada tanto “por el triunfo de la Revolución cubana y la victoria del pueblo en Playa Girón, como por la lucha de los afronorteamericanos para defender sus derechos civiles”. La conversación ha transcurrido en medio del intercambio con dirigentes sindicales de la construcción. Reclaman su presencia en un grupo, pero antes de partir responde una obligada interrogante: ¿Qué opina de Fidel? “Hay muy pocos ejemplos en la historia de un liderazgo como el de Fidel. Su vida y acción inspiran un profundo respeto. Vemos la indisoluble relación entre él y el luchador pueblo de Cuba, y sabemos que va a seguir. Sin la Revolución Cubana nosotros no podríamos hacer lo que hacemos allá”. Y con una sonrisa cómplice señala hacia el punto cardinal que siempre marca la aguja imantada de la brújula.

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