viernes, 10 de marzo de 2017

Números alarmantes: casi la mitad de niños y niñas de Argentina es pobre

Las cifras son según datos del nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA y UNICEF. Arrojó que el 48,8 % de los menores de entre 0 y 14 años es pobre.
Las más de diez ONGs y organizaciones civiles que llevan adelante la causa #InfanciaEnDeuda, renovaron el reclamo de atender con urgencia la situación socio-económica de los niños, niñas y adolescentes de la Argentina, al conocerse un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

Los niños y niñas deben contar por ley (26.061) con un defensor que vele por sus derechos, una deuda que arrastra el Estado desde 2005. Los niños, niñas y adolescentes son los más afectados por la pobreza, con el 48,8%, y la indigencia, del 11,6%, debido a la falta de políticas que los protejan. Mientras que en 2015 la indigencia para este grupo era del 9%, en 2016 ascendió al 11,6 por ciento. En tanto que la pobreza creció del 43,5% al 48,8 por ciento. En 2010 ambas cifras eran del 10,3% y 43,4%, respectivamente.
 
Desde #InfanciaEnDeuda exigen que el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, nombre a los cinco senadores que faltan para conformar la comisión bicameral encargada de elegir al defensor.
 
Esta concentración, que incluye la insatisfacción de necesidades básicas, se conoce como infantilización de la pobreza e impide a los chicos alcanzar su potencial para participar de la sociedad de forma plena y en igualdad de condiciones.
 
La situación es aún más grave para un niño que reside en una provincia del noroeste, donde las posibilidades de sufrir privaciones es 6,5 veces mayor que de la de un chico de la Ciudad de Buenos Aires, según el informe “Para cada niño un mejor comienzo”, de UNICEF.
 
Una de las situaciones más críticas de la pobreza, según presenta el informe de la UCA, es que casi un 19% de los hogares del país se encuentran en situación de inseguridad alimentaria, es decir la reducción involuntaria de la porción de comida y/o la percepción de hambre frecuente relacionada con problemas económicos. 
 
Entre las tareas del defensor se encuentra la realización de un censo anual nutricional, una herramienta fundamental para revertir las condiciones de vida que afectan a los niños del país.
 
Los niños no tienen representación política; no pueden ejercer muchos de sus derechos porque no tienen los medios; no pueden por su cuenta ir a un abogado a defenderse, por eso es clave que haya una figura de carácter nacional que tenga el rol de visibilizar sus problemáticas y promover acciones concretas y políticas públicas para defender sus derechos y reparar desigualdades.

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